El nuevo rumbo de las ONG
Una cooperante especializada en el mundo ¨¢rabe defiende que la ayuda al desarrollo debe estar en manos de profesionales
A Carmen Romero Mart¨ªnez (Minas del Castillo de las Guardas, Sevilla, 1970) el estudio del ¨¢rabe no s¨®lo le ha abierto caminos sino que le ha ido cambiando la vida. "Yo dir¨ªa m¨¢s", a?ade, "gracias al ¨¢rabe estoy trabajando en lo que me gusta". Hija de mineros, la menor de tres hermanos y estudiante de bachillerato y de la Universidad de Sevilla, asegura que "estudiar otras lenguas" siempre le atrajo. "Pero el ¨¢rabe, desde el principio, me entusiasm¨®", concluye. Y cuenta que en 1? y 2? de carrera, cursos en los que obtuvo matr¨ªcula, eran 6 o 7 alumnos por aula. "Era como asistir a una clase particular".
Luego vendr¨ªa un largo periplo por T¨²nez (donde asisti¨® a varios cursos de verano) y Siria, pa¨ªs en el que se qued¨® cuatro a?os. Fue lectora en la Universidad de Alepo, profesora en el Instituto Cervantes en Damasco y periodista en un programa de radio, en espa?ol, en el que elaboraba una gu¨ªa tur¨ªstica del pa¨ªs y un resumen de prensa local para los sirios que viv¨ªan en Am¨¦rica Latina. Pero "era un pa¨ªs muy encerrado en s¨ª mismo", recuerda, y se vino.
Corr¨ªan los ¨²ltimos a?os noventa y el empleo precario estaba en su apogeo. As¨ª que Carmen volvi¨® a emigrar; esta vez, a Casablanca y Rabat, con una beca del Instituto de Comercio Exterior. Estaba a punto, sin saberlo, de descubrir su verdadera vocaci¨®n. "S¨ª, la experiencia con el mundo de la empresa no me gust¨® mucho y, en cambio, comenc¨¦ a interesarme enseguida por la precariedad en la que viv¨ªa mucha gente".
Y as¨ª fue como esta trotamundos termin¨® en Codespa, una ONG que tiene en estos momentos en marcha 15 proyectos en Marruecos, cuya financiaci¨®n representa m¨¢s de 2,5 millones de euros. Carmen es la coordinadora de estos proyectos y con ella trabajan ocho personas espa?olas.
"Lo mejor de este trabajo es que haces una labor que llega a la gente. Se ven los resultados. Te sientes ¨²til", explica. ?Y lo peor? "Sin duda, la burocracia. Se nos piden demasiados papeles... cuando todo el mundo sabe que nuestro trabajo est¨¢ estrechamente vigilado por unos auditores".
Tampoco est¨¢ de acuerdo esta cooperante andaluza con la duplicidad de "embajadas", delegaciones, oficinas... "y hasta de ONG que, con frecuencia, repiten estudios e informes". "Creo que deber¨ªamos coordinarnos m¨¢s unos con otros", a?ade.
Sobre Marruecos, Carmen s¨®lo se atreve a decir "que est¨¢ cambiando poco a poco". Recuerda que la primera ONG que se estableci¨® en T¨¢nger data del a?o 1995.
De lo que no tiene duda es de que "hay que acabar con el boom de cooperaci¨®n y entreg¨¢rsela a los profesionales". Tampoco es correcto, entiende esta experta en el mundo ¨¢rabe, que se ofrezca como una forma de caridad. "Codespa siempre trabaja con una ONG marroqu¨ª. La cooperaci¨®n debe ejercerse entre iguales", resume.
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