Una costa a merced del viento
De Conil a Tarifa, ocho propuestas para todos los gustos en el litoral gaditano
Enormes y blancos molinillos. Los aerogeneradores puntean la costa gaditana, recogen el viento y lo convierten en megavatios. Aspas de hasta 30 metros de di¨¢metro giran con la misma fuerza que hizo de C¨¢diz un destino poco deseable durante el boom tur¨ªstico y preserv¨® su naturaleza de desatinos en primera l¨ªnea de playa.
Entre Conil y Tarifa, en la parte oriental de la Costa de la Luz (3.000 horas de sol anuales se merecen el nombre), s¨®lo hab¨ªa hasta hace poco windsurfistas y b¨²nkeres frente a la silueta africana. Hoy, las playas interminables se llenan de noct¨¢mbulos, familias
, artesanos de nuevo cu?o, naturistas y j¨®venes en busca del Caribe a las puertas de casa. Pero cuando barrunta levante, el viento vuelve a salirse con la suya y hay que pensar alternativas al plan de playa.
1 'Batucada' en Conil
Hace diez a?os, Conil era todav¨ªa un secreto tur¨ªstico. Un pueblo blanco tirando a grande (19.000 habitantes), alg¨²n restaurante y playas kilom¨¦tricas con un par de chiringuitos. Hoy, la extensi¨®n de sus arenales permite que la cuadruplicada poblaci¨®n veraniega no quede toalla con toalla, y hay sitio para que jugadores de voley playa, aficionados a las palas y paseantes disfruten en armon¨ªa. Por la costa han surgido infinidad de chiringuitos con un nuevo talante, m¨¢s Ibiza que pesca¨ªto. En la cercana playa del Palmar, los modernos despiden al sol con batucadas y aplausos al ocaso. Y al caer la noche, de vuelta en el pueblo, los puestos hippies de las plazas, los restaurantes repletos y las riadas de j¨®venes por las estrechas calles dan fe de que Conil se ha convertido en el n¨²cleo urbano m¨¢s animado de la zona.
2 Tras la muralla de Vejer
A 190 metros sobre el nivel del mar, a lomos de un cerro, Vejer mira sobre la costa. Declarada conjunto hist¨®rico art¨ªstico en 1976, la antigua villa est¨¢ rodeada por una muralla sembrada de arcos de entrada y torres vig¨ªa. La herencia de cinco siglos de ocupaci¨®n ¨¢rabe se deja ver en los monumentos o al perderse por las sinuosas calles de este pueblo encaramado.
3 Las astillas de Trafalgar
El 21 de octubre de 1805, la armada brit¨¢nica, capitaneada hasta la muerte por Horatio Nelson, derrot¨® a las tropas franco-espa?olas frente a este tramo de la costa gaditana. A¨²n yacen aqu¨ª restos de los nav¨ªos hundidos a ca?onazos, de cuyas astillas surgi¨® un nuevo orden mundial regido por el Imperio Brit¨¢nico. Dos siglos despu¨¦s, alrededor del faro, construido en 1860, los excursionistas a caballo no pierden de vista el n¨ªtido perfil africano.
4 'Pesca¨ªto' crudo en Los Ca?os
Lo llaman La Jaima aunque no haya ning¨²n cartel en su fachada. La idea: evitar r¨®tulos y dejar que la atm¨®sfera del lugar haga que la gente se relaje. Bajo una tienda marroqu¨ª, sentada en pufs de cuero esparcidos sobre esterillas de paja, la clientela toma copas mirando la rojiza puesta del sol mientras escucha temas bien elegidos y variados, de Ute Lemper a Khaled. Mesas bajitas para cenas a base de comida japonesa bien elaborada por Tacaco Mogi: fresqu¨ªsimo sushimi de at¨²n de almadraba o un delicioso curry tailand¨¦s de mariscos por 12 euros. Hasta que dure el buen tiempo, La Jaima permanecer¨¢ abierta; despu¨¦s se trasladar¨¢ a la enorme casa de cristal adyacente, que seguir¨¢ la misma filosof¨ªa, seg¨²n asegura Alfonso Guerrero Gordon, due?o de ambos establecimientos: "No haremos una macrodiscoteca ni tampoco un sitio chill out. Queremos diversidad y que la gente est¨¦ a gusto".
5 Entre pinos y marismas
Delimitado al este por Los Ca?os de Meca y al oeste por Barbate, el parque natural de La Bre?a, uno de los seis de la provincia, se extiende por casi 4.000 hect¨¢reas de paisaje plano enfrentado a las verticales de los acantilados y de las dos torres almenadas que en el siglo XVI manten¨ªan a raya a los piratas berberiscos. De las marismas no s¨®lo se extrae sal, tambi¨¦n sirven de escala a las aves migratorias en sus idas y venidas. Los acantilados y las dunas m¨®viles son territorio de plantas de barr¨®n, enebros y pinos pi?oneros que a finales del siglo XIX sirvieron para la repoblaci¨®n y hoy ofrecen uno de los pocos ambientes umbr¨ªos de la zona.
6 La playa de los Alemanes
Los vecinos no se ponen de acuerdo. Unos cuentan que el nombre le viene a la playa porque, tras la II Guerra Mundial, altos mandos nazis huyeron a este rinc¨®n del mundo. Otros, que hace cuarenta a?os un grupo de potentados excursionistas alemanes lleg¨® a caballo y compr¨® a parcelas la zona, hasta entonces salvaje. Hoy, la playa de los Alemanes, pasado Zahara y Atlanterra, y tambi¨¦n llamada de Agua Enmedio, es un prodigio de arena blanca y olas transparentes, al pie de una colina de casas de lujo. Encerrada entre una roca plana, la losa -ideal para coger mejillones-, y el faro de Camarinal, es ¨¦sta una playa peque?a y tranquila, dada la ausencia de chiringuitos y apartamentos en primera l¨ªnea.
7 Las ruinas de Bolonia
Hace 23 siglos, en Bolonia viv¨ªan unas 2.000 personas. Hoy hay 123 vecinos censados. Las ruinas de Baelo Claudia atestiguan la ¨¦poca dorada de este asentamiento romano que vivi¨® su m¨¢ximo esplendor bajo el mandato del emperador Claudio. La antigua ciudad fue un importante puerto comercial. En su macellum (mercado) y tabernae (tiendas) se vend¨ªan productos de la factor¨ªa de salazones (curiosamente, lo mejor conservado) como el garum, la salsa t¨ªpica romana a base de v¨ªsceras de pescado. Baelo tiene todos los elementos caracter¨ªsticos de la urbe romana: templos, termas y un teatro. La excursi¨®n puede completarse con una visita a la cercana duna y un ba?o en la playa. Al final, hacia Punta Paloma, la roca caliza ofrece la posibilidad de hacer barro con el agua del mar para untarse la piel y el pelo con suav¨ªsimos resultados.
8 Kite-surf en Valdevaqueros
Cuando sopla poniente desde el mar, los amantes del kitesurf despliegan sus cometas, arman las tablas y emprenden vuelo sobre las olas en este s
pot ("donde hay que estar", en lenguaje surfero) de reflejos blancos cercano a Tarifa. Mientras tanto, los windsurfistas, hasta hace poco ¨²nicos peregrinos por estas aguas, esperan la fuerza del levante. Por suerte, cada modalidad exige sus vientos, y as¨ª se evitan roces. Para iniciarse con todas las precauciones en la nueva modalidad con cometa, mejor optar por la vecina playa de los Lances, donde abundan las escuelas de este nuevo deporte de riesgo.
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n
- Patronato de Turismo de C¨¢diz (956 80 70 61; www.cadizturismo.com).
- Turismo de Barbate (956 43 39 62;
www.aytobarbate.org).
- Oficina de turismo de Conil (956 44 05 01 y www.conilweb.org).
- Turismo de Tarifa (tel¨¦fono y fax, 956 68 09 93; www.tarifaweb.com).
- Turismo de Vejer (956 45 17 36).
- www.andalucia-web.net.
- www.juntadeandalucia.es.
- www.esp.andalucia.com/turismo.
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