Benditas sean las incompatibilidades

?Ser¨ªa mucho pedir que, entre los jueces, a la hora de instruir un expediente disciplinario, o decidir sobre ¨¦l, act¨²e como incompatibilidad la pertenencia a la misma asociaci¨®n profesional? Quiz¨¢s ser¨ªa una buena manera de evitar que la sospecha del corporativismo se vaya extendiendo en el ¨¢mbito judicial como la mancha del chapapote, tan pegajosa y negra como ¨¦l. Porque, por ahora, en el Consejo General del Poder Judicial las cosas funcionan como si en una empresa privada se encargara al enlace sindical de CC OO que investigara a otro conspicuo miembro del mismo sindicato por una presunta falta laboral grave. No quiere decir nada, pero...

Por tres votos contra dos, la Comisi¨®n Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial ha acordado esta semana archivar el expediente abierto al magistrado Gonzalo de Dios, titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Barcelona, por su actuaci¨®n en el caso de Ana Mar¨ªa F¨¢bregas. Esa mujer fue asesinada a martillazos por su marido en junio de 2003, sin que las trece denuncias que hab¨ªa presentado por malos tratos, amenazas, quebrantamiento de medida de alejamiento y coacciones le hubieran llevado a este magistrado, siquiera, a citarla a declarar.

Lo curioso del acuerdo exculpatorio es que hace menos de tres meses, la misma comisi¨®n (con otros integrantes) hab¨ªa decidido justamente lo contrario: rectificar al instructor y pedirle que formulara un pliego de cargos por falta grave de desatenci¨®n. La consecuencia hubiera sido una multa de 300 euros. Pero ni eso.

El recorrido de este caso es muy interesante. Primero: el servicio de inspecci¨®n que lo estudi¨® inicialmente elabor¨® un informe de 14 folios en el que consideraba que exist¨ªan indicios de un retraso injustificado en la atenci¨®n de la causa. Se establec¨ªa que F¨¢bregas nunca fue llamada a declarar por el juez de instrucci¨®n que acumul¨® las sucesivas denuncias presentadas en los juzgados de guardia. Uno de estos jueces de guardia dict¨® en un momento dado una medida cautelar de alejamiento. Y otro juez de guardia orden¨® que se mantuviera esa medida. Los dos, como es obligatorio, remitieron todas sus actuaciones a su colega Gonzalo de Dios, pero ¨¦ste no llev¨® a cabo ninguna actuaci¨®n propia.

Segundo. A la vista de este informe, la Comisi¨®n Disciplinaria decidi¨® abrir un expediente al juez y nombr¨® instructor al presidente de la Audiencia Provincial de Girona, Fernando Lacaba. A los tres meses, el instructor, de acuerdo con el fiscal jefe de Catalu?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Mena, solicit¨® el archivo de la causa. Los miembros de la comisi¨®n, que en ese momento eran Carlos R¨ªos, Enrique L¨®pez, Fernando Salinas, F¨¦lix Pantoja y Agust¨ªn Azparren, discreparon y decidieron, por unanimidad, devolver el informe al instructor y pedirle que formulara un pliego de cargos por falta grave.

Tercero. El informe rehecho, recogiendo esta vez una propuesta de multa, lleg¨® a la nueva comisi¨®n, integrada ya por Carlos R¨ªos, Jos¨¦ Merino, Agust¨ªn Azparren, Montserrat Comas y F¨¦lix Pantoja (que hab¨ªa sido ponente en la ocasi¨®n anterior). Por tres votos contra dos (los de Comas y Pantoja) la comisi¨®n decidi¨® el pasado mi¨¦rcoles cambiar de opini¨®n y dar por cerrado el expediente.

?Que ha pasado? Existir¨¢n argumentos jur¨ªdicos, m¨¢s o menos discutibles, pero lo que no es discutible es que la reacci¨®n de muchos jueces de Barcelona en este caso fue formidable. Desde el primer momento, levantaron la voz quej¨¢ndose de que los medios de comunicaci¨®n estaban haci¨¦ndoles responsables de las muertes de mujeres v¨ªctimas de violencia dom¨¦stica. De nada sirvi¨® que nadie responsabilizara al magistrado en cuesti¨®n de algo semejante, sino de haber desatendido su obligaci¨®n de llamar a declarar a la v¨ªctima. Una vez m¨¢s, se olfatea un ramalazo de corporativismo, ese mismo corporativismo que terminar¨¢ por hacer imb¨¦cil a este pa¨ªs. Y que destruir¨¢ nuestra confianza en las instituciones. An¨®tese que tanto Gonzalo de Dios como Fernando Lacaba pertenecen a la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM). Y que Carlos R¨ªos y Jos¨¦ Merino fueron elegidos vocales a propuesta de la mayor¨ªa conservadora. Azparren lleg¨® al CGPJ como fruto del pacto PP-PSOE. solg@elpais.es