El CNI investigaba a varios de los presuntos autores del 11-M
Cinco d¨ªas antes de los atentados, el centro alert¨® de la desaparici¨®n del argelino Lamari
No s¨®lo la polic¨ªa estaba tras los terroristas del 11-M. El pasado 6 de marzo, cinco d¨ªas antes del ataque, la unidad antiterrorista del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elabor¨® una nota interna en la que inform¨® de la desaparici¨®n del barrio madrile?o de Lavapi¨¦s del argelino Allekema Lamari y de cinco radicales de su grupo, seg¨²n se?alan fuentes del centro. Lamari es presumiblemente el s¨¦ptimo suicida sin identificar del comando terrorista.
Seg¨²n una nota del centro, Lamari habl¨® en noviembre de 2003 de un atentado en Espa?a
El argelino se esfum¨® del barrio de Lavapi¨¦s junto a otras cinco personas de su grupo
El CNI investigaba desde hac¨ªa a?os a varios de los presuntos autores e inductores de la matanza de Atocha, como Jamal Zougam, el empleado del locutorio Nuevo Siglo de la calle del Tribulete en Lavapi¨¦s, que fue visto en los trenes de Atocha por varios testigos; Amer el Azizi, el marroqu¨ª que escap¨® en noviembre de 2001 a una redada policial cuando captaba muyahidin para los campos terroristas de Afganist¨¢n, y Allekema Lamari, un ex militante del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA), un viejo conocido de la polic¨ªa y la justicia.
Lamari fue detenido en 1997 en Valencia y condenado a nueve a?os de prisi¨®n por dirigir una red del GIA argelino. El Tribunal Supremo rebaj¨® a 9 a?os la condena inicial de 14 a?os de prisi¨®n que le impuso la Audiencia Nacional. En 2002 qued¨® en libertad y desde entonces era vigilado por agentes del CNI. Pero, al igual que en el caso de la polic¨ªa, las vigilancias sobre estos y otros terroristas del 11-M fueron "intermitentes" y "espor¨¢dicas" por falta de medios y personal.
El mismo 11 de marzo, agentes del CNI vigilaban en Valencia a varios ex miembros del GIA y los fotografiaron un parque de la misma ciudad en la que a?os antes Lamari cre¨® una c¨¦lula de radicales islamistas a la que se le incautaron armas, propaganda y documentaci¨®n falsa.
La desaparici¨®n de Lamari y su grupo se consider¨® entonces de inter¨¦s porque los confidentes del CNI en Lavapi¨¦s aseguraron que hac¨ªa varias semanas que el radical argelino y su gente, entre ellos el joven atleta Abdelmajid Bouchar, uno de los huidos del piso de Legan¨¦s, se hab¨ªan esfumado. Bouchar pertenec¨ªa al Club de Atletismo Zarzaquemada y corr¨ªa pruebas de fondo.
Los principales terroristas del 11-M desaparecieron de sus domicilios y puestos de trabajo d¨ªas antes del ataque terrorista. Se instalaron en la finca de Chinch¨®n (Madrid) en la que se montaron las bombas y ultimaron la preparaci¨®n del atentado. La fuga de Lamari y de varios de sus hombres, de los que nada se sabe desde entonces, abona la sospecha de su presumible participaci¨®n en el 11-M.
El 16 de marzo, cinco d¨ªas despu¨¦s del ataque, el CNI elabor¨® un informe en el que responsabilizaba a Lamari de los atentados contra los trenes de Atocha y aseguraba que el argelino ten¨ªa "las suficientes dotes de liderazgo y grado de fanatismo" para dirigirlo. Los hombres del centro reclamaron como "urgente y prioritaria" su detenci¨®n. El jefe de la unidad antiterrorista del CNI comunic¨® por tel¨¦fono sus sospechas a Jes¨²s de la Morena, entonces comisario general de Informaci¨®n de la polic¨ªa, ya que el centro de inteligencia estuvo fuera de juego hasta el d¨ªa 15 de las reuniones que mantuvieron la polic¨ªa y la Guardia Civil.
Lamari cumpli¨® cinco a?os y medio de su condena en la prisi¨®n de A Lama (Pontevedra) y se traslad¨® a Tudela (Navarra), donde trabaj¨® en el campo y mantuvo contactos con varios significados radicales islamistas. Posteriormente, se estableci¨® en Madrid y se movi¨® por el barrio de Lavapi¨¦s en el mismo ambiente que Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino, y otros suicidas de Legan¨¦s. Entre sus amigos estaba Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, el sirio de 40 a?os procesado por el juez Baltasar Garz¨®n como presunto jefe de una c¨¦lula de Al Qaeda.
Desde la salida de Lamari de prisi¨®n, tanto el CNI como la polic¨ªa le sometieron a vigilancias espor¨¢dicas e investigaron su entorno. El 6 de noviembre de 2003 el CNI elabor¨® un informe en el que se aseguraba que en el mes de septiembre de ese mismo a?o Lamari coment¨® el plan de algunos "elementos argelinos que podr¨ªan cometer un atentado en Espa?a". Entre los posibles objetivos, Lamari cit¨® el incendio de un "gran objetivo" o un coche bomba guiado por un suicida. Este informe y el del 16 de marzo fueron facilitados por el CNI a la comisi¨®n de investigaci¨®n del 11-M y examinados en una sesi¨®n a puerta cerrada.
Las sospechas sobre la participaci¨®n de Lamari en el 11-M aumentaron cuando se hallaron dos huellas del pulgar de su mano izquierda de Lamari entre las 217 encontradas en el n¨²mero 40 de la calle de Carmen Mart¨ªn Gaite, de Legan¨¦s, donde el pasado 3 de abril se suicidaron siete terroristas y mataron a un agente de los GEO. La marca de Lamari apareci¨® en un libro de rezos cor¨¢nicos que le envi¨® por correo en 1998 a la prisi¨®n su amigo el sirio Safwan Sabagh, propietario de un asador de pollos en Valencia que fue detenido el pasado mes de agosto y puesto en libertad provisional.
El mismo ADN obtenido de los restos sin identificar en el piso de Legan¨¦s se localiz¨® en el coche Skoda Fabia, matr¨ªcula 3093 CKF, encontrado por la polic¨ªa el pasado 13 de junio en las cercan¨ªas de la estaci¨®n de ferrocarril de Alcal¨¢ de Henares. Este veh¨ªculo, junto a la furgoneta Renault Kangoo, lo utilizaron los terroristas para trasladarse desde la finca de Chinch¨®n (Madrid) hasta la estaci¨®n de la que partieron los cuatro trenes de la muerte. En el Skoda Fabia se encontr¨® un papel con el n¨²mero de tel¨¦fono m¨®vil del sirio Safwan Sabagh, y el fijo del asador de pollos que regenta en la avenida del Puerto de Valencia.
Los agentes del CNI estaban convencidos de la presunta participaci¨®n de Lamari en el 11-M y as¨ª los reflejaron en sus sucesivos informes. Por ese motivo solicitaron a la polic¨ªa de Valencia que detuviera al due?o de la poller¨ªa y a Abdelkhrim Begahadali, ex im¨¢n de Torrent, que fueron capturados semanas despu¨¦s del atentado y puestos en libertad. La aparici¨®n de sus huellas en dos libros que los terroristas guardaban en el piso donde fueron cercados por la polic¨ªa precipit¨® de nuevo su detenci¨®n. Ambos est¨¢n en libertad y han negado su relaci¨®n con el 11-M.
Aunque la c¨¦lula de ex miembros del GIA argelino que dirigi¨® Lamari en Valencia fue desarticulada por la polic¨ªa en 1997, los que lograron la libertad siguieron activos. En los informes elaborados por el CNI tras el 11-M figuran nombres de varias de las personas que en la primavera de 2001 mantuvieron contactos en esa ciudad con Essid Sami Ben Khemais, Saber, un tunecino de 35 a?os que dirig¨ªa en Mil¨¢n (Italia) una red de salafistas y preparaba un atentado en Europa. "No necesito un ej¨¦rcito, s¨®lo dos personas que extiendan el gas", dijo en una de las conversaciones que le intervino la polic¨ªa italiana. Nada m¨¢s regresar desde Valencia a Mil¨¢n fue detenido. Saber fue condenado como miembro de Al Qaeda por un tribunal italiano.
Una comisi¨®n rogatoria a Argel para obtener pruebas de ADN de los familiares de Lamari desvelar¨¢ el enigma.
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