Carod pide que Espa?a "tenga un Willy Brandt" que sepa pedir perd¨®n por la muerte de Companys

Pasqual Maragall asegur¨® ayer al l¨ªder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Llu¨ªs Carod, que el que fue su antecesor en la presidencia de la Generalitat durante la Guerra Civil, Llu¨ªs Companys, fusilado en Montju?c en 1940, "tendr¨¢ el digno homenaje" de Catalu?a y la Espa?a plural. Con esto se atend¨ªa s¨®lo en parte la reclamaci¨®n de Esquerra, reiterada ayer por Carod, de que el Estado espa?ol pida perd¨®n por el fusilamiento de Companys. Carod pidi¨® que Espa?a "tenga un Willy Brandt capaz de hacer el gesto" que el socialdem¨®crata alem¨¢n hizo cuando, siendo canciller del Gobierno, pidi¨® perd¨®n en Polonia por los cr¨ªmenes de los nazis durante la II Guerra Mundial.

Maragall hab¨ªa dicho en su r¨¦plica a Carod que "existen dudas" acerca de qui¨¦n debe pedir perd¨®n por el crimen pol¨ªtico cometido con Companys por el r¨¦gimen franquista. En el actual Gobierno espa?ol, record¨®, hay quien tiene incluso antecedentes familiares que murieron tambi¨¦n a manos de los franquistas. De forma que no se sienten para nada herederos pol¨ªticos de los responsables de aquel fusilamiento.

Sin embargo, Maragall se comprometi¨® a poner de su parte todo lo necesario para que Companys tenga el pr¨®ximo 15 de octubre, aniversario de su fusilamiento, el "digno homenaje" que le corresponde.

El presidente aprovech¨® la ocasi¨®n para se?alar tambi¨¦n que en el Fossar de la Pedrera de Montju?c, donde reposan los restos de Companys junto con los de otras v¨ªctimas del franquismo, est¨¢n tambi¨¦n enterradas muchas v¨ªctimas de las "patrullas de control" de los primeros meses de la Guerra Civil. Pero mientras que el nombre de las v¨ªctimas del franquismo es recordado en unas l¨¢pidas, explic¨® Maragall, no se ha hecho lo mismo con las primeras, las del otro bando. Agreg¨® que, a su juicio, es tambi¨¦n hora de poner fin a esta situaci¨®n.

El de ayer fue el primer debate parlamentario en el que interven¨ªa el l¨ªder de ERC, a los ocho meses de haberse visto obligado a salir del Gobierno catal¨¢n como consecuencia de su entrevista con la c¨²pula de ETA.

El inter¨¦s resid¨ªa en ver si Carod se situaba como corresponsable de la labor del Ejecutivo o se mostraba ajeno a ella. En sus primeras frases el l¨ªder republicano reivindic¨® para su partido la responsabilidad de ser "el arquitecto del nuevo Gobierno de Catalu?a, el primero de izquierdas y catalanista que ha habido desde los que presidi¨® Llu¨ªs Companys". Y record¨® que la memoria de Companys est¨¢ todav¨ªa pendiente de ser "honrada".

El presidente agradeci¨® a Carod que tras las elecciones auton¨®micas ¨¦l y su partido "apostaran por el cambio" y por configurar la actual mayor¨ªa de izquierdas en vez de una mayor¨ªa de ERC con CiU.

Carod puso su acento en que el problema de Catalu?a "es la dependencia respecto a Espa?a", record¨® que Esquerra reclama la reforma del Estatut desde el mismo momento de su aprobaci¨®n, en 1979, y sostuvo: "Ahora no tenemos que hacer el estatuto que pueda gustar a Madrid, sino el que conviene a Catalu?a". En este punto se remiti¨® a lo acordado en las negociaciones para la formaci¨®n del Gobierno tripartito: "Si en Madrid hay bloqueo o retraso del Estatut, habr¨¢ que hacer lo previsto en el Pacto del Tinell: consultar a la ciudadan¨ªa".

Maragall dej¨® este punto sin responder, porque insisti¨® en su llamamiento al m¨¢s amplio consenso en la elaboraci¨®n de la reforma estatutaria. Pero puntualiz¨®: "Haremos el Estatut que necesitamos". El presidente se mostr¨® dispuesto a entrevistarse con los responsables de todos los partidos, como le hab¨ªa pedido tambi¨¦n el l¨ªder del grupo de CiU, Artur Mas, si esta v¨ªa sirve para facilitar los acuerdos entre todos.

Carod adopt¨® su mayor tono reivindicativo al insistir en que "sin la financiaci¨®n adecuada todo es papel mojado, ya sea el Pacto del Tinell o la reforma del estatuto", y reserv¨® su desacuerdo con Maragall a un solo punto: la Constituci¨®n europea. Le reconoci¨® a Maragall que, como ¨¦ste hab¨ªa dicho, es irreal el planteamiento de los nacionalistas que hablan de una Catalu?a insertada en Europa sin contar con Espa?a. "No podemos ignorar a Espa?a mientras estemos en ella, ser¨ªa irresponsable hacerlo", dijo, "pero hemos de acercarnos a Europa tal como somos, y por eso no podemos votar a favor de una Constituci¨®n europea que no nos reconoce".