Estreno triunfal del Getafe

El Espanyol se derriti¨® ante un Getafe que tir¨® de un plan sencillo y acorde con su modesto plantel pero entusiasta y perfectamente interpretado. Fue un partido de vuelo raso y de juego primario. El Getafe empuj¨® lo justo para aislar a De la Pe?a y a Tamudo y para enredar al Espanyol, que se pas¨® la hora y media buscando soluciones y demostr¨® escas¨ªsimos recursos para romper las tres l¨ªneas de contenci¨®n que su rival dispuso de tres cuartos del campo hacia atr¨¢s, muy a la expectativa. No le acompa?aron al Espanyol las virtudes que se le suponen a todo un l¨ªder de Primera, condici¨®n que perdi¨® tan r¨¢pidamente como la conquist¨®, sin demostrar recursos ante un rival peque?o que le dobleg¨® asumiendo su inferioridad t¨¦cnica.

Con eso y poco m¨¢s tuvo suficiente el Getafe para obtener el primer triunfo de su historia en Primera Divisi¨®n. Le benefici¨® adem¨¢s un fallo garrafal de Ibarra, que puso el pie de mala manera cuando defend¨ªa el primer palo a la salida de una falta botada por Gallardo desde el flanco derecho. La torpeza en la acci¨®n del lateral argentino adelant¨® al Getafe nada m¨¢s empezar y le reafirm¨® en la tesis con la que le adoctrin¨® su t¨¦cnico Quique S¨¢nchez Flores. No les import¨® a los jugadores del Getafe colgar balones desde su defensa, fi¨¢ndose de la desenvoltura de Yordi y Pach¨®n en el juego a¨¦reo. Sorprendemente, a los defensas del Espanyol les cost¨® medir el despeje. De una forma tan r¨²stica, recurriendo a las faltas t¨¢cticas tantas veces como crey¨® oportuno y desde el primer minuto avis¨® el Getafe. Fue un bal¨®n a la olla que, ante la indolencia de Pochettino, remat¨® Yordi, que perdi¨® la excelente ocasi¨®n de tan flojo que le peg¨®.

De la Pe?a, atosigado constantemente por Rivas, Pach¨®n o quien pasara junto a ¨¦l, tuvo que retrasarse tanto que no alcanz¨® a conectar con Tamudo, de tan alejado como quedaba. El Getafe flot¨® a la defensa del Espanyol, que se acomod¨® muy atr¨¢s y fue incapaz de iniciar jugada, ni por cuenta propia ni enlazando con De la Pe?a ni con los interiores, Serrano y Maxi. Los tres estaban cazados por la tela de ara?a. Acus¨® el Espanyol la alergia ofensiva de sus laterales y la incapacidad de sus centrales para progresar con el bal¨®n a pesar de tener el camino expedito. El Getafe, con su elemental estrategia, anot¨® tantas ocasiones como el Espanyol. A un buen lanzamiento desde lejos de Maxi respondi¨® Yordi con un remate propiciado por un nuevo fallo de David Garc¨ªa en el despeje en un balonazo por alto y un centro de Gallardo, cuya rapidez y movilidad llev¨® por la calle de la amargura a los laterales del Espanyol.

Lotina adelant¨® la posici¨®n de De la Pe?a, dio entrada a Posse y Amavisca y retras¨® un tanto a ?scar Serrano. Quique S¨¢nchez retir¨® a Yordi y dej¨® s¨®lo en punta a Riki. Se acentu¨® el dominio territorial del Espanyol. De nada le sirvi¨®. Le falt¨® ritmo en su juego, capacidad de sorpresa y al final, hasta acierto en el remate. A¨²n y jugando mal, Tamudo y Posse fallaron dos ocasiones de oro. Sergio S¨¢nchez le detuvo un remate franco a Tamudo, que recibi¨® s¨®lo un centro al segundo palo de ?scar Serrano y, en el tiempo de prolongaci¨®n, Posse, casi en la raya de gol, envi¨® a las nubes otro centro desde la derecha de Maxi. El Getafe sum¨® sus tres primeros puntos en Primera. Lo consigui¨® en base a un plan elemental pero bien trabajado y desarrollado, que forz¨® errores constantes en su rival, un Espanyol que no hizo honor a su condici¨®n de l¨ªder.