?Tierno y sentimental?

FERNANDO PESSOA defini¨® a los portugueses por comparaci¨®n con sus vecinos: "Los espa?oles son apasionados y fr¨ªos, mientras que los portugueses somos tiernos y sentimentales". Jos¨¦ Maria E?a de Queiroz, el escritor portugu¨¦s m¨¢s importante del XIX, defini¨® a sus contempor¨¢neos de modo parecido, pero sin entrar en comparaciones. En su obra maestra, Los Maia (1888), el amigo ¨ªntimo del protagonista se lamenta: "?Qu¨¦ hemos sido desde el colegio, desde el examen de lat¨ªn? Rom¨¢nticos: ni m¨¢s ni menos, individuos inferiores que se gu¨ªan en la vida por el sentimiento, no por la raz¨®n".

As¨ª denunciaba E?a de Queiroz los excesos del sentimentalismo rom¨¢ntico, una censura tan constante en su obra que puede considerarse una de sus se?as de identidad. No en vano, E?a fue el gran defensor del realismo en Portugal. Desde su famosa conferencia de 1871, el escritor atac¨® la doctrina parnasiana del arte por el arte, rechaz¨® la apoteosis de los sentimientos y el verbalismo hinchado, al tiempo que defend¨ªa el an¨¢lisis anat¨®mico de los caracteres, la cr¨ªtica de los hombres y la denuncia de los vicios sociales. En fin, E?a impuls¨® la nueva literatura, realista y racional, y fustig¨® los excesos de la vieja, rom¨¢ntica y sentimental, que todav¨ªa dominaban en las letras de su pa¨ªs.

Sus dos grandes fuentes de inspiraci¨®n fueron Flaubert y Cervantes. E?a de Queiroz admiraba profundamente a Stendhal, a Hugo, a Balzac y a Zola, pero sobre todo veneraba a Flaubert, y ten¨ªa a Madame Bovary por la mejor novela del XIX. De ah¨ª que en sus obras aparezcan tantos personajes como Emma Bovary, hombres y mujeres hist¨¦ricos, enloquecidos por la idea de que la ¨²nica justificaci¨®n de su existencia descansa en rendirse incondicionalmente a la voluntad de otra persona. Y enloquecidos, como Emma Bovary y como don Quijote, por la lectura.