El derribo de Can Tunis redibuja el mapa de la droga en Barcelona
Los toxic¨®manos se dispersan por Ciutat Vella y Nou Barris
La demolici¨®n del poblado de Can Tunis ha dispersado a los drogodependientes por varios puntos del ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Los primeros pron¨®sticos apuntaban a La Mina como albergue de la drogadicci¨®n; sin embargo, en los ¨²ltimos meses se han visto cientos de toxic¨®manos deambulando por Ciutat Vella y Nou Barris, los dos distritos donde se ha reactivado el mercado de la droga tras el derribo. Ayer por la tarde unas 500 personas se manifestaron en Nou Barris en protesta por el aumento del tr¨¢fico de drogas.
La desaparici¨®n de los servicios sociales y sanitarios que se ofrec¨ªan a los consumidores de drogas en Can Tunis fue denunciada por una veintena de asociaciones en un manifiesto el pasado julio. Los drogadictos dispon¨ªan de un programa que inclu¨ªa intercambio de jeringas, salas de consumo higi¨¦nico y centros de tratamiento sin listas de espera, que no han sido reubicados tras el derribo de uno de los mayores supermercados de la droga de Europa.
Manuel Campillo, miembro del ¨¢rea de Bienestar y Salud del Ayuntamiento, afirma que "el consistorio y la Generalitat est¨¢n trabajando de manera conjunta y se est¨¢ haciendo un seguimiento de las personas. Todos los servicios sociosanitarios est¨¢n avisados para que los drogadictos sean tratados con celeridad". Campillo, que no quiso hacer declaraciones sobre la paralizaci¨®n de los programas sanitarios, prefiri¨® no se?alar las principales zonas afectadas.
Mientras tanto, m¨¢s de un centenar de toxic¨®manos sin techo acampan en el Raval, principalmente por los alrededores del centro de atenci¨®n primaria (CAP) de Drassanes, el hospital Perecamps y la calle del Om. La nueva oleada de drogadictos ha desencadenado continuas quejas de vecinos, comerciantes y del personal sanitario que los asiste.
A ra¨ªz de la demolici¨®n, algunas familias de Can Tunis han ocupado tambi¨¦n dos bloques de las Viviendas del Gobernador de Verdum, en Nou Barris, que quedaron vac¨ªas el pasado verano. As¨ª lo afirma el director de la oficina de la Generalitat en Verdum que gestiona estas viviendas, Carlos Blasco. "Han aumentado el tr¨¢fico y el consumo de droga. Los traficantes de aqu¨ª se quejan de que han perdido su cuota de mercado", explica Blasco.
El presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos del barrio de Porta, en Nou Barris, Laurio Perdiguero, asegura que desde el verano el n¨²mero de toxic¨®manos que frecuentan la zona ha pasado de 400 anuales a unos 6.000 al mes por la expulsi¨®n de los habitantes de Can Tunis. Perdiguero se?ala las calles de Rossell¨®-P¨°rcel, Andreu Nin y Pintor Alzamora como las ¨¢reas m¨¢s conflictivas. En Nou Barris hay un programa de reducci¨®n de riesgos que funciona "bajo m¨ªnimos" y un equipo de calle que recoge jeringas, seg¨²n explica Enrique Ilundain, un enfermero veterano que atend¨ªa a los toxic¨®manos en Can Tunis y que ahora trabaja en el CAP de Drassanes.
El poblado ya es historia
Entre las ruinas de Can Tunis a¨²n queda un autocar de la Asociaci¨®n de Bienestar y Desarrollo, que atiende a menos de una decena de toxic¨®manos al d¨ªa, algunas prostitutas y unos cuantos punteros (vendedores de peque?as dosis de droga). Debido a la poca afluencia de toxic¨®manos, los trabajadores han decidido repartir las jeringuillas por otras zonas. Ilundain recuerda que el poblado concentraba el 70% del programa de intercambios de jeringuillas en toda Catalu?a. All¨ª dispensaban 2.500 unidades diarias. "La soluci¨®n consistir¨ªa en focalizar las zonas m¨¢s conflictivas y ampliar el n¨²mero de equipos sanitarios m¨®viles y permanentes", dice.
Pese a que la anterior situaci¨®n no era la ideal, el cambio de proveedores por parte de los toxic¨®manos y el hecho de que se inyecten m¨¢s cantidad de hero¨ªna y m¨¢s r¨¢pidamente (debido a que las zonas que frecuentan est¨¢n vigiladas por la Guardia Urbana) han producido un aumento de muertes por sobredosis.
El personal social y sanitario reclama m¨¢s centros con una amplia cobertura horaria que sirvan de referencia a los toxic¨®manos en el Raval y en Ciutat Vella.
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