Rajoy dar¨¢ m¨¢s poder en el Comit¨¦ Ejecutivo Nacional a los dirigentes territoriales del PP

El Comit¨¦ Ejecutivo Nacional del PP, su direcci¨®n ampliada, dar¨¢ m¨¢s poder a los dirigentes territoriales. Lo har¨¢ por la v¨ªa m¨¢s sencilla. El pr¨®ximo fin de semana, cuando Mariano Rajoy pida al 15? Congreso de su partido que le vote como presidente, se presentar¨¢ con una lista de 35 personas para el Comit¨¦ Ejecutivo Nacional. Cuando el PP estaba en el Gobierno, esa lista iba plagada de ministros y altos cargos. Ahora el poder que mantiene el PP est¨¢ en las autonom¨ªas y en los ayuntamientos donde gobierna. Y como los presidentes auton¨®micos son miembros natos del Comit¨¦ Ejecutivo, el equilibrio de fuerzas se podr¨¢ medir en el n¨²mero de personas afines que logre situar cada bar¨®n, o baronesa, del PP.

La lista de 35 vocales que el 14? Congreso del PP eligi¨® para su Comit¨¦ Ejecutivo, en enero de 2002, inclu¨ªa a los entonces ministros, a quienes eran las presidentas del Congreso y el Senado, y a varios secretarios de Estado. Todo eso ahora no tiene sentido. Rajoy lo dijo ayer en una entrevista en Abc. "Hay que reflejar en la estructura del partido lo que somos: un partido con una fort¨ªsima representaci¨®n en muchas autonom¨ªas y en much¨ªsimos ayuntamientos". Lo har¨¢ "incorporando a personas que tienen una representaci¨®n en las comunidades" porque el PP "ahora es Gobierno en muchas autonom¨ªas" y ¨¦l no puede "ser ajeno a esa nueva realidad".

Tal como ha quedado la estructura del PP con la reforma de Estatutos promovida por Rajoy, hay dos formas de dar m¨¢s poder a los barones territoriales. La primera, nombrar varios vicesecretarios que sean tambi¨¦n l¨ªderes territoriales, ha sido expl¨ªcitamente rechazada por Rajoy. "Lo que yo no voy a hacer es promover una Ejecutiva en la que tenga que dar la palabra al vicepresidente s¨¦ptimo, como lleg¨® a ocurrir en Alianza Popular", coment¨® en rueda de prensa antes del verano. Adem¨¢s, ha dejado las vicesecretar¨ªas s¨®lo como una opci¨®n de futuro.

Presidentes auton¨®micos

La opci¨®n de Rajoy, seg¨²n fuentes del PP, consiste en incorporar a esa lista de 35 a dirigentes regionales de segundo nivel que tengan el respaldo de sus l¨ªderes territoriales. No a los presidentes de las autonom¨ªas gobernadas por el PP, pues ya son miembros natos de su Comit¨¦ Ejecutivo, como tambi¨¦n lo son los presidentes regionales de ese partido. Ambos cargos coinciden en la misma persona donde gobierna el PP a excepci¨®n de Madrid, pues Esperanza Aguirre no es presidenta del PP madrile?o.

Los alcaldes del PP no son miembros natos del Comit¨¦ Ejecutivo. Los de las grandes ciudades lo son de la Junta Directiva Nacional, que agrupa a casi 500 personas. Por tanto, Rajoy tambi¨¦n puede incorporar a algunos alcaldes entre esos 35 vocales.

La direcci¨®n diaria del PP, en todo caso, no se dirime en el Comit¨¦ Ejecutivo sino en el m¨¢s reducido nuevo Comit¨¦ de Direcci¨®n. Lo formar¨¢n el presidente (Rajoy), el secretario general (?ngel Acebes), los tres portavoces parlamentarios (Eduardo Zaplana, P¨ªo Garc¨ªa Escudero y Jaime Mayor), seis nuevos secretarios ejecutivos y, si le ratifica en el cargo, el adjunto al presidente (Carlos Aragon¨¦s).

Los Estatutos del PP s¨®lo exigen que el secretario general sea uno de esos 35 vocales elegidos por el Congreso, y los portavoces parlamentarios son miembros natos de la Ejecutiva popular. Es decir, te¨®ricamente, Rajoy podr¨ªa proponer a 34 dirigentes regionales. No ser¨¢ as¨ª porque ¨¦l ha dicho que en esos 35 vocales ir¨¢n tambi¨¦n los secretarios ejecutivos como futuros miembros del Comit¨¦ de Direcci¨®n. Los puestos a repartir entre los barones son, pues, un m¨¢ximo de 27.

Tras ser elegido, lo que ocurrir¨¢ el s¨¢bado por la noche, Rajoy puede designar libremente y sin votaci¨®n a un m¨¢ximo de otros cinco vocales.

Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en su primera etapa como presidente del PP, utiliz¨® ese colch¨®n para incorporar a la Ejecutiva popular a Carlos Aragon¨¦s y a Miguel ?ngel Cort¨¦s. Se trajo a ambos de su etapa en Castilla y Le¨®n y, seg¨²n fuentes del PP, utiliz¨® esa designaci¨®n para decirle a sus correligionarios que los dos eran personas de su confianza aunque tuvieran escaso peso en el aparato. En el ¨²ltimo Congreso popular, Aznar utiliz¨® esos nombramientos de libre designaci¨®n para incorporar a la Ejecutiva a Adolfo Su¨¢rez Illana el mismo d¨ªa en que le daba el carn¨¦.

Ahora tambi¨¦n es previsible que Rajoy designe a personas sobre las que quiera dar un mensaje especial. Podr¨ªa ser el sistema para incorporar a la Ejecutiva al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz- Gallard¨®n. Y ser¨¢ utilizado para fichar para la Ejecutiva a un representante de los 24.000 nuevos militantes que se han apuntado al PP desde su derrota el 14-M.

Las enmiendas

Antes del baile de nombres, que Rajoy anunciar¨¢ el s¨¢bado por la noche, el debate en el 15? Congreso del PP, que organiza Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila como coordinador de Comunicaci¨®n, se concentrar¨¢ en las enmiendas a las cuatro ponencias. Se han presentado m¨¢s de mil y, desde la noche del viernes, los ocho ponentes negocian con sus enmendantes la mayor parte de ellas. Con una transacci¨®n se solucionar¨¢, previsiblemente, el asunto m¨¢s pol¨¦mico: la supresi¨®n de la referencia al "humanismo cristiano" y su sustituci¨®n por el "humanismo de tradici¨®n occidental".

Pero no parece posible el acuerdo sobre una enmienda presentada por el PP de Madrid para avanzar en la paridad en los cargos populares. La enmienda pide que en el pre¨¢mbulo de los Estatutos se incluya la siguiente recomendaci¨®n: "Se incorporar¨¢ progresivamente un mayor n¨²mero de mujeres en todos los ¨®rganos de direcci¨®n del partido". Pero la direcci¨®n del PP replica que ese partido "siempre ha estado en contra de las cuotas". El enmendante argumenta que "no pide cuotas sino una declaraci¨®n de intenciones que permita vender lo que el PP ya est¨¢ haciendo". Tiene pocas posibilidades de ¨¦xito pues, a esa cuesti¨®n, Rajoy suele contestar que ¨¦l no quiere que le limiten nombrar, si es lo m¨¢s conveniente, al 60%, 80% o 100% de mujeres. Aunque eso, de momento, no ha ocurrido nunca.