El Camp Nou abraza al nuevo Bar?a
Los azulgrana, pese a las lesiones y a encajar el primer gol, doblegan al Zaragoza con un juego espl¨¦ndido y cuatro goles soberbios
El Bar?a se ha puesto guapo y la hinchada azulgrana bate las palmas, embobada como est¨¢ con sus jugadores en el inicio del curso, feliz por tener un equipo con tanto garbo y buen gusto por el f¨²tbol. Juega el Barcelona con una sonrisa en la boca, contento consigo mismo, inmunizado frente a las contrariedades, capaz de sobreponerse a los momentos de mayor apuro, como los que se le presentaron anoche en el Camp Nou.
Al cuarto de hora, el partido ten¨ªa un aspecto espantoso para el Bar?a v¨ªctima del mal fario que acostumbra a rondarle por la fiesta mayor, abatido por el Zaragoza, que jugaba favor de corriente pese a su tard¨ªa llegada al estadio por culpa del dichoso tr¨¢fico de cada d¨ªa, ya sea fiesta, laborable o vigilia de puente. V¨ªctor Mu?oz par¨® un equipo grueso por dentro, de fuerte espinazo, y liviano por fuera, con muy buenas alas.
BARCELONA 4 - ZARAGOZA 1
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Gabri (Belletti, m.9), M¨¢rquez, Puyol, Sylvinho (Van Bronckhorst, m.3); Xavi, Edmilson, Deco (Iniesta, m.73); Giuly, Ronaldinho y Eto'o.
Zaragoza: Luis Garc¨ªa; Cuartero, Alvaro, Milito, Toledo; Cani (Galleti, m.53), Movilla, Generelo (Ponzio, m.70), Savio; Drulic (Javi Moreno, m. 60) y Villa.
Goles: 0-1. M. 14. Villa recupera tras un error de Eto'o y, desde fuera del ¨¢rea, env¨ªa un ca?onazo que se cuela tras tocar la base del palo.
1-1. M. 25. Eto'o recibe de Deco, finta a Cuartero y Alvaro y, desde la frontal, env¨ªa un zapatazo a media altura y ajustado al primer palo.
2-1. M. 46. Eto'o remacha sobre la l¨ªnea de gol tras un medido centro de Ronaldinho.
3-1. M. 66. Trallazo a la escuadra de Xavi, desde fuera del ¨¢rea, tras recibir de Deco.
4-1. M. 78. Van Bronckhorst, por la izquierda, remata tras una asistencia de Ronaldinho.
?rbitro: Mejuto Gonz¨¢lez. Mostr¨® tarjeta amarilla a Toledo, Cani y Xavi.
Camp Nou. 74.600 espectadores.
Le interesaba al equipo ma?o parar al Bar?a en su l¨ªnea de elaboraci¨®n, dinamitar su sala de m¨¢quinas, y atacar a sus laterales, m¨¢s ofensivos que defensivos. Generelo y Movilla, dos especialistas, se juntaron en el doble pivote para estrechar el camino de acceso azulgrana a la porter¨ªa mientras Cani y Savio enfilaban las bandas con Villa apostado cerca del balc¨®n del ¨¢rea.
En un partido exigente, que demandaba oficio y concentraci¨®n, no hab¨ªa sitio para el joven Zapater, un futbolista exquisito que V¨ªctor cuida con mimo. Rijkaard, en cambio, sali¨® a la cancha con el plan previsto: rotan los laterales, Edmilson juega si Gerard no est¨¢ bien y Ronaldinho y Eto?o comienzan el partido para que Larsson e Iniesta lo acaben. Las intenciones del t¨¦cnico, sin embargo, se fueron al traste en un abrir y cerrar de ojos. Silvinho y Gabri cayeron doblegados, tal que les hubiera fulminado un rayo, y Eto'o habilit¨® a Villa para que rematara a Vald¨¦s con un zurdazo estremecedor por duro y certero.
Acelerado como juega, pendiente todav¨ªa de encontrar su rol en el equipo, Eto'o fue ayer inicialmente un problema para convertirse despu¨¦s en la soluci¨®n. El camerun¨¦s err¨® como volante en la defensa de la jugada atacada por Villa para redimirse despu¨¦s como delantero. Al rato, empat¨® Eto'o despu¨¦s de arrancar como un extremo izquierdo, habilitado por Deco, en una jugada de autor, en la que retrat¨® a los centrales que le flotaban confiados en que marrar¨ªa el remate, y al inicio de la segunda parte desequilibr¨® la contienda como un ariete. Al cambio de orientaci¨®n de Puyol, respondi¨® Ronaldinho con un control excelente desde la banda, como si fuera un 11, y su pase terminal lo mand¨® a la red Eto'o desde la boca de gol.
Optimista, animado por su punto dulce de juego, el Barcelona espant¨® el fatalismo con la determinaci¨®n propia de los equipos que juegan con confianza, sin reparar en las circunstancias ni tampoco en el adversario. Aun cuando el Zaragoza cerr¨® las piernas, bloqueando las combinaciones del rival en la l¨ªnea de tres cuartos, procurando siempre que el partido no tuviera ritmo, los azulgrana encontraron a menuda una salida a la pelota. Los cambios de orientaci¨®n de los centrales y el medio centro oxigenaron tanto el campo como la velocidad de Giuly por el flanco derecho o las permutas entre Eto'o y Ronaldinho por la banda izquierda, procurando siempre que el penalti fuera un punto de llegada y no de estancia para cualquiera de los puntas.
Puyol tuvo gran protagonismo en un escenario que le compromet¨ªa especialmente. El Zaragoza apret¨® tanto a los laterales como a M¨¢rquez y Edmilson, para que fuera el central quien saliera del ¨¢rea con la pelola, y Puyol no s¨®lo no se afloj¨® sino que templ¨® con el acierto propio de un libre a la antigua. El segundo gol azulgrana desmont¨® al Zaragoza mientras el Camp Nou se entregaba a un Bar?a que cada vez se agradaba m¨¢s, mejorado en cada jugada, jaleado por amigos y enemigos.
El tercer gol coron¨® no s¨®lo el f¨²tbol precioso de los azulgrana sino tambi¨¦n el excelente momento de Xavi. El volante agarr¨® un remate desde fuera del ¨¢rea que se col¨® por la escuadra. Una preciosidad a la que sigui¨® una intervenci¨®n majestuosa de Ronaldinho. El brasile?o progres¨® por el campo aragon¨¦s hasta eliminar a todos los rivales que se le cruzaban en su camino al gol. Vaciada la porter¨ªa, Ronaldinho err¨® el disparo, falto de precisi¨®n como est¨¢, sin la sensibilidad que requiere su tobillo, a¨²n lastimado. Fall¨®n como rematador, el mago azulgrana se exhibi¨® como pasador, porque Van Bronckhorst meti¨® el cuarto en una nueva maniobra excelente de Ronaldinho.
Al partido ¨²nicamente le falt¨® el gol de Ronaldinho para culminar la fiesta azulgrana, largamente aplaudida por el Zaragoza, que acab¨® entregado ante un rival imparable en ataque y serio en defensa. El Camp Nou viaja seguro con su equipo en el inicio del campeonato.
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