Un jurado belga absuelve a una madre que mat¨® a su hijo drogadicto
El fallo exculpa a la mujer por actuar por una fuerza irresistible tras una dif¨ªcil convivencia
Un jurado de Lieja ha absuelto de la acusaci¨®n de asesinato a una madre que mat¨® a su hijo drogadicto. El veredicto considera que actu¨® en un estado de enajenaci¨®n mental transitoria arrastrada por una fuerza irresistible al final del calvario en que se hab¨ªan convertido su vida y la de su hijo. Samy empez¨® a fumar canutos a los 12 a?os, consum¨ªa hero¨ªna a los 14 y muri¨® estrangulado mientras dorm¨ªa poco antes de cumplir los 19.
"Estaba dispuesta a ir a la c¨¢rcel por lo que hice. Lamento profundamente lo ocurrido. No volver¨ªa a hacerlo. Pero no pod¨ªa m¨¢s", declar¨® a la prensa Yvette Rigo, de 59 a?os, despu¨¦s de que el juez ordenara su puesta en libertad tras el veredicto del jurado, que en menos de tres horas se puso de acuerdo en la absoluci¨®n.
La vista se convirti¨® en una monta?a rusa emocional, con argumentos esgrimidos con pasi¨®n por acusaci¨®n y defensa. La fiscal¨ªa y la acusaci¨®n privada insistieron en la premeditaci¨®n con que actu¨® Yvette y esgrimieron pruebas irrefutables de que mat¨® a Samy, arroj¨® su cuerpo en un bosque e intent¨® disimular la autor¨ªa del crimen antes de acabar confesando el homicidio ante los incuestionables descubrimientos policiales.
Yvette, una mujer fuerte y decidida, lo hab¨ªa sacrificado todo por su hijo. Le llev¨® a centros de tratamiento, perdi¨® amistades, dej¨® su empleo en unos grandes almacenes, compr¨® con el finiquito un peque?o terreno que un d¨ªa sirviera a Samy... mientras la situaci¨®n del chico degeneraba hasta producir amenazas y actos de violencia casi cotidianos. En vano intent¨® recluirle en un centro de tratamiento para drogodependientes por que Samy no quer¨ªa y la ley belga proh¨ªbe recluir a nadie en contra de su voluntad.
La crisis mortal se produjo el 16 de agosto. Despu¨¦s de tres semanas de vacaciones en las que Samy hab¨ªa estado con su padre, separado de Yvette, la madre lo recogi¨® y se lo llev¨® a casa. Seg¨²n la acusaci¨®n, el joven estaba ya en tratamiento y relativamente en buen estado. En casa, aquella noche, a Yvette se le vino el mundo encima. Con su hijo dormido por una sobredosis de somn¨ªferos, la madre le puso una bolsa de pl¨¢stico en la cabeza y apret¨® en su cuello un cable hasta que Samy dej¨® de respirar.
C¨®digo Penal
Dadas las circunstancias, "una absoluci¨®n ser¨ªa inconcebible", expuso la acusaci¨®n. "Es esencial reafirmar el principio fundamental del respeto a la vida, recordar que no se puede quitar la vida a nadie, y menos a¨²n cuando se ha dado", insisti¨® el fiscal ante el jurado. Infructuosamente, porque las siete mujeres y cinco hombres se conmovieron con la tr¨¢gica historia de Yvette y optaron por seguir la indicaci¨®n de la defensa: el art¨ªculo 71 del C¨®digo Penal belga justifica la absoluci¨®n si el homicidio es fruto de una fuerza irresistible. "De todas formas, ella va a vivir una pena a perpetuidad", subray¨® el defensor. "La ausencia de Samy se me hace insoportable", dir¨ªa luego Yvette, con un cadenita al cuello en la que colgaba un pendiente de Samy. "Mi ¨²nico consuelo es que ¨¦l ya no sufre".
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