La ley del toro
El toro, no el medio toro de las figuras ni el toro de pitimin¨ª que se cae tras un suspiro. El toro con todos sus matices, con su insuperable belleza, con ese poder que le hace vender cara su piel y pone la emoci¨®n en los tendidos, es el que sali¨® ayer en Logro?o. Sali¨® e impuso su ley. La corrida de Cebada Gago fue un aut¨¦ntico muestrario de pelajes. Por ejemplo, el peligroso negro salpicado que abri¨® el festejo; el encastad¨ªsimo chorreado, verdugo de L¨®pez Chaves, o el altivo ensabanado, mosqueado y capirote que le toc¨® a Javier Valverde.
Excepto el segundo, que meti¨® los ri?ones con poder y fijeza y que en la muleta desarroll¨® una extraordinaria nobleza acompa?ada de la tensi¨®n que provocaron sus incansables embestidas, el resto de la corrida fue dif¨ªcil y complicada, salvo el tercero, que tambi¨¦n se desplaz¨® con cierta clase por ambos pitones.
Cebada / Fundi, L¨®pez, Valverde
Toros de Cebada Gago, bien presentados, mansos, encastados y con poder. El Fundi: silencio en ambos. L¨®pez Chaves: oreja y silencio tras aviso. Javier Valverde: saludos y silencio. Plaza de La Ribera. 26 de septiembre. Sexta y ¨²ltima corrida de feria. Algo menos de tres cuartos de entrada.
El Fundi se encontr¨® con el peor lote. El que abri¨® plaza no consinti¨® ni un muletazo. Ya en banderillas dej¨® claro su poder y sus aviesas intenciones porque se le vino varias veces al matador como un aut¨¦ntico misil, desparramando la vista y apretando con sa?a hacia las tablas. El diestro madrile?o se defendi¨® como pudo de este singular anaquel cargado de ga?afones y derrotes y lo pasaport¨® por arriba. Su segundo tambi¨¦n fue complicado y lo peor de todo es que ni sac¨® la mano izquierda para demostrarlo.
Los momentos m¨¢s intensos de la emotiva tarde llegaron gracias a la disposici¨®n de Domingo L¨®pez Chaves, que estuvo torero y se la jug¨® a carta cabal con el chorreado al que le cort¨® la oreja. El toro, de gran poder y encastada nobleza, no consent¨ªa distracciones ni dudas. Empez¨® con la muleta en la mano izquierda y fue capaz de ligar seis naturales con el de pecho sin enmendarse. La faena no le sali¨® maciza ni redonda, pero el diestro salmantino aprob¨® con nota porque hab¨ªa que ser un torero para estar ah¨ª y ser capaz, tras un desarme, de no venirse abajo, cogerla otra vez y sacar tres preciosos naturales de trazo limpio y sobrecogedor temple. Se tir¨® a ley y el esfuerzo fue recompensado por una premio que si no le vale es porque este mundo de la tauromaquia se ha convertido definitivamente en un mercado con la sensibilidad del Dow Jones o el ¨ªndice Nikei. Con el que se despidi¨® de Logro?o volvi¨® a demostrar su valor y su recia torer¨ªa.
Javier Valverde tuvo otro buen Cebada con el que no se termin¨® de acoplar, sobre todo por el pit¨®n izquierdo, donde fue desarbolado. Por la derecha encontr¨® m¨¢s ligaz¨®n pero la expresividad de la faena se fue diluyendo, igual que en el ¨²ltimo de la tarde, un poderoso casta?o albardado, que a pesar de que fue ovacionado de salida por su estampa, acab¨® desarrollando peligro.
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