El 35% de las mociones de censura est¨¢n relacionadas con el urbanismo
La construcci¨®n est¨¢ detr¨¢s de cinco relevos y tres crisis municipales
La mayor¨ªa de los ayuntamientos tienen presupuestos modestos y la llave del suelo. Un bien que los promotores urban¨ªsticos transforman en cifras millonarias. La tensi¨®n entre pol¨ªtica y cemento planea sobre cinco de las 14 mociones de censura que se han registrado en territorio valenciano desde las elecciones locales de mayo de 2003. Junto a los casos de N¨¤quera, San Fulgencio -en dos ocasiones- Pu?ol, y Benic¨¤ssim, otras tres poblaciones han experimentado fuertes crisis de gobierno relacionadas con la construcci¨®n de adosados, campos de golf, y con el cobro irregular de licencias urban¨ªsticas.
Todos los alcaldes aspiran a que su pueblo se parezca a Nueva York, seg¨²n Iribas
En Benic¨¤ssim, la izquierda apunt¨® a Lubasa como motor de la ca¨ªda del alcalde
La primera moci¨®n bajo sospecha fue la de N¨¤quera. Antes de las elecciones la poblaci¨®n del Camp de T¨²ria fue escenario de manifestaciones en contra de la pol¨ªtica urban¨ªstica del alcalde, Salvador P¨¦rez. Hacia el final de su mandato, el pol¨ªtico del Partido Popular hab¨ªa puesto en marcha 14 planes de actuaci¨®n que supon¨ªan urbanizar el 11% del t¨¦rmino municipal. El pacto postelectoral entre socialistas y UV llev¨® a la alcald¨ªa a Francisco Arnal (PSPV) que anunci¨® la paralizaci¨®n de los proyectos.
En menos de cuatro meses, el socialista fue desalojado por una moci¨®n de censura promovida por el PP y los regionalistas. El PSPV denunci¨® que tras la moci¨®n se escond¨ªan intereses urban¨ªsticos. El principal, la construcci¨®n de 1.300 casas, un hotel y un campo de golf en la partida de Les Fontanelles, a la que se hab¨ªa opuesto su equipo de Gobierno.
En marzo pasado, los dos regidores de UV volvieron a romper su pacto de gobierno, en esta ocasi¨®n con el PP. Pero los conservadores recuperaron la estabilidad gracias a un apoyo sorprendente: El del ex alcalde socialista Francisco Arnal. Una actitud que el secretario general del PSPV, Toni Visquert, vuelve a explicar por las presiones del cemento.
?C¨®mo se explican los rocambolescos caminos que la pol¨ªtica municipal toma en contacto con el urbanismo? El experto en territorio Jos¨¦ Miguel Iribas opina, de un lado, que los consistorios asumen un creciente n¨²mero de competencias, en cumplimiento del criterio de proximidad a los ciudadanos, que no se ven correspondidas con un aumento de su financiaci¨®n. Las tasas de las licencias urban¨ªsticas y la venta de suelo p¨²blico representan el principal mecanismo para afrontar el d¨¦ficit cr¨®nico que padecen.
De otro, las administraciones locales son las que m¨¢s debilidad presentan ante el formidable flujo de dinero que mueve la construcci¨®n. Frente a ¨¦l, los concejales suelen tener sueldos modestos y recorridos pol¨ªticos cortos. Y trabajan en un mundo, el municipio, en el que las relaciones personales entre pol¨ªticos y promotores se producen de forma natural. Iribas a?ade: "No he conocido a un s¨®lo alcalde que no quiera que su municipio crezca, a ninguno que no aspire a que su pueblo se parezca a Nueva York".
San Fulgencio, pueblo del Baix Segura que ha vivido un crecimiento relativo del m¨¢s del 40% en los ¨²ltimos a?os a causa de la construcci¨®n de adosados, vivi¨® dos mociones censura en menos de tres meses. Un fen¨®meno que se explica en parte por la escisi¨®n que sufri¨® el PP poco antes de las elecciones. Los populares arrebataron el gobierno a la coalici¨®n entre socialistas y Agrupaci¨®n Popular (AP) gracias al apoyo de dos tr¨¢nsfugas el 28 de noviembre de 2003.
A mediados de febrero la historia se repiti¨® a la inversa. La colaboraci¨®n de una tr¨¢nsfuga del PP devolvi¨® al ex popular Mariano Mart¨ª, ahora l¨ªder de AP, la alcald¨ªa. D¨ªas antes una vecina le hab¨ªa denunciado por intentar cobrar una comisi¨®n ilegal de 180.000 euros para obtener una licencia urban¨ªstica.
La salida del PSPV del Ayuntamiento de Pu?ol despu¨¦s de 25 a?os de gobierno se produjo entre acusaciones cruzadas de corrupci¨®n La moci¨®n de censura fue apoyada por toda la oposici¨®n: PP; UV; Bloc, y EU. El ¨²nico concejal de este partido, Juan Manuel Bustos, fue elegido alcalde, acci¨®n que pag¨® con su expulsi¨®n de Esquerra Unida. Antoni Such, responsable socialista de pol¨ªtica municipal achac¨® la iniciativa al deseo del PP por hacerse con la concejal¨ªa de Urbanismo, una "situaci¨®n que, lamentablemente, se ha convertido en la t¨®nica habitual de las mociones de censura que presenta el PP".
La respuesta de los impulsores de la medida, especialmente la de los de izquierda, fue acusar al depuesto alcalde, Josep Maria Iborra, de "t¨ªtere de la derecha", y de haber promovido actuaciones urban¨ªstica irregulares. La ¨²ltima denuncia, vertida desde el Bloc, es la de que la empresa municipal de urbanismo Gespul, "malvendi¨® por cuatro duros 2.800 metros cuadrados de suelo urbanizable junto al mar. Terrenos que eran propiedad de todo el pueblo".
En Benic¨¤ssim, ¨²ltimo caso registrado, el gobierno tripartito del PSPV, Bloc y EU, encabezado por Francesc Colomer, cay¨® tras el pacto entre el PP y la Asociaci¨®n de Residentes y Veraneantes de Benic¨¤ssim (ARB). Colomer sali¨® elegido a ra¨ªz de la rebeli¨®n de dos concejales populares, que se negaron a votar a favor del candidato de ARB, tal y como hab¨ªa decidido su formaci¨®n.
Uno de ellos, Mar¨ªa Jos¨¦ As¨ªn, mantuvo su decisi¨®n durante siete meses. Por el camino denunci¨® haber recibido "presiones" sobre ella y sobre su familia, y el nombre del presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, Carlos Fabra, sali¨® a relucir. Fabra se refiri¨® a As¨ªn como una edil que era "historia dentro del PP". Pero Mar¨ªa Jos¨¦ As¨ªn se reconcili¨® con el partido, y a finales de julio apoy¨® la censura contra Colomer.
Aparte de apuntar contra Fabra, los partidos de izquierda consideraron que detr¨¢s de la moci¨®n se escond¨ªan los intereses de los especuladores. Y dieron un nombre: Lubasa. Seg¨²n esta lectura, la paralizaci¨®n por parte del tripartito del proyecto Benic¨¤ssim Golf en una zona de humedal, precipit¨® la ca¨ªda del equipo de gobierno.
Crisis en lista de espera
Las tensiones urban¨ªsticas han estado detr¨¢s de otras tres crisis municipales que de momento no han desembocado en la ca¨ªda del alcalde. La ¨²ltima se registr¨® en El Campello, comarca de L'Alacant¨ª.
El proyecto de construcci¨®n de un campo de golf en el paraje de Les Puntes de Gos¨¤lvez, presentado en agosto, rompi¨® el equilibrio del gobierno tripartito. El concejal de Urbanismo, V¨ªctor Rubio, del Bloc, se manifest¨® a favor de la idea. Lo mismo hicieron la alcaldesa (PSPV), y el representante de L'Entesa. La oposici¨®n de los otros dos ediles del Bloc, sin embargo, llev¨® al ejecutivo local a rechazar la iniciativa.
La respuesta de Rubio consisti¨® en abandonar el Gobierno; pasar al grupo mixto, manteniendo la cartera de Urbanismo, y firmar una moci¨®n de censura junto al PP.
M¨¢s tarde el ex militante del Bloc renunci¨® a sus competencias y dio por "paralizada" la moci¨®n de censura. En la alcald¨ªa, no obstante, se teme que dado que el equipo de gobierno se encuentra en minor¨ªa, la censura acabe llegando.
En Sant Joan d'Alacant, poblaci¨®n del ¨¢rea metropolitana de Alicante, se han presentado en este a?o proyectos para urbanizar dos millones de metros cuadrados del t¨¦rmino municipal. Siete promotoras compiten por edificar un n¨²mero de viviendas que oscilan entre las 6.500 (34 casas por hect¨¢rea) y 10.000 (50 por hect¨¢rea). La zona en la que se llevar¨ªa, a cabo, conocida como El Fabraquer, es un ¨¢rea de huerta jalonada por casas rurales. De llevarse a cabo la iniciativa, la poblaci¨®n de Sant Joan, que ronda hoy los 18.000 habitantes, se ver¨ªa multiplicada por tres.
Los proyectos han sido rechazados por las asociaciones ecologistas. El edil de Urbanismo, Manuel Jim¨¦nez, declar¨® en agosto que no se hab¨ªa tomado una decisi¨®n al respecto pero que el pueblo est¨¢ "obligado a crecer".
Sant Joan salt¨® a las p¨¢ginas de los peri¨®dicos en enero debido a la inestabilidad de su gobierno. El alcalde present¨® y perdi¨® una moci¨®n de confianza con el voto en contra de una edil de su propio partido, el PSPV. El resultado abr¨ªa la puerta a la censura, que finalmente no progres¨®.
La firma de un convenio con Iberdrola en la que el Ayuntamiento de Simat de la Valldigna (La Safor) autorizaba el paso de una l¨ªnea de alta tensi¨®n por el t¨¦rmino municipal estuvo a punto de hacer caer al alcalde socialista de la localidad. Junto a este pacto, los tres partidos de la oposici¨®n -PP, Bloc, y Arc Iris- reprochaban al gobierno municipal la construcci¨®n de una macrourbanizaci¨®n y de un campo de golf.
El alcalde, Vicente Palomares, acept¨® en su negociaci¨®n con los nacionalistas revocar el convenio con Iberdrola, lo que alej¨® el fantasma de la moci¨®n de censura.
Rechazar proyectos importantes en un municipio no es sencillo, reconoce Jos¨¦ Mar¨ªa ?ngel, secretario comarcal socialista de Camp de T¨²ria y alcalde de L'Eliana: "Si te niegas a aceptarlos es posible que intenten tocarte a alg¨²n concejal". ?ngel considera necesaria la "complicidad" con los agentes sociales locales y con los t¨¦cnicos municipales "para que no se malbarate el patrimonio de una ciudad". El alcalde recuerda por ¨²ltimo que el cierre del sistema corresponde a la consejer¨ªa de Territorio y Vivienda, instituci¨®n que debe dar el visto bueno a los planes urban¨ªsticos y, en su caso, rechazarlos.
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