El filo de la memoria
Que dicen que te van a desagraviar, no de la crueldad de la guerra incivil, que t¨² apenas si padeciste, sino de la dictadura franquista que te arroll¨® como un mercanc¨ªas y se te llev¨® por delante aspiraciones, plazas de estudios que te hab¨ªas ganado a base de codos, trabajos en plantilla, y sue?os, y papeles de identidad. Que dicen que ya no vas a ser una v¨ªctima invisible y olvidada, en medio de una viscosa niebla de chalaneos y pactos, cuando aquello de la transici¨®n, que t¨² siempre dices transacci¨®n y hasta te da grima decirlo, y que ahora ver¨¢s c¨®mo te dejan el cuerpo de bien, casi treinta a?os despu¨¦s de que la palmara el general. Pero no te conmueve lo m¨¢s m¨ªnimo, en cuanto a ti respecta. Sus agravios y mala leche te los pasas por los forros. Ni tienes ni te das trazas de m¨¢rtir ni de h¨¦roe, aunque te recorriste una geograf¨ªa de calabozos y de interrogatorios policiales, con amenazas y el hierro del mat¨®n en la sien; aunque te juzgara el TOP y pasaras por las c¨¢rceles; aunque vivieras en libertad bajo fianza y bien vigilado; aunque te machacaran los ultras; aunque te retiraran, por a?os, el pasaporte, justo con un pie en el estribo que hab¨ªa de llevarte a Par¨ªs, invitado por los vietnamitas, o a Bulgaria, por la Uni¨®n de Escritores y Traductores, o a Berna, donde ibas a domiciliarte para dirigir un semanario de la emigraci¨®n espa?ola en Europa; aunque, d¨ªas antes de refrendarse la Constituci¨®n, te transportaran en una lechera a los s¨®tanos de la Puerta del Sol, y te despreciaran, en el registro, y pretendieran humillarte como a un chorizo, y te largaran finalmente a las Salesas, a ver qu¨¦ hac¨ªan contigo y con otros de tu parecida cuerda. No te conmueve lo m¨¢s m¨ªnimo, porque has permanecido erguido en el filo de la memoria, muy atento y sin olvidar una pizca, no para la revancha si no para la justicia, que ahora, por fin, se pretende administrar a cuantos s¨ª se les adeuda. Y t¨² exiges eso, y que la historia se cuente, sin circunloquios y apa?os, a los chicos de los institutos y de las universidades. Que sepan, de una vez, qui¨¦n es cada qui¨¦n.
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