Conciertos de Bach
EL PA?S regala ma?ana, domingo, el primer libro-disco de su colecci¨®n de m¨²sica cl¨¢sica
EL PA?S comienza ma?ana su colecci¨®n de m¨²sica cl¨¢sica con un volumen dedicado a varios conciertos de Bach, que se reparte gratuitamente al adquirir el peri¨®dico. Los primeros ejemplares de pago -al precio unitario de 2,95 euros- vendr¨¢n con los diarios del lunes, del martes y del mi¨¦rcoles, y est¨¢n dedicados a Beethoven, Chopin y Dvor¨¢k. La serie consta de 50 n¨²meros.
Se alternan en la colecci¨®n de libro-discos interpretaciones incuestionables de grandes figuras situadas en el Olimpo de la m¨²sica cl¨¢sica con otras que reflejan la m¨¢s rabiosa actualidad. La de los conciertos para varios instrumentos de Bach que se distribuye ma?ana est¨¢ en el segundo grupo y corre a cargo del vitalista y desenfadado grupo franc¨¦s Caf¨¦ Zimmermann, liderado por el violinista argentino Pablo Valetti. El propio nombre de este grupo fundado en 1998 da la pista de sus pretensiones.
El Caf¨¦ de Gottfried Zimmermann en Leipzig (hoy inexistente) se inscribe hist¨®ricamente, como el Florian de Venecia, en el auge europeo de la cultura del caf¨¦, un movimiento asociado no solamente a la comercializaci¨®n del producto, sino m¨¢s bien a hacer de los establecimientos dedicados a su consumo lugares de encuentro y conversaci¨®n para difundir las nuevas ideas y, en concreto, establecer una tercera v¨ªa cultural con la complicidad de la burgues¨ªa liberal o los estudiantes universitarios frente a la hegemon¨ªa de la Iglesia o los salones aristocr¨¢ticos. Desde 1723, el Caf¨¦ Zimmermann acogi¨® a la orquesta Collegium Musicum, fundada por Telemann en 1702. No era lo que se entiende hoy por una orquesta estable, sino un grupo de j¨®venes, reforzados ocasionalmente por profesionales, que se reun¨ªan por el placer de tocar para todos los que libremente iban a tomar un caf¨¦ al local -o un chocolate, o un t¨¦-, de forma similar, tendiendo un puente en el tiempo, al estilo que imperaba en los grandes refugios del jazz en los a?os treinta del siglo pasado.
Bach tom¨® la direcci¨®n del Caf¨¦ Zimmermann de marzo de 1729 a 1737 para volver en 1739, dirigiendo all¨ª unos seiscientos conciertos, suyos o de otros. Lo importante era la atm¨®sfera de espontaneidad que ten¨ªan esas reuniones musicales, la alegr¨ªa que contagiaban. Los conciertos de Bach incorporados en este registro disfrutan precisamente de ese esp¨ªritu. Manuel Mart¨ªn Gal¨¢n aporta m¨¢s datos sobre el ambiente que se respiraba en el Caf¨¦ Zimmermann en el texto de documentaci¨®n del libro-disco, incidiendo tambi¨¦n en la enorme importancia de las obras especulativas de Bach, "surgidas para la mera satisfacci¨®n personal y al margen de obligaciones contractuales". Bach ten¨ªa otras obligaciones musicales en Leipzig, m¨¢s institucionales si se quiere, pero sus locuras y experimentaciones se desarrollaban de forma privilegiada en el hoy recordado Caf¨¦ Zimmermann, un precursor en toda regla de la modernidad.
Las cuatro obras de Bach contenidas en este primer libro-disco de la colecci¨®n Cl¨¢sica-EL PA?S est¨¢n compuestas entre 1718 y 1735. El grupo Caf¨¦ Zimmermann que interpreta este registro trata de recrear el estilo del local de Leipzig. Tocan con una frescura y una insolencia incre¨ªbles. Llevan la energ¨ªa de la juventud en el cuerpo, y se nota. Un detalle tonto, pero significativo: a veces tocan descalzos. No tienen prejuicios ni formalismos excesivos. Consiguen que su m¨²sica llegue directa, deshinbida. Tienen swing.
La grabaci¨®n de este disco est¨¢ realizada en junio de 2003 en una de las salas de mejor ac¨²stica de Europa, la del Arsenal de Metz, antigua instalaci¨®n militar reconvertida en 1989 en sala de conciertos por el arquitecto Ricardo Bofill. La edici¨®n original es del sello discogr¨¢fico Alpha, creado en 1999 en Par¨ªs, y con prestigio cimentado sobre todo en el periodo del barroco, con medio centenar de t¨ªtulos en el mercado. Una ¨²ltima cuesti¨®n: la portada del disco-libro se inspira en un fragmento del cuadro Bodeg¨®n con copa Nautilus, de Jan Davisz de Heem (1606-1684), perteneciente al Museo del Prado.
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