El a?o de las demostraciones
El Gobierno andaluz quiere probar el cambio en las relaciones con Madrid y conseguir el 17% de las inversiones del Estado
El curso pol¨ªtico andaluz ha empezado con un clara voluntad por parte de todos los partidos de poner en pr¨¢ctica lo discutido en el frenes¨ª electoral del curso anterior (generales, auton¨®micas y europeas). Desde su mismo inicio, las propuestas de gran calado reformista se han ido amontonando en la agenda inmediata, s¨®lo interrumpida por la irrupci¨®n en tromba de la crisis de los astilleros y los incendios del verano. El Gobierno de Manuel Chaves, que ha tomado la iniciativa, quiere demostrar que es posible dialogar y avanzar en transparencia con mayor¨ªa absoluta y que la oposici¨®n puede ejercer su control al Ejecutivo sin trabas ni cortapisas. Tambi¨¦n pretende evidenciar que las relaciones con Madrid han cambiado de manera radical y que con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en la Moncloa Andaluc¨ªa sale beneficiada.
Chaves pretende que Andaluc¨ªa tenga un papel clave en el nuevo modelo de Estado
La oposici¨®n ha dirigido su foco hacia el pago en este ejercicio de la deuda hist¨®rica
Los populares, con el retorno de Javier Arenas, se esforzar¨¢n por visualizar todo lo contrario: que la mayor¨ªa absoluta del PSOE es un rodillo y, sobre todo, que el discurso de la Andaluc¨ªa maltratada por los gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, conocida con el sobrenombre de "la confrontaci¨®n", ha sido ¨²nicamente una h¨¢bil estrategia socialista de rentabilidad electoral contrastada. Las minor¨ªas de IU y PA se suben igualmente al carro de las demostraciones: los primeros quieren probar que son la aut¨¦ntica izquierda social y que su participaci¨®n en la vida pol¨ªtica no s¨®lo es necesaria, sino imprescindible. Los segundos, que socialistas y populares se comportan de manera id¨¦ntica con Andaluc¨ªa cuando alcanzan el Gobierno central.
La primera cita con esta carrera de verificaciones est¨¢ a la vuelta de la esquina. A finales de mes, el Gobierno de Zapatero debe presentar los Presupuestos Generales del Estado de 2005, en cuyas partidas tiene que quedar acreditada que la sinton¨ªa entre la Junta y el Estado se traduce tambi¨¦n en dinero contante y sonante. La petici¨®n de Chaves es que el nivel de inversiones en Andaluc¨ªa sea similar al peso de la poblaci¨®n de esta comunidad en el conjunto del pa¨ªs, que es de un 17,8%, pero restados los territorios de r¨¦gimen foral, el ¨ªndice baja al 17%. El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarr¨ªas, se muestra "confiado" en llegar a este porcentaje, y aprovecha para recordar que el techo alcanzado con los ejecutivos populares fue del 13,4%. Antes del verano, Madrid y Sevilla ya dieron dos golpes de efecto para hacer ver que no son lo mismo Zapatero y Aznar: el pago de 2.500 millones de euros en concepto de liquidaci¨®n presupuestaria del modelo de financiaci¨®n anterior -que, seg¨²n fuentes socialistas, no contar¨¢n para computar el 17% de las inversiones que reclaman- y el traspaso de la Cuenca Hidrogr¨¢fica del Sur, junto a otras transferencias.
En los pr¨®ximos d¨ªas la Comisi¨®n Mixta de Transferencias abordar¨¢ un paquete de ocho competencias, con la cogesti¨®n de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir como protagonista. Tambi¨¦n se producir¨¢ una reuni¨®n de la comisi¨®n bilateral de cooperaci¨®n para avanzar en la retirada de recursos judiciales cruzados entre ambas administraciones, y firmar un acuerdo para eliminar al menos la mitad. Los contenciosos se refieren a la financiaci¨®n auton¨®mica, el medio ambiente o el trabajo con las c¨¦lulas madre embrionarias.
En el bloque de las relaciones con el Gobierno central, la oposici¨®n ha dirigido su foco a la disposici¨®n adicional segunda del Estatuto, la llamada deuda hist¨®rica, que establece fondos excepcionales de financiaci¨®n para la nivelaci¨®n de los servicios b¨¢sicos. En los ¨²ltimos ocho a?os, Manuel Chaves se la ha exigido a los ejecutivos populares, y ha anunciado que volver¨¢ a hacerlo al Gobierno socialista, y que en los presupuestos andaluces incluir¨¢ los 120 millones de euros consignado por este concepto. No obstante, la discusi¨®n sobre la deuda trascender¨¢ a la aprobaci¨®n de los presupuestos generales de 2005, ya que la intenci¨®n de la Junta es que se trate en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera (CPFF) con el argumento de que se trata de un hecho diferencial andaluz.
Sin duda la figura estelar del curso pol¨ªtico andaluz es la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa. Tras dos a?os de debate abstracto, el cambio del texto ha tomado forma. En el ¨²ltimo tramo de 2003, Manuel Chaves present¨® un documento de base gen¨¦rico y los grupos pol¨ªticos han sellado el compromiso de impulsar los trabajos de la comisi¨®n parlamentaria de Desarrollo Estatutario para que al final del primer trimestre del a?o pr¨®ximo haya ya un borrador, aunque otros dirigentes hablan de un semestre.
El presidente de la Junta tiene un especial empe?o en que Andaluc¨ªa lidere las reformas de los estatutos que han abierto otras comunidades aut¨®nomas, y que su papel sea determinante en el debate de la reforma de la Constituci¨®n y del modelo de Estado.
Los grupos parlamentarios tienen tambi¨¦n sobre la mesa otras siete propuestas del presidente andaluz de impulso democr¨¢tico: un nuevo reglamento de la C¨¢mara auton¨®mica, la igualdad de representaci¨®n de hombres y mujeres en las listas electorales e instituciones, la lucha contra el transfuguismo, la creaci¨®n del Consejo Audiovisual, el c¨®digo de conducta para los altos cargos y las reformas de la Radio Televisi¨®n de Andaluc¨ªa y del Consejo Consultivo. Junto a estas medidas, el Gobierno andaluz ha sumado la sugerencia, que en su d¨ªa hizo el PP, de modificar tambi¨¦n la ley de Publicidad Institucional, de manera que se pueda saber las campa?as que contratan la Junta y las administraciones locales. En total, habr¨¢ que cambiar cinco leyes, y el reto es hacerlo antes de que se aprueben los presupuestos andaluces para darle cobertura econ¨®mica. La oposici¨®n quiere tocar otras leyes, como las de Hacienda y Funci¨®n P¨²blica.
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