"Nos preocupa mucho el bajo nivel de lectura"
Ana Mar¨ªa Cabanellas (Buenos Aires, 1945) se define como "abogada, editora y abuela". Abogada y editora por tradici¨®n familiar, a los cinco a?os qued¨® embrujada por la edici¨®n. "Aprend¨ª a ayudar a mi padre con lo de los libros y me parec¨ªa un lindo juego".
Es espa?ola de Argentina. Su abuelo fue el pol¨ªtico y general Miguel Cabanellas (1872-1938). Su padre, Guillermo Cabanellas, se exili¨® en 1937. Su madre, Carmen de las Cuevas, tambi¨¦n. ?l se fue a Montevideo, ella a Par¨ªs; ocho meses despu¨¦s se reunieron y se trasladaron a Paraguay. El objetivo era instalarse en Argentina, pero le exigieron un certificado de buena conducta, lo que represent¨® estar seis a?os en Asunci¨®n. All¨ª se licenci¨® en Derecho y dirigi¨® el diario El Pa¨ªs.
"No podemos dejar a los Gobiernos la iniciativa del fomento de la lectura"
Diez meses despu¨¦s de llegar a Argentina, naci¨® Ana Mar¨ªa. Su padre combinaba el trabajo de abogado con la edici¨®n. Sac¨® adelante el Diccionario de derecho usual, en coedici¨®n con Santillana. Luego tuvo su propia empresa, Heliasta, de textos jur¨ªdicos. Y m¨¢s adelante, compraron Claridad, una antigua editorial socialista, que dedicaron a la edici¨®n general. Ana Mar¨ªa Cabanellas est¨¢ al frente de ellas; tiene de socio a su hermano, pero "¨¦l se dedica a escribir".
Cabanellas es una mujer fuerte y combativa. Durante siete a?os estuvo en la C¨¢mara del Libro argentina; en 1992 empez¨® a trabajar en el Grupo Interamericano de Editores (GIE), del que fue nombrada presidenta en 2000. En julio pasado, con el apoyo incondicional de los editores espa?oles y latinoamericanos y tambi¨¦n de los anglosajones, fue nombrada presidenta de la Uni¨®n Internacional del Editores (UIE).
Le gusta vestir de rojo, tambi¨¦n de blanco, y act¨²a con la furia de un cicl¨®n. Entre reuni¨®n y reuni¨®n de trabajo, escapa a la caseta de Argentina, donde sus dos editoriales ocupan un peque?o espacio, para atender a un importante cliente venezolano. "Es que yo me gano la vida con mis editoriales".
Su experiencia en el GIE y en UIE le hacen llegar a conclusiones muy claras, y aterradoras. "En todos los pa¨ªses desarrollados, la oferta supera a la demanda; en todos los pa¨ªses desarrollados baja la lectura. Nos preocupa mucho el bajo nivel de lectura. Es razonable pensar que en algunos pa¨ªses latinoamericanos, en los que tenemos problemas de alimentaci¨®n, la cuesti¨®n de la lectura ocupe un segundo o tercer lugar, pero lo que de verdad nos alarma es que en Estados Unidos desciendan los ¨ªndices de lectura".
?Y en Europa? "Tambi¨¦n faltan bibliotecas, tambi¨¦n desciende el n¨²mero de lectores, disminuyen las librer¨ªas y las exportaciones".
"Nuestro futuro pasa por aumentar el n¨²mero de lectores y para conseguir eso debemos trabajar juntos los editores, los peri¨®dicos y las revistas. Es mucho m¨¢s f¨¢cil que entre un peri¨®dico en una casa que un libro y si el diario atrae la atenci¨®n sobre los libros, es estupendo. Los editores estamos acostumbrados a pedir a los Gobiernos que impulsen planes de fomento de lectura. Les pedimos todo a los Gobiernos, pero para ellos, los libros son instrumento de educaci¨®n, ¨¦sa es la parte divina; para nosotros, son tambi¨¦n la supervivencia econ¨®mica. Los editores tenemos que poner en marcha toda nuestra imaginaci¨®n y creatividad para idear proyectos que ayuden a incrementar la lectura y luego pedir ayuda a los Gobiernos, no les podemos dejar a ellos la iniciativa".
"Uno de mis principales objetivos en la UIE es fomentar las campa?as de lectura. En la Feria Internacional de Francfort, la pr¨®xima semana, vamos a trabajar en un seminario sobre ese tema espec¨ªfico. S¨¦ que los libreros est¨¢n haciendo lo mismo que nosotros".
Si tan importante es el fomento de la lectura, ?por qu¨¦ la UIE suprimi¨® el comit¨¦ de lectura? "Se adujo que no hab¨ªa dinero para ello y que era mejor dedicar todos los esfuerzos de la Uni¨®n al problema de los derechos de autor".
"La Uni¨®n Internacional de Editores, todos, luchamos por el libro sin impuestos en todos los pa¨ªses". Es muy dif¨ªcil. "Pero hay que tener en cuenta algunos ejemplos, como el de Suecia. Ten¨ªan un IVA del 25% en los libros, pero cuando empezaron a cerrar las librer¨ªas, decidieron dar un giro y lo redujeron al 6%: aumentaron las ventas en un 19%. Revelador ?no?".
"Chile, que tiene un IVA del 19% en los libros, empieza a tener problemas. ?Por qu¨¦? Porque los editores pagan una parte del IVA en el momento de importar los libros, se vendan o no luego. Esto ha provocado un notable incremento de la pirater¨ªa. Ellos, que se autodenominan industria paralela, no tienen problemas de impuestos. En Chile s¨®lo queda un centenar de librer¨ªas. Dram¨¢tico".
"Para m¨ª, la pirater¨ªa es una obsesi¨®n, porque la sufro en carne propia. Yo pago todos los impuestos y vendo los libros pr¨¢cticamente a precio de coste, pero cuando ellos sacan un mont¨®n de libros en un CD-ROM y lo venden a un d¨®lar, yo no puedo combatir, sobre todo cuando mi distribuidor no me puede ayudar porque tiene miedo de que las mafias piratas lo maten".
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