Fraga advierte del peligro de guerra civil si sale mal el "experimento" de la reforma autonomista

El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, cree que "no se puede consentir ninguna fractura territorial". En un acto acad¨¦mico conmemorativo de los 25 a?os de la Universidad de Le¨®n celebrado ayer, Fraga fue investido doctor honoris causa, junto al resto de los padres de la Constituci¨®n. El presidente del Ejecutivo gallego dijo que "no hay raz¨®n alguna seria para reconsiderar la actual unidad pol¨ªtica de Espa?a".

"La Constituci¨®n acept¨® con las autonom¨ªas regionales todas las demandas compatibles con la unidad de Espa?a embolsadas por los nacionalismos. Si el experimento autonomista constitucional sale mal, detr¨¢s de ¨¦l estar¨¢n la revoluci¨®n o la conflagraci¨®n civil o ambas cosas", dijo Fraga. "Ideas como las ya voceadas de recrear con los llamados pa¨ªses catalanes una confederaci¨®n medieval, o con las provincias de origen vascongado un fantasmag¨®rico Estado libre asociado, no resisten ning¨²n an¨¢lisis serio de viabilidad. En cambio, s¨ª la tiene Espa?a", se?al¨®.

El "veneno" del separatismo

Fraga dijo que hay que acabar con el terrorismo y "desactivar el veneno de los separatismos nacionalistas. De esta cuesti¨®n depende que todos los dem¨¢s equilibrios que establece la Constituci¨®n se mantengan o se estropeen". No obstante, Fraga afirm¨® que "para poder conservar todo lo bueno que tiene, no debe temerse la posibilidad de reformar la propia Constituci¨®n cuando sea necesario y oportuno". A juicio de Fraga, las constituciones m¨¢s duraderas han sido siempre las m¨¢s flexibles "y la m¨¢s longeva de las constituciones escritas, la norteamericana, fue reformada ya a los dos a?os de entrar en vigor, y despu¨¦s m¨¢s de una veintena de veces en menos de dos siglos".

"La obstaculizaci¨®n de las reformas constitucionales puntuales es el principal problema que tiene la vida constitucional espa?ola", afirm¨® Fraga, quien a?adi¨® que la principal medicina contra ese mal es el consenso.

Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, que fue ponente constitucional por UCD, mostr¨® su alarma porque "el conjunto de espirales nacionalistas que se han puesto en marcha", dijo, "dibujan en su resultado final, no un modelo de Estado, sino de no Estado".

Gabriel Cisneros, tambi¨¦n en UCD en 1978 y ahora diputado del PP, asegur¨® que "no parece necesario" modificar la Constituci¨®n, pero las reformas parciales que puedan hacerse exigen " consenso suficiente".

El socialista Gregorio Peces Barba encuentra "sensatas las reformas puntuales" que ha propuesto el PSOE, y Jordi Sol¨¦ Tura, miembro del PCE cuando se elabor¨® la constituci¨®n y ahora del PSOE, abog¨® por que el consenso que rein¨® entonces se convierta en "patrimonio colectivo" y sirva ahora para "encontrar soluciones".Miguel Herrero piensa que la Constituci¨®n es reformable, pero "con el veredicto del pueblo".