Michel Foucault reaparece como autor teatral a los 20 a?os de morir

El Festival de Oto?o de Par¨ªs ha convertido a Michel Foucault en autor teatral. Es una nueva faceta del trabajo del pensador muerto hace 20 a?os, un personaje inclasificable que tan pronto era presentado como historiador como se convert¨ªa en fil¨®sofo, antrop¨®logo o psic¨®logo. "No me pregunt¨¦is qui¨¦n soy ni de seguir siendo el mismo", escribi¨® en las primeras p¨¢ginas de La arqueolog¨ªa del saber. Ahora el conjunto de su obra y una serie de entrevistas han servido para que Jean Jourdheuil lo convierta en material teatral en Michel Foucault, choses dites choses vues.

Para Jourdheuil la experiencia no es nueva porque textos de Spinoza, Montaigne, Rousseau o Lucrecio ya le inspiraron anteriores puestas en escena. Y no s¨®lo eso, pues tambi¨¦n trabaj¨® en el gui¨®n de un filme de Ren¨¦ Allio, hecho, precisamente, a partir de un estudio de Foucault sobre un parricidio en el siglo XIX.

Sin duda la transformaci¨®n de la obra de Foucault en una pieza teatral es la apuesta m¨¢s arriesgada de la conmemoraci¨®n de su muerte, pero no es la ¨²nica. El artista Thomas Hirschhorn, a principios de octubre, presentar¨¢ una obra bautizada como 24 h.Foucault en la que se le reivindica como creador y hombre libre. El m¨²sico Jean Barraqu¨¦ estrenar¨¢ el 27 de noviembre dos obras compuestas a partir de lecturas foucauldianas y en el Centro Pompidou, en la Universidad de Nanterre o en m¨¢s de una galer¨ªa se expondr¨¢n retratos de ¨¦l, con su inconfundible sonrisa de animal carnicero y contento, as¨ª como de algunos de los personajes que contaron en su vida. Queda, para principios de enero, un coloquio internacional en el Institut de Sciences Politiques que pretende discutir sobre "la validez de los ¨²tiles de Foucault para analizar la pol¨ªtica".

El fil¨®sofo polifac¨¦tico se sentir¨ªa muy sorprendido si viera que entre sus antiguos disc¨ªpulos est¨¢ la fil¨®sofa Blandine Kriegel, que publica ahora un Michel Foucault aujourd'hui en el que aparece descrito como "un Luchino Visconti de la prosa filos¨®fica". Kriegel es en la actualidad consejera personal del presidente Jacques Chirac.

Algunos de los textos mayores de Foucault son objeto de reedici¨®n, pero tambi¨¦n aparecen publicados sus cursos en el College de France de los a?os 1977-1978 y 1978-1979 dedicados al "nacimiento de la biopol¨ªtica". El tambi¨¦n fil¨®sofo Roger-Pol Droit publica cuatro largas entrevistas realizadas para la prensa diaria en 1975 en las que se abordan cuestiones de actualidad, mientras que la editorial Minuit reedita el Foucault de Gilles Deleuze que recoge parte de la aventura intelectual compartida por los dos personajes.

La dimensi¨®n estrictamente filos¨®fica de Foucault es abordada por Arnol Davidson y Fr¨¦deric Gros en Philosophie, mientras que Matthieu Potte-Bonneville se centra en dos obras -Historia de la locura y L'usage des plaisirs- para hablar de Michel Foucault. Lo hace comentando lo que considera "la inquietud de la historia", es decir, la tensi¨®n permanente entre el "positivista feliz" que se limita a constatar los hechos sin enjuiciarlos y la "bifurcaci¨®n personal" o, lo que es lo mismo, la esfera irreductiblemente personal, ya sea de la locura, la sexualidad o la creaci¨®n.

El autor imprescindible de El orden del discurso y Las palabras y las cosas, o del impresionante Vigilar y castigar, que siempre supo escapar a lo previsible, que empez¨® por historiar la locura a partir de tratados de brujer¨ªa, antiguos manuales de medicina o informes policiales en vez de especular a partir de los grandes textos cl¨¢sicos -de Erasmo a Descartes-, que se interes¨® por las mil formas de interiorizaci¨®n del poder -entre ellas la incapacidad de escapar a un presunto orden l¨®gico en la exposici¨®n del pensamiento- sigue despertando inter¨¦s y curiosidad porque puso en relaci¨®n saberes que viv¨ªan enclaustrados y cambi¨® nuestra perspectiva sobre el mundo y la condici¨®n misma del intelectual. Y es que con Foucualt el intelectual dej¨® de ser profeta de futuros radiantes o catacl¨ªsmicos para ayudar a interrogar al presente. Porque si algo supo hacer Michel Foucault fue plantear las buenas preguntas, esas que a¨²n hoy siguen sin respuesta.