Victoria sin certezas

Venci¨® el Sevilla en su regreso a las competiciones europeas, pero con m¨¢s dudas de las que merece. Sali¨® el Sevilla peque?o, lastrado por las expectativas, encogido por un favoritismo all¨¢ donde compita que le obliga a cargar con el peso de los encuentros y de todo eso se aprovech¨® el Nacional para imponer su f¨²tbol recio -cuatro amonestados en la primera mitad-. Pero hubo peores noticias.

Baptista jug¨® ayer como lo hacen los seleccionados por Brasil en los partidos a los que les obligan los fabricantes de sus camisetas. En la primera mitad, se fue al suelo al m¨¢s m¨ªnimo roce con un contrario y no cubri¨® ni la mitad del terreno que sol¨ªa y que le hizo apetitoso para los clubes de toda Europa. Las bandas sevillistas est¨¢n ahora m¨¢s abiertas con llegada de Sales y Jesuli y el papel de media punta es a¨²n m¨¢s exigente en lo t¨¢ctico y en lo f¨ªsico, y el Sevilla no se puede permitir que el brasile?o se convierta en un jugador que s¨®lo espera a que llegue su jugada, la que repiten las televisiones y los agentes en los despachos de los clubes de post¨ªn. Fallo f¨ªsico o an¨ªmico -est¨¢ negociando la multiplicaci¨®n de su salario-, el juego de Baptista no aporta lo que sol¨ªa y obliga al equipo a redefinirse.

El Nacional le comi¨® el terreno a los de casa. Al principio a patada limpia y posteriormente ocupando el precioso terreno que dejaban sin ocupar los sevillistas entre sus alas, el doble pivote y el media punta.

Baptista marc¨® a placer tras un pase de Dar¨ªo Silva, pero la situaci¨®n no cambi¨®. El Nacional sigui¨® con m¨¢s fe que calidad y el descanso fue todo un alivio. Jesuli y Sales siguen sin aportar la ponzo?a que se esperaba y Joaqu¨ªn Caparr¨®s les quit¨® muy poco despu¨¦s del descanso.

El Sevilla se reconoci¨® y jug¨® mejor. Las buenas noticias las trajo Jes¨²s Navas. Con ganas de comerse el mundo, fint¨®, remat¨® desde fuera del ¨¢rea, puso buenos centros a los delanteros... La cantera remat¨® la faena con el gol de Sergio Ramos pero, entre cambio de actitudes y de dibujos, al Sevilla no le queda m¨¢s remedio que seguir trabajando.