Al Depor le salen arrugas

Ese acto ritual de escrutarse la figura ante el espejo a la vuelta de las vacaciones no le est¨¢ resultando muy agradable al Deportivo. Por m¨¢s que se mire, el cristal le devuelve una imagen afeada, con algunas arrugas horad¨¢ndole el rostro. Ciertas marcas provienen del paso del tiempo, cada vez m¨¢s implacable con algunos futbolistas que antes bombeaban el coraz¨®n del equipo, y tambi¨¦n del tedio que inevitablemente origina la falta de novedades en la vida blanquiazul. Habr¨¢ que pensar que otras cicatrices, las producidas por las lesiones o por la baja forma de gente como Valer¨®n y Luque, a¨²n se pueden borrar con el tratamiento adecuado. Nadie duda de que Javier Irureta es un acreditado experto en el manejo de afeites para disimular los achaques. Tendr¨¢ que esmerarse, porque su equipo ha arrancado el campeonato con la peor pinta en bastantes a?os.

Lo de ayer no fue una derrota cualquiera, sino un naufragio con todas las de la ley. Ya se sabe que los inicios de curso suelen descolocar a muchos, pero la derrota del Depor contiene elementos muy inquietantes. Osasuna se llev¨® el partido en 45 minutos tras quedarse con un jugador menos por la expulsi¨®n de Izquierdo. Frente a un rival en inferioridad num¨¦rica, el Depor anduvo a tumbos, con la figura descompuesta. Osasuna, que al principio no hab¨ªa parecido m¨¢s que un equipo correcto y blandito, manej¨® la situaci¨®n con una autoridad ins¨®lita. Incluso hubo un punto de choteo en el modo en que Osasuna logr¨® el tercer gol, con una precisa vaselina de Milosevic, quien remat¨® m¨¢s solo que en los entrenamientos.

Al Depor le hab¨ªa bastado con exhibir su rango en el oc¨¦ano de aburrimiento que depar¨® la primera parte. Irureta hizo la alineaci¨®n pensando en el pr¨®ximo estreno en la Liga de Campeones y dej¨® fuera del equipo a Luque para brindar su ocasi¨®n a Munitis, m¨¢s energ¨¦tico que la mayor¨ªa en estas semanas de retorno al tajo. El t¨¦cnico tambi¨¦n hab¨ªa puesto a Duscher, pero ¨¦ste se lesion¨® nada m¨¢s empezar el partido y oblig¨® a la salida de Mauro Silva, con problemas f¨ªsicos que, a su vez, le obligaron a abandonar al comienzo de la segunda parte. Muchos contratiempos, es cierto, aunque al Depor tampoco le faltaron facilidades. Pandiani nunca hubiese abierto el marcador sin la colaboraci¨®n de Corrales, quien convirti¨® un rechace en un pase de gol, corroborada por el portero Sanzol.

Visto el estado del rival, pareci¨® que el maquillaje de ese gol ser¨ªa suficiente para el Depor. Pero Osasuna ni siquiera necesit¨® afilar el colmillo. Primero se encontr¨® con un penalti por un empujoncito de Romero a Aloisi. Y poco despu¨¦s de que Izquierdo se fuese a la ducha reavivando las esperanzas locales, el Depor se olvid¨® de Milosevic y le dej¨® rematar en solitario tras un contragolpe. Irureta sac¨® todo lo que ten¨ªa en el banquillo sin el menor ¨¦xito. El Depor, desorganizado, falto de energ¨ªa f¨ªsica y mental, se fue poniendo cada vez m¨¢s feo hasta acabar con una cara que, de momento, no presagia nada bueno.