N¨²ria Espert y Lepage ofrecen una 'Celestina' actual y "muy sensual"

Conjunci¨®n de dos estrellas del firmamento esc¨¦nico aparentemente tan distantes como son el director canadiense Robert Lepage y la actriz N¨²ria Espert, La Celestina, que ma?ana empieza su andadura en el Teatre Lliure de Barcelona, es una aproximaci¨®n contempor¨¢nea, innovadora, f¨ªsica y "muy sensual", seg¨²n Lepage, al gran cl¨¢sico de Fernando de Rojas. El espect¨¢culo ha nacido de una perspectiva distinta y distante -la de un canadiense-, y N¨²ria Espert ha revestido al personaje principal de motivaciones que iluminan una nueva lectura del mismo.

Espert apunt¨® ayer en la presentaci¨®n del espect¨¢culo que su Celestina es distinta de las anteriores. "Celestina tiene un pasado en el que no era lo que es ahora, la que es en la obra. Celestina quiso a alguien, am¨®. Hubo una amiga ¨ªntima, otra mujer. Esto, que est¨¢ en el libro pero que no se suele ver, es un regalo que me ha hecho el adaptador, Michel Garneau. Un dato as¨ª ayuda mucho a una actriz, le da un peso a su personaje".

Lepage (Quebec, 1957) abund¨® en el tema y dijo que si la vieja alcahueta Celestina ha sido caracterizada usualmente como un "personaje seco" hasta caer en el clich¨¦, ¨¦l lo ve como "muy h¨²medo". A lo que N¨²ria Espert a?adi¨® unas frases significativas que dice su personaje, pronunci¨¢ndolos ayer la actriz con un travieso gui?o de complicidad en el rostro: "El amor es un camino que no me he cansado de recorrer; vieja como soy sabe Dios que puedo hacerlo bien".

La Celestina cuenta con traducci¨®n al castellano de ?lvaro Garc¨ªa Meseguer sobre la versi¨®n francesa de Michel Garneau. David Selvas y Carmen del Valle interpretan a los amantes Calisto y Melibea. El montaje es una coproducci¨®n de la productora Ex Machina de Canad¨¢ con la Generalitat Valenciana en la que colaboran el F¨®rum, el Lliure, Salamanca 2005 y el Teatro Cuy¨¢s de Canarias. La Celestina, que permanecer¨¢ en Barcelona hasta el 3 de octubre, se ver¨¢ a continuaci¨®n en Valencia, en Madrid (Festival de Oto?o) y luego har¨¢ una gira por Espa?a.

El origen del espect¨¢culo est¨¢ en el empe?o de N¨²ria Espert por trabajar con Lepage, en la consideraci¨®n de que el director canadiense era "el ¨²nico hoy en el mundo" que le pod¨ªa ofrecer una estimulante ruptura en su trayectoria, "el ¨²nico que pod¨ªa quebrarme para respirar mejor", dijo. "Quedamos para cenar, hace ya tres a?os, y ¨¦l propuso que hici¨¦ramos La Celestina", explic¨® Espert. "Yo iba muy guapa ese d¨ªa, con una de las cremas que me daba Terenci, y me sorprendi¨® mucho la propuesta, pero le contest¨¦: 'Lo que t¨² digas'. Es una obra con la que hab¨ªa tenido una relaci¨®n conflictiva porque deb¨ªa dirigirla en el National de Londres y vi que no era capaz. Nunca pens¨¦ que la har¨ªa como actriz. Hoy me parece un papel absolutamente maravilloso".

Preguntada acerca de su relaci¨®n vital con el personaje, continu¨®: "La edad me ha ayudado mucho. El papel me llega en un momento justo, perfecto, con 69 a?os. Es fant¨¢stico hacerla as¨ª y disfrutando de la vitalidad que Robert exige". Del montaje, la actriz dijo: "Parece muy sencillo, ¨¦sa es su grandeza".

Lepage, que encarg¨® hace 10 a?os a Garneau la adaptaci¨®n del texto de Rojas y que ya ha escenificado la pieza (en un montaje diferente) en el Dramaten, en sueco, explic¨® que La Celestina es muy dif¨ªcil de hacer en Espa?a, "porque hay una presi¨®n enorme". Pero a?adi¨® que ¨¦l, como extranjero, no tiene la responsabilidad de hacer "una cosa tremendamente fiel a la ¨¦poca y as¨ª el filtro de nuestra adaptaci¨®n es muy moderno, con preocupaciones de hoy". Lepage estima que La Celestina "es muy sensual" y remite "al caos moral de hoy", un "remolino similar al del marem¨¢gnum de ideas y corrientes de finales del siglo XV", cuando se public¨® la obra de Rojas. Su versi¨®n, con un trabajo "muy f¨ªsico" de los actores, tiene "un lenguaje de frases cortas, muy directo y cargado de energ¨ªa".

El hecho de ser norteamericanos, les ha dado al director y al responsable de la versi¨®n una perspectiva muy original. Y as¨ª, por ejemplo, para ellos, dijo Lepage, la imagen de una Celestina curandera y hechicera les remite al mundo matriarcal y volcado en la naturaleza de los indios canadienses. En el montaje, pues, Celestina es alcahueta, pero tambi¨¦n partera, m¨¦dico y sabia.

Para Lepage, La Celestina es una obra "muy sorprendente", con una estructura complicada, "muy vanguardista", que le recuerda a "un gui¨®n de cine". Su montaje, pese a todas las sorpresas que ofrecer¨¢, subray¨®, no deja de ser "muy fiel" al original.

Lepage, cineasta y autor de montajes como Les sept branches de la rivi¨¨re ?ta, recalc¨® que su montaje de La Celestina es para actores como N¨²ria Espert "que tienen el coraje de jugar y explorar, no s¨®lo de actuar; el teatro de hoy tiene demasiado de actuaci¨®n y precisa m¨¢s de juego".