Familiares de discapacitados denuncian el cierre de los centros en agosto y la falta de alternativas en condiciones

Las 950 plazas con que cuentan los centros del Instituto Valenciano de Discapacitados (Invadis) cierran sus puertas durante el mes de agosto, de forma que las personas discapacitadas se quedan sin atenci¨®n especializada. El problema, seg¨²n se?alan los familiares que integran la Asociaci¨®n de Discapacitados Ps¨ªquicos de Valencia (Asprodis), no es s¨®lo que ¨²nicamente queden 60 plazas de guardia para todo el mes "y eso despu¨¦s de luchar mucho porque antes no se abr¨ªa ninguna", sino que las alternativas que ofrece la Consejer¨ªa de Bienestar Social, de quien depende el Ivadis, son insuficientes y no re¨²nen el m¨ªnimo de condiciones para atender a estos pacientes.

Juan Quevedo, presidente, y Joaqu¨ªn Vidal, vocal de la asociaci¨®n, se lamentan de que todos los veranos se plantee el mismo problema con la atenci¨®n a las personas con discapacidad ps¨ªquica que residen en estos centros. "En lugar de escalonar las vacaciones la consejer¨ªa prefiere cerrarlas", critican. La alternativa que se les ofrece desde Bienestar Social "es lo que ellos llaman campamentos de verano", apunta Vidal. Durante 15 d¨ªas, la consejer¨ªa subvenciona estancias en residencias de otras provincias valencianas o granjas escuela en las que, como los t¨¦cnicos est¨¢n de vacaciones, se acude a voluntarios para cuidar a los discapacitados -afectados de par¨¢lisis cerebral, autismo y diversos des¨®rdenes-.

Al margen de los problemas que se presentan en los centros que no est¨¢n adaptados a la movilidad reducida de estas personas, el principal obst¨¢culo que destaca esta asociaci¨®n es la falta de personal cualificado. "Respetamos much¨ªsimo el trabajo de los voluntarios, pero no es lo mismo", destaca Quevedo. Por un lado, se encargan de la medicaci¨®n de estas personas -algunos toman una decena de pastillas diarias, fundamentalmente sedantes y antiepil¨¦pticos- sin conocimientos farmacol¨®gicos. Pero adem¨¢s, no son capaces de ofrecerles la atenci¨®n especializada de fisioterapeutas, logopedas y del resto del personal que les atiendo habitualmente, por lo que "al volver a los centros los t¨¦cnicos se lamentan del retroceso que sufren en verano". Adem¨¢s, Bienestar Social subvenciona s¨®lo 15 d¨ªas en agosto, a un coste de 280 euros la quincena, por lo que para la segunda, las familias han de abonar 662 euros. Para la asociaci¨®n, la soluci¨®n pasar¨ªa por repartir las vacaciones de los profesionales, de forma que las vacantes fueran ocupadas por sustituciones o incluso voluntarios que siempre estar¨ªan supervisados por profesionales.

Bienestar Social sostiene que los especialistas de la consejer¨ªa entienden que es beneficioso el cambio de entorno que se produce durante agosto, por lo que recomiendan los campamentos en centros distintos en verano.