Bahman Ghobadi cierra el concurso con una bella y demoledora pel¨ªcula del Kurdist¨¢n

Con Bomb¨®n. El perro, del argentino Carlos Sor¨ªn, y Las tortugas tambi¨¦n vuelan, del iran¨ª Bahman Ghobadi, concluyeron ayer las proyecciones de las 16 pel¨ªculas a concurso en la secci¨®n oficial, un final con sabor zool¨®gico en sus t¨ªtulos y calidad en sus propuestas.

Lo que comenz¨® brillantemente el pasado 17 de septiembre con el estreno mundial de Melinda y Melinda, acab¨® d¨¢ndole la raz¨®n al muy sabio Woody Allen, que no dud¨® en afirmar que "la vida es esencialmente triste", pues si el cine es, al menos parcialmente, un reflejo de la vida pocas pel¨ªculas dejan un poso de amargura m¨¢s intenso que la coproducci¨®n irano-iraqu¨ª Las tortugas tambi¨¦n vuelan.

Su guionista y director Bahman Ghobadi sit¨²a la acci¨®n en un peque?o pueblo del Kurdist¨¢n iraqu¨ª fonterizo con Ir¨¢n y Turqu¨ªa, que ve ampliada su poblaci¨®n con un campo de refugiados kurdos. Ni?os hu¨¦rfanos por la represi¨®n baazista, mutilados muchos por las minas antipersonas, ni?as violadas, ancianos que asumen el inflexible fundamentalismo religioso... un devastador panorama en los d¨ªas previos al ataque de Estados Unidos a Irak.

La Concha de Oro deber¨ªa elegirse entre 'Omagh', 'Las tortugas tambi¨¦n vuelan', 'Roma' y 'Horas de luz'

'Bomb¨®n' y Villegas ven pasar la vida desde la serenidad de quienes se saben dignos perdedores

"En mi pel¨ªcula", explica su realizador, "el trabajo de los ni?os consiste en encontrar minas antipersonas para despu¨¦s venderlas. Desde que se inventaron, Kurdist¨¢n ha sido y sigue siendo uno de los pa¨ªses m¨¢s afectados por ellas. Los fabricantes norteamericanos y europeos se las vendieron a dictadores como Sadam u otros que las sembraron por todo el pa¨ªs. Creo que llevar¨¢ mucho tiempo retirarlas. Cada d¨ªa, cada hora, hay personas inocentes que mueren o quedan mutiladas por ellas. Incluso hay familias en el Kurdist¨¢n que ponen el nombre de Mina a sus hijos reci¨¦n nacidos".

El filme concluye cuando comienza la invasi¨®n estadounidense, pero lo que semanas atr¨¢s era anhelado como una liberaci¨®n ahora es dolor y sufrimiento. Ghobadi, que ya hab¨ªa deslumbrado en 2000 a buena parte de la cr¨ªtica internacional con su Un tiempo para los caballos borrachos, presenta ahora una terrible historia de desoladora belleza sin apenas resquicios para la esperanza. As¨ª lo expresa su responsable: "Al terminar la pel¨ªcula, uno entiende que el pasado es amargo, que el presente es amargo y que el provenir s¨®lo depende de uno mismo. Los poderosos extranjeros no tienen intenci¨®n de crear un para¨ªso para nosotros".

El premiado en 2002 con Historias m¨ªnimas, Carlos Sor¨ªn present¨® Bomb¨®n. El perro, una coproducci¨®n argentino-espa?ola realizada con su ya casi tradicional estilo narrativo con actores no profesionales y una franciscana austeridad de medios. El filme narra una sencilla y tierna historia de una amistad entre un dogo argentino y un patag¨®nico sin trabajo. Bomb¨®n y Juan Villegas son almas gemelas que comparten desde la ausencia de la libido a una actitud estoica ante la vida y el inh¨®spito paisaje de la Patagonia.

Silenciosos, observadores, casi siempre amables y conscientes los dos de que el orden establecido no es justo ni sus fuerzas las suficientes como para tratar de cambiarlo, Bomb¨®n y Villegas son dos seres solitarios que ven pasar la vida desde la serenidad de quienes se saben dignos perdedores. Una destartalada camioneta les llevar¨¢ de un lugar a otro, de unas gentes a otras con las que vivir¨¢n alguna peque?a emoci¨®n y alguna moderada frustraci¨®n. Saben que est¨¢n en el pen¨²ltimo escal¨®n y lo aceptan. ?Sabidur¨ªa vital?, ?instinto de supervivencia?, ?depresi¨®n cr¨®nica?, quiz¨¢s un poco de todo. S¨®lo hay algo rotundo: el profundo amor entre un dogo argentino y un mec¨¢nico en paro de la Patagonia narrado con sencillez y sensibilidad.

La presencia de Jeff Bridges, el espl¨¦ndido El Nota de los Cohen, avisa de la entrega del tercer Premio Donostia y de la proyecci¨®n fuera de concurso de Una mujer dif¨ªcil, filme que clausura la 52? edici¨®n del festival donostiarra. Es el momento, pues, de se?alar los filmes m¨¢s destacados y los mejores int¨¦rpretes, fotograf¨ªa y gui¨®n a juicio de quien suscribe esta cr¨®nica. Dicho de otra manera: es el tiempo de las quinielas, ese perverso juego que con tanta frecuencia desestima lo probable para imponer la sorpresa.

La Concha de Oro a la mejor pel¨ªcula deber¨ªa elegirse entre Omagh, Las tortugas tambi¨¦n vuelan, Roma y Horas de luz. El premio de mejor director podr¨ªa adjudicarse a cualquiera de los cuatro responsables de los filmes citados: Peter Travis, Bahman Ghobadi, Adolfo Aristarain o Manolo Matj¨ª. Entre los actores destacaron Gerard McSorley (Omagh), Leonardo Ram¨ªrez (El cielito) y Alberto San Juan (Horas de luz). Sus¨² Pecoraro por su papel en el filme de Aristarain, Emma Su¨¢rez en el de Matj¨ª y Jasna Zalica en la producci¨®n serbia Sue?o de una noche de invierno podr¨ªan obtener el de mejor actriz. John Sayles deber¨ªa ganar el del mejor gui¨®n por Silver City y Li Ping Bin el de mejor fotograf¨ªa por Carta de una desconocida. Dicho lo cual, doctores tiene la Iglesia, jugadores las quinielas y jurado el Festival de San Sebasti¨¢n.