Una de cada cuatro personas con Alzheimer no est¨¢ diagnosticada

En Espa?a viven unas 800.000 personas con Alzheimer, pero s¨®lo 600.000 est¨¢n diagnosticados, seg¨²n los datos de un estudio de la Confederaci¨®n Espa?ola de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias (Ceafa). Esta enfermedad es la d¨¦cima causa de muerte, tiene un desarrollo de unos ocho a?os de media y cuesta, entre gastos directos e indirectos, unos 32.000 euros al a?o, que tienen que afrontar, en su mayor parte, las familias, seg¨²n explic¨® ayer ?ngeles D¨ªaz, presidenta de la confederaci¨®n.

"Tradicionalmente, el Alzheimer y otras demencias se consideran asociadas a la vejez", indic¨® D¨ªaz, pero eso no es siempre as¨ª. Un 10% de los casos se diagnostica en personas con menos de 65 a?os. "Se dan casos hasta de 50", dijo la presidenta de la Confederaci¨®n.

La extensi¨®n de la enfermedad y sus causas, todav¨ªa desconocidas, hacen que afecte a personas de todo el espectro social. Pero son las familias de ingresos intermedios las que m¨¢s dif¨ªcil tienen acceder a los escasos servicios sociales espec¨ªficos, ya que no pueden pagar cuidadores privados, y quedan fuera de los baremos para recibir subvenciones, explic¨® Lorena ?lvarez, coordinadora del informe.

La enfermedad es no s¨®lo incapacitante para el enfermo. Tambi¨¦n lo es para las cuidadoras -el 95% son hijas, esposas o hermanas de los afectados-, explic¨® el geriatra del Hospital Cl¨ªnico de M¨¢laga Carlos de Linares. El m¨¦dico distingui¨® tres fases en la enfermedad. En la inicial aparecen los primeros trastornos afectivos, los olvidos de palabras y de objetos. Los pacientes todav¨ªa pueden manejarse solos, aunque tienen problemas de orientaci¨®n. Sufren incontinencia y trastornos de sue?o. Esta fase se pasa en casa o en hospitales de d¨ªa, cuestan unos 29.000 euros al a?o y suponen que las cuidadoras les dediquen unas ocho horas. El 35% de ellas abandona sus ocupaciones profesionales en esta fase, dijo De Linares.

En la segunda, los s¨ªntomas se agravan Hay que vestir, lavar y alimentar al enfermos. La comunicaci¨®n se hace casi imposible. Dura unos 2,7 a?os, y las cuidadoras necesitan 11 horas diarias para atender al paciente. Otro 16% abandona su trabajo para dedicarse al enfermo.

Por ¨²ltimo el afectado tiene que guardar cama. No habla ni conoce apenas y sufre incontinencia. Esta fase dura otros dos a?os, y requiere de una dedicaci¨®n de hasta 12 horas. Otro 32% de las cuidadoras principales -casi siempre una mujer- tiene que dejar su trabajo.

La Confederaci¨®n pide que el Alzheimer se considere, m¨¢s que una dolencia de mayores, una discapacidad, independientemente de la actividad de quien lo sufra. Con ello se evitar¨ªan diferencias en el acceso a los tratamientos entre quienes lo sufren siendo trabajadores, que pueden optar a una incapacidad laboral, y los jubilados. La secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Familia y Discapacidad, Amparo Valcarce, anunci¨® que estudiar¨¢ las demandas de los afectados para incluirlas en la ley de atenci¨®n a personas dependientes prevista para el primer semestre de 2005.