Un dilema en las alturas

La Federaci¨®n Espa?ola de Tenis anunciar¨¢ hoy la ciudad elegida para la final de la Copa Davis, que se disputar¨¢ del 3 al 5 de diciembre entre Espa?a y Estados Unidos. Agust¨ª Pujol, su presidente, se neg¨® ayer a desvelar el secreto, pero insisti¨® en que su decisi¨®n se ha basado en los criterios de los jugadores y los capitanes del equipo nacional y descart¨® cualquier implicaci¨®n pol¨ªtica o electoral. El deseo de aqu¨¦llos es no jugar en altura. As¨ª, Madrid, a 700 metros sobre el nivel del mar, quedar¨ªa pr¨¢cticamente descartada. La elecci¨®n parece que recaer¨¢ en el estadio de La Cartuja de Sevilla, que , con ciertas adecuaciones, podr¨ªa cubrirse y recibir alrededor de 20.000 espectadores.

Los motivos fundamentales de la elecci¨®n responden a criterios t¨¦cnicos. Ninguno de los tenistas que ganaron en Alicante a Francia quiere jugar en altura -seg¨²n aumenta ¨¦sta la resistencia aerodin¨¢mica de la bola es menor- contra Estados Unidos porque, tanto Andy Roddick como Mardy Fish y los hermanos Bryan, los doblistas, son excelentes sacadores y pegadores. Roddick consigui¨® conectar un saque a 249 kil¨®metros por hora el pasado fin de semana en la ciudad estadounidense de Charleston, estableciendo de paso un nuevo r¨¦cord de velocidad. Y los espa?oles quieren paliar en lo posible los efectos de este saque evitando la altura, ralentizando la pista de tierra batida y buscando las bolas m¨¢s adecuadas.

?Cu¨¢l es la influencia de la altura en el tenis? "Existe, es evidente", asegura Joaqu¨ªn Torrebella, ingeniero aerona¨²tico; "la bola corre m¨¢s. Si Roddick lanza a 249 kil¨®metros por hora en Barcelona, el mismo saque en Madrid ir¨ªa a 252. La presi¨®n es menor y eso se demuestra incluso en la aviaci¨®n. Un aterrizaje en Madrid es unos cuatro kil¨®metros m¨¢s r¨¢pido que en Barcelona con las mismas coordenadas de navegaci¨®n. Se trata simplemente de una cuesti¨®n f¨ªsica: a m¨¢s altura, menor presi¨®n. Si hay calefacci¨®n, a¨²n disminuye m¨¢s, y eso afecta a la velocidad de la bola, que puede ser de tres o cuatro kil¨®metros por hora mayor".

?Esa diferencia se puede igualar ralentizando la pista y buscando las bolas adecuadas? Andreu Puigserver, el constructor de la pista en la que Espa?a gan¨® la Davis en 2000, en el Palau Sant Jordi de Barcelona, y la de Alicante, opina que no: "Lo que puede conseguirse, con una buena combinaci¨®n entre la compactaci¨®n y la capa m¨¢s superficial, la de polvo de ladrillo y tierra vegetal -la que se ve, con 3 o 4 mil¨ªmetros de espesor- es frenar el impacto de la bola del saque en el suelo, pero no la velocidad. Por tanto, en altura, siempre llegar¨¢ antes al rival, porque ir¨¢ m¨¢s r¨¢pida que a nivel del mar".

La repercusi¨®n que puede tener el tipo de bola -a¨²n no se ha elegido- es tambi¨¦n importante. "Las especificaciones para las bolas dan poco margen", explica Frederic Guallar, responsable de Dunlop en Espa?a; "todas deben tener las mismas dimensiones, pesar lo mismo y botar a la misma altura lanzadas desde un punto determinado. As¨ª que lo que marca las diferencias es la presi¨®n interior y la calidad de los materiales con que se construyen. Hay bolas m¨¢s pesadas y lentas y otras m¨¢s ligeras. Y es evidente que, seg¨²n la bola, el juego es m¨¢s o menos r¨¢pido.Pero ello no disminuye la influencia de la altura: la misma bola tendr¨¢ menos roce y, por tanto, ser¨¢ m¨¢s veloz en altura".

En el circuito europeo se disputan torneos a mucha altura. Los de Kitzb¨¹hel (Austria) y Gstaad (Suiza), al pie de dos estaciones invernales, los han ganado espa?oles como ?lex Corretja, Albert Costa, Sergi Bruguera, F¨¦lix Mantilla, Emilio S¨¢nchez o Manuel Orantes. "Est¨¢ claro que en altura se juega distinto", dice Orantes, campe¨®n del Open de Estados Unidos en 1976 y ex capit¨¢n espa?ol de Copa Davis. El m¨ªtico tenista granadino descubre los secretos del tenis seg¨²n aumentan los metros, a la vez que resta importancia al ¨²ltimo factor estrat¨¦gico tenido en cuenta por el G3, el grupo t¨¦cnico formado por Josep Perlas, Juan Avenda?o y Jordi Arrese. "Hay menos presi¨®n y la bola flota m¨¢s, es m¨¢s r¨¢pida y bota m¨¢s. Pero es una cuesti¨®n de adaptaci¨®n que afecta m¨¢s a los jugadores con golpes planos o de mucha precisi¨®n que a los liftadores. Roddick lograr¨ªa los mismos aces en Madrid que en Sevilla. Para m¨ª no es un factor decisivo: Juan Carlos Ferrero gan¨® el a?o pasado el Masters Series de Madrid. Pero es evidente que si los jugadores prefieren jugar a nivel del mar es porque deben sentirse m¨¢s c¨®modos".