Maneras de campe¨®n
El Bar?a confirma en el Calder¨®n todas las expectativas que hab¨ªa levantado ante un Atl¨¦tico ordenado y tenaz
El Bar?a confirm¨® en el Manzanares las cualidades que han merecido tantos elogios en el arranque de temporada. Equipo con escasos defectos, pag¨® un grave error de Edmilson, que cometi¨® una ingenuidad imprevista en un jugador experto y se supone que solvente. No en el medio campo, donde funcion¨® con una mediocridad que en el Bar?a resulta chillona. El equipo juega con tanta naturalidad que enseguida se nota cualquier ronch¨®n. El Atl¨¦tico aprovech¨® el fallo del jugador brasile?o, que no salt¨® a cabecear el pelotazo de Leo Franco, y la velocidad de Fernando Torres, perfecto en la definici¨®n de la jugada del empate. No hizo mucho m¨¢s el Atl¨¦tico, excepto resistir con tenacidad y cierto orden, encabezado por el fulgurante Perea, un central que se mueve como un rayo para corregir cualquier desperfecto a su alrededor. Pero equipo s¨®lo hubo uno, ¨¦ste Bar?a poderoso, inteligente, r¨¢pido y con un punto de agresividad que no ha sido habitual en su estilo.
ATL?TICO 1 - BARCELONA 1
Atl¨¦tico: Leo Franco; Velasco, Pablo Ib¨¢?ez, Perea, Sergi; Luccin, Colsa (Salva, m. 42); Jorge (Aguilera, m. 70), Ibagaza, Musampa (Marcelo Sosa, m. 46); y Fernando Torres.
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Belleti, Puyol, Oleguer (M¨¢rquez, m. 59), Van Bronckhorst; Edmilson; Deco, Xavi, Ronaldinho (Iniesta, m. 75); Giuly y Eto'o (Larsson, m.46).
Goles: 0-1. M. 22. Van Bronckhorst aprovecha un rechace dentro del ¨¢rea tras una jugada de Ronaldinho y marca con un fuerte disparo por alto. 1-1. M. 50: Torres, aprovecha una indecisi¨®n de la defensa del Barcelona y marca por alto.
Arbitro: Arturo Daud¨¦n Ib¨¢?ez. Amonest¨® a Colsa, Sergi, Pablo Ib¨¢?ez, Marcelo Sosa y Eto'o.
Unos 55.000 espectadores en Vicente Cader¨®n.
En las maneras del Bar?a se observan casi todas las condiciones que determinan la autoridad en el f¨²tbol. Para empezar tiene una vocaci¨®n protagonista. Juega con una preponderancia de futbolistas de ataque, con gente que se distingue por su creatividad, pero no una creatividad banal, sino abrumadora. Es el equipo de los pasadores. En el Bar?a se mueve la pelota con rapidez y criterio. Por momentos juega con paciencia, hasta alcanzar el momento cr¨ªtico de acelerar las acciones, y ah¨ª es la hora de Giuly o de Eto'o, todav¨ªa un poco perplejo por la asignatura que debe superar. Acostumbrado a sacar r¨¦dito de su gran velocidad, Eto'o se encuentra en la obligaci¨®n de forzar otros aspectos del juego que no tiene muy acreditados: la asociaci¨®n, el f¨²tbol al primer toque, la interpretaci¨®n del juego de Xavi, Deco, Ronaldinho o Iniesta, todos con una sorprendente capacidad para inventar.
Por eso resulta un tanto inapropiado Edmilson, al menos en la versi¨®n que ofreci¨® frente al Atl¨¦tico. Pareci¨® m¨¢s lento, m¨¢s torpe y con menos reflejos que el resto de jugadores azulgrana. Quiz¨¢ pag¨® la comparaci¨®n o quiz¨¢ sufri¨® los problemas del debutante en la Liga, aunque al brasile?o le sobra experiencia. Ha visto mucho mundo, ha ganado un Mundial, es capit¨¢n de la selecci¨®n brasile?a y conoce las caracter¨ªsticas del f¨²tbol europeo. Sin Cocu, Davids y Motta, los mediocampistas del Bar?a parecen un poco ligeros, pero Edmilson no dio la impresi¨®n de superar a Gerard, el jugador que le disputa la titularidad. En casi todos los dem¨¢s cap¨ªtulos, el Bar?a funcion¨® como un reloj. Jug¨® bien frente a un rival que reconoci¨® su inferioridad desde el primer momento y despleg¨® las armas que se esperaban. El Atl¨¦tico fue ¨¢spero y esencialmente defensivo, sin otro plan que explotar la clase de Fernando Torres en su duelo con Puyol. Se puede decir que lo gan¨®. Se impuso en la jugada del empate y le dio problemas siempre que recibi¨® la pelota. Fueron pocas veces, pero no pod¨ªa ser de otra manera. El Bar?a dispuso exhaustivamente de la pelota durante una hora. Al Atl¨¦tico no le qued¨® otro remedio que trabar, esperar y contragolpear. Juego no tuvo ni en la primera parte, ni en la segunda.
Torres apareci¨® en la punta del ataque, con Ibagaza por detr¨¢s. No hubo sociedad. El Atl¨¦tico no encontr¨® jam¨¢s a Ibagaza. No pod¨ªa hacerlo. Nunca manej¨® el bal¨®n. Luego Ferrando recurri¨® a la soluci¨®n prevista. Retir¨® a Colsa, coloc¨® a Salva junto a Torres y comenz¨® un juego directo que dio resultado en la jugada del empate. Fall¨® Edmilson, prolong¨® Salva, marc¨® Torres. De f¨²tbol, ni hablar. Esa parte correspondi¨® al Bar?a en el primer tiempo y en casi todo el segundo. El equipo es tan vers¨¢til que el protagonista del encuentro fue Van Bronckhorst, un antiguo interior izquierdo reconvertido como lateral. O no. Su papel en el juego de ataque fue tan importante que estuvo en la mayor¨ªa de los remates del primer tiempo. Marc¨® el tanto del Bar?a con un remate espectacular, el t¨ªpico martillazo que deja las gradas en silencio. Van Bronckhorst fue el magn¨ªfico corolario al juego del Bar?a en el primer tiempo. En la segunda parte, el equipo se sinti¨® sorprendido por la propuesta del Atl¨¦tico, que tir¨® del pelotazo y del choque para imponerse durante un ratito. Despu¨¦s del empate apareci¨® Xavi y se acab¨® cualquier intento del equipo local, obligado a defenderse en un constante estado de agitaci¨®n. Le salv¨® el imponente partido de Perea, destinado a convertirse en un h¨¦roe para la afici¨®n, al menos si juega como ayer. No es f¨¢cil, porque el hombre estuvo en todos los cortes y despejes. Y cuando no estuvo es porque no hab¨ªa remedio, porque no es f¨¢cil detener a Ronaldinho o a Xavi, imperial en la ¨²ltima media hora y autor de la jugada del partido, una obra maestra por el callej¨®n del diez, con un remate sutil que desvi¨® Sergi casi bajo la porter¨ªa. En esa jugada se resumi¨® la abrumadora superioridad del Bar?a y la tenacidad del Atl¨¦tico en un partido que confirma al favorito para el t¨ªtulo.
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