Mitos y realidad de Argentina

Para buena parte de los argentinos la experiencia de su pa¨ªs es ¨²nica y no tiene parang¨®n en el mundo, lo que visto desde la misma perspectiva implica pensar que el problema del mundo es no entender a los argentinos y no viceversa. Dicho de otra manera, si el mundo no entiende lo que pasa en ese gran pa¨ªs del Cono Sur peor para el mundo, los argentinos ya hacen mucho esfuerzo en ser como son. Esta idea tiene una segunda derivada: como el mundo no nos entiende, nos combate y nos persigue, o, lo que es lo mismo, si Argentina no ocupa el lugar que le corresponde es porque hay quienes est¨¢n empe?ados en que esto no ocurra, pero nunca por la falta de esfuerzo de los propios argentinos, salvo, claro est¨¢, de los malvados, que siempre son la encarnaci¨®n de todos los males del pa¨ªs.

De alguna manera ¨¦ste es el

planteamiento de fondo que descansa tras ese viaje por el siglo XX que nos propone Mar¨ªa Seoane. Un viaje por la pol¨ªtica y la econom¨ªa argentinas, pero tambi¨¦n por su cultura, donde encontraremos a muchos h¨¦roes an¨®nimos, pero tambi¨¦n a tres exponentes de la argentinidad: Diego Armando Maradona, Eva Per¨®n y Ernesto Che Guevara. Para esta traves¨ªa se nos suministra un par de maletas llenas de contrastes absolutos, en un pa¨ªs que pasa, pr¨¢cticamente sin soluci¨®n de continuidad, del progreso a la oscuridad. El progreso fue sin duda la ¨¦poca del peronismo, ya que, como nos recuerda la autora, la Constituci¨®n de 1949, la que sirvi¨® para permitir la reelecci¨®n de Per¨®n y limitar los derechos democr¨¢ticos de la oposici¨®n, "era el basamento jur¨ªdico-pol¨ªtico de la Argentina moderna y socialmente m¨¢s arm¨®nica", mientras que la oscuridad comenz¨® abruptamente el 24 de marzo de 1976 con el golpe militar encabezado por el general Videla y tiene otro de sus cap¨ªtulos m¨¢s negros durante los 10 a?os de gobierno de Carlos Menem.

Hasta entonces todo hab¨ªa sido perfecto en esa Argentina industrial y de masas creada por el peronismo. La cuesti¨®n es de d¨®nde y c¨®mo emergi¨® ese pa¨ªs tan mod¨¦lico, porque si seguimos el hilo conductor del ensayo uno puede creer que todo surgi¨® de la nada, o por arte de magia. La Argentina de las vacas gordas era un pa¨ªs conservador, lleno de desigualdades sociales, con un sistema pol¨ªtico olig¨¢rquico y que, sin embargo, atra¨ªa a multitudes de inmigrantes. Pero como en tantas otras cosas aqu¨ª no se nos explica por qu¨¦ iban los emigrantes a Argentina.

La descalificaci¨®n de la pol¨ªtica conservadora es total: era un mundo en que imperaba el fraude, pero no hay ning¨²n esfuerzo por ver qu¨¦ pasaba m¨¢s all¨¢ de las fronteras, y no s¨®lo en Am¨¦rica Latina sino tambi¨¦n en Europa. Tampoco se explica demasiado por qu¨¦ un sistema tan cerrado permiti¨® la llegada al poder del pol¨ªtico radical Hip¨®lito Yrigoyen. La verdad es que se podr¨ªa seguir, pero mientras se mantenga el blanco y negro en estas seudointerpretaciones hist¨®ricas es muy dif¨ªcil avanzar m¨¢s all¨¢ del t¨®pico y, especialmente, saber por qu¨¦ Argentina es como es y por qu¨¦ actualmente est¨¢ como est¨¢. El manido discurso de que Roca, Justo, Videla o Menem son los ¨²nicos culpables resulta, por tanto, plenamente insatisfactorio.