S¨®lo la gente
Me hablaban hace unos d¨ªas de un sketch en Vaya semanita de ETB-2 que parodiaba la ininterrumpida presencia del PNV en el Gobierno. M¨¢s o menos, pues ni lo vi ni me lo detallaron, la cosa iba as¨ª. Gobierno de Espa?a: 1976, actor con traje; 1982, mismo actor con chaqueta de pana; 1996, personaje con gomina; 2004, pelo suelto y actor descorbatado. Gobierno de Euskadi: plano tras plano, a?o tras a?o, actor con jersey a la espalda y nudo en pecho. Al final, ¨¦l mismo hac¨ªa un gesto de suficiencia y asombro. Parodias aparte -muy bien tra¨ªda por lo dem¨¢s-, la falta de relevo en los gobiernos de sistemas parlamentarios genera a medio plazo, si no el derrumbe de la democracia (estamos en Espa?a y en Europa), s¨ª su encanallamiento. La democracia es como la naturaleza: o se regenera o degenera. La cultura democr¨¢tica necesita ser alimentada sin cesar. En sus usos, desde luego. Pero, especialmente, en sus piezas clave.
Una de ellas es, por esencia, su sistema normativo b¨¢sico. No es cosa de manosearlo mucho. Pero no es mala idea que cada veinte o treinta a?os se abra un debate p¨²blico a partir de un grupo de l¨ªderes pol¨ªticos, expertos constitucionalistas y ciudadanos informados que eval¨²e el estado de cosas. M¨¢xime cuando aqu¨ª venimos de una Transici¨®n dif¨ªcil y avanzamos hacia una Uni¨®n Europea cada vez m¨¢s compleja. En ello se est¨¢ con la Constituci¨®n de 1978. Notar¨¢n ustedes que se percibe hasta un discreto optimismo en la vida p¨²blica; las aguas se renuevan, existe la sensaci¨®n de que es posible el debate, rectificar viejos errores, eliminar irritantes obst¨¢culos, incorporar nuevos instrumentos.
Llevaba raz¨®n Ibarretxe cuando propuso una posible actualizaci¨®n del Estatuto ("ya son veinte a?os..."); y nos equivoc¨¢bamos quienes entonces mantuvimos un gesto rigorista. Otra cosa es lo que luego ha hecho; parece que tuviera de asesor al llorado Herg¨¦ y quisiera hacer del nuestro un pa¨ªs de aqu¨¦llos que visitaba Tint¨ªn. Pero eso es cosa ya manoseada. Ahora los socialistas se han puesto a la tarea. Veremos lo que da de s¨ª.
Otra pieza clave para la salud de una democracia es la alternancia en el gobierno. Hasta el punto que, puestos a decir una boutade, Ibarretxe, tan entregado ¨¦l al pa¨ªs "desde que se levanta", debiera hacer tongo y dejarse ganar por el bien de ¨¦ste. Veinticinco a?os, desde su fundaci¨®n, en el gobierno, genera lazos de clientela, corrupciones varias, esclerosis m¨²ltiple y marionetas como presidentes de Parlamento (Atutxa, qui¨¦n te ha visto y qui¨¦n te ve). Naturalmente, descartado el tongo, ¨¦sa es la tarea de una oposici¨®n solvente.
O¨ªa hace unos d¨ªas que el relevo no se producir¨ªa hasta que dej¨¢ramos de sentir a nuestro alrededor el hedor a sangre y suciedad. Seg¨²n esta idea, el PNV lo iba a capitalizar. Y eso, como dir¨ªa Diderot, est¨¢ escrito all¨ª arriba. La inmunda pezu?a lo condicionaba todo. Creo que se trata de una idea equivocada.He hecho n¨²meros, que no repetir¨¦ aqu¨ª. Pero s¨ª me interesa hablar de los nichos en los que, a mi modo de ver, debe empe?arse una oposici¨®n ambiciosa (y aquellos otros que est¨¢n ya trillados). Por descontado, un peque?o sector nacionalista descorazonado. Tambi¨¦n, grupos de izquierda que votaron Madrazo sin conocerle. Ahora saben de su pol¨ªtica de vivienda o sobre lo hecho con las v¨ªctimas de la guerra. Y, sobre todo, conocen al personaje.
Pero, donde se encuentra el gran nicho de voto es en la gente corriente (donde, por cierto, recolecta muchos votos Ibarretxe). Quien quiera que aspire a gobernar, debe olvidarse de plataformas de notables y famosos (¨¦stos est¨¢n m¨¢s que trabajados y posicionados) y dirigirse a la gente: al aldeano, a la cajera de Sabeco, al director de una sucursal de banco. A quienes tienen que llegar a fin de mes o so?ar con unas estupendas vacaciones en Navidad. A ¨¦sos, y no a sectores significados. Mostrarse como uno m¨¢s, con sus preocupaciones, y tan del pa¨ªs como el que m¨¢s. Mar¨ªa San Gil tiene aspecto de ir a comprar al mercado, pero Patxi L¨®pez tiene un perfil de pol¨ªtico profesional, muy profesional. Debiera dejarse ver animando al Athletic o paseando en alpargatas.
Y, naturalmente, los n¨²meros mandan, tras las elecciones ser¨¢ siempre necesario hacer alta pol¨ªtica de alianzas. Estamos de campa?a.
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