Trichet rechaza las principales reformas del Pacto de Estabilidad que propone Almunia

Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), dijo ayer en la Euroc¨¢mara que no le gusta "la ortodoxia por la ortodoxia", pero su discurso sobre el Pacto de Estabilidad reflej¨® a uno de los dirigentes m¨¢s ortodoxos de la UE. No s¨®lo rechaz¨® las principales propuestas del comisario Joaqu¨ªn Almunia para reformar el Pacto, sino que ¨²nicamente acept¨® las que suponen m¨¢s vigilancia y control no ya sobre los incumplidores, sino sobre los potenciales incumplidores. Por otro lado, Trichet ve una "recuperaci¨®n gradual" de la econom¨ªa europea.

No obstante, Trichet reconoci¨® que existen riesgos en esa recuperaci¨®n. "Estamos perfectamente dispuestos a apoyar las modificaciones en la rama preventiva del Pacto, donde observamos muchas posibilidades; para la parte correctiva es muy importante que nos mantengamos con el ancla nominal del 3% [l¨ªmite actual para el d¨¦ficit p¨²blico] sin tocar el texto".

Con esa frase final resumi¨® Trichet el debate que ayer mantuvo en la Comisi¨®n de Asuntos Econ¨®micos de la Euroc¨¢mara, tras insistir una y otra vez en que no ve bien la reforma propuesta por Almunia. Para el presidente del BCE, "no hay necesidad de cambiar ni el Tratado ni el texto del Pacto". Tras ese principio general, Trichet descendi¨® al detalle. Almunia ha propuesto que las ¨¦pocas de estancamiento en un pa¨ªs sean consideradas "circunstancias excepcionales" y que, al aplicar las sanciones, se analice caso a caso el problema de cada pa¨ªs con recetas particulares. Respuesta de Trichet: "Las propuestas para introducir elementos espec¨ªficos para cada pa¨ªs no van a contribuir a la solidez y a la fortaleza de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria". "Necesitamos un trato justo e igualitario para todos, un marco claro y una convicci¨®n de que cada pa¨ªs tendr¨¢ un trato igual".

Para el presidente del BCE, tener en cuenta el estancamiento resulta "un concepto peligroso", como resultan "muy peligrosas" esas referencias a las circunstancias excepcionales. "A priori, no adoptar¨ªamos esa l¨ªnea". Por todo ello, la conclusi¨®n de Trichet a la hora de dulcificar o no la v¨ªa de las sanciones fue muy clara: "Quisi¨¦ramos que se mantuviera el sistema de sanciones sin modificaciones", dijo.

Es decir, mano dura porque "no hay motivo para cambiar el reglamento". En todo caso, s¨®lo para endurecerlo. Y es que, para el presidente del BCE, y en contra de los constantes augurios al respecto, "el Pacto no ha muerto" pese a que Francia y Alemania, sus principales incumplidores, lograron que el Consejo de la Uni¨®n dejara en suspenso hace un a?o las sanciones contra ellos.

Ayer, un nuevo jarro de agua fr¨ªa sobre las desequilibradas cuentas p¨²blicas en la eurozona: Eurostat, la oficina estad¨ªstica de la UE, ha comprobado que Grecia ha enviado desde hace a?os datos falsos y el pa¨ªs incumple el Pacto desde el a?o 2000.

Trichet no eludi¨® la pol¨¦mica sobre si es ¨¦l o el luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker, nominado para presidir el eurogrupo, quien debe ser llamado Mister Euro. Para el presidente del BCE, el apelativo le corresponde a ¨¦l por el siguiente argumento: "Yo soy el presidente del BCE y mi campo es la pol¨ªtica monetaria, mientras que el suyo es la combinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas, la colaboraci¨®n entre los ministros, el control del Pacto, el impulso a las reformas estructurales...".