Ayer, El Ejido; hoy, Elche; ?ma?ana...?
Coincidiendo con la celebraci¨®n del F¨®rum de les Cultures 2004, he asistido aterrado y avergonzado a otro acto de explosi¨®n xen¨®fobo en la localidad de Elche; los conceptos de tolerancia, convivencia, di¨¢logo, diversidad y libertad se quemaron junto a los zapatos contenidos en las naves calcinadas.
El origen de la oposici¨®n del sector del calzado a la presencia de empresas chinas se debe a la "competencia desleal" que ¨¦stas realizan frente a las empresas "espa?olas" legalmente establecidas; parece ser que la venta fiscalmente opaca, la contrataci¨®n irregular y la sobreexplotaci¨®n de los trabajadores son inventos chinos...
Estos argumentos, provenientes de los representantes de un sector que forma parte del n¨²cleo de la econom¨ªa sumergida en Espa?a, me parecen de un cinismo aberrante, m¨¢s a¨²n si se conociese que las primeras empresas que comenzaron a importar productos fabricados en China por su bajo coste (suelas, hormas, hebillas, etc¨¦tera) para integrarlos en el proceso productivo de sus f¨¢bricas son los que actualmente encabezan la protesta.
Todo este conflicto no es m¨¢s que uno de los tantos efectos de la "globalizaci¨®n", una de cuyas consecuencias es la deslocalizaci¨®n de aquellas industrias que son intensivas en mano de obra. Los industriales de Elche saben que su subsistencia radica en la capacidad de innovaci¨®n, en el dise?o, en el desarrollo de una marca o en la especializaci¨®n.
Como residente en Espa?a desde hace 30 a?os, s¨¦ que lo sucedido en Elche es un hecho aislado y excepcional, pero no deja de ser alarmante que cuatro a?os despu¨¦s de los acontecimientos acaecidos en El Ejido se han reproducido las mismas deficiencias de entonces: pasividad de las fuerzas de seguridad para proteger la propiedad privada e integridad de las personas, incapacidad de las autoridades locales para desactivar un conflicto emergente y la absoluta indiferencia de las sucesivas administraciones p¨²blicas para abordar el problema de la inmigraci¨®n.
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