Parodia deportiva

El talento no siempre va unido al gusto o a lo que diablos lleve a Ben Stiller a hacer tanta tonter¨ªa. Los tiempos de Amigos y vecinos, Los padres de ella y Los Tenembaums han dejado sitio a vulgaridades como Y entonces lleg¨® ella, Envidia o Cuesti¨®n de pelotas, en las que su capacidad de selecci¨®n no ofrece duda, pues tambi¨¦n es productor.

La intenci¨®n radicaba en hacer una parodia de las pel¨ªculas deportivas (¨¦sas que siempre terminan con un partido en la cumbre que se resuelve por un solo punto en una jugada filmada a c¨¢mara lenta), pero las competiciones de bal¨®n prisionero (s¨ª, el de toda la vida) son tan largas que el filme se convierte en una muestra m¨¢s de lo que pretende criticar. Adem¨¢s, el an¨¢lisis de la cultura del gimnasio, los esteroides y el vac¨ªo mental no puede ser m¨¢s burdo y facil¨®n. Por sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas e interpretativas, Stiller podr¨ªa haber puesto su mente en ser el nuevo Jack Lemmon, Tom Hanks o Bill Murray, pero, a este paso, a lo m¨¢ximo que va a aspirar es a ser el nuevo Chevy Chase.