La conexi¨®n jonda de la m¨²sica vasca

El flamenco se sigue asociando autom¨¢ticamente al sur y a sus or¨ªgenes gitanos. Pero cada vez es mayor su difusi¨®n, merced a su hermanamiento con otros estilos musicales. Sirvan de ejemplo las propuestas de M¨¢rtires del Comp¨¢s, Chambao o Los Delinq¨¹entes. O la uni¨®n de El Cigala y Bebo Vald¨¦s. O la f¨®rmula de Palo Flamenco y Ttukunak, que suman el sonido de la txalaparta a buler¨ªas, martinetes, sole¨¢s y siguiriyas. Y es que tambi¨¦n los m¨²sicos vascos empiezan a acoger sus ritmos de buen grado. Basta escuchar los ¨²ltimos discos de El Chipi, Once Varas, Bat Gehio y Mal De Ojo que, pese a ser bien diferentes, cuentan con un poso flamenco que establece l¨ªneas de conexi¨®n entre ellos. Unas veces desde la ortodoxia, y otras desde la simple asimilaci¨®n del gancho de sus palos m¨¢s populares.

Jos¨¦ Antonio Jim¨¦nez Barrul, El Chipi, nacido en Figueras hace 24 a?os, aunque residente en San Sebasti¨¢n desde 1978, es quien mejor puede acreditar que "en Euskadi no hay casi locales para hacer flamenco y los conciertos son justitos, la verdad". La consecuencia l¨®gica es que no haya una gran afici¨®n, "pero la poquita gente que hay interesada se ha metido hasta dentro, se ha enganchado realmente". Lo asegura un artista cuyo estreno se titula Suena del norte (Nuba- Karonte), se grab¨® en Renter¨ªa y muestra en contraportada una foto de la costa donostiarra, aunque incluye buler¨ªas, tanguillos y martinetes, su palo preferido.

Su escucha denota el respeto de su autor por la ra¨ªz, pero la intervenci¨®n de la txalaparta del productor Luis Camino origina "una mezcla interesante y poco vista" que le sit¨²a m¨¢s cerca de la fusi¨®n que de la ortodoxia. "Para la gente del flamenco es un atrevimiento, pero el arte no se puede quedar estancado, hay que probar nuevas cosas. De esa forma el flamenco no se va a perder, lo que vamos a hacer es enriquecerlo. Y el puente para acercar a la gente que no conoce mucho el flamenco siempre suele ser la fusi¨®n", justifica El Chipi, quien con anterioridad fue guitarrista y cantante en el grupo de alabanzas de la Iglesia Pentecostal de Filadelfia, prest¨® su voz a las compa?¨ªas de baile de Chua Alba y ?ngela Cruces, acompa?¨® en vivo al guitarrista Pascual Gallo y form¨® parte de los grupos vascos Soniquete y Pi?onate

Once Varas tambi¨¦n tiene que conformarse con una veintena de conciertos al a?o, aunque el flamenco es s¨®lo un ingrediente m¨¢s en la propuesta del conjunto vitoriano, cuyo cantante, Nacho Guerrero, sostiene que en el Pa¨ªs Vasco s¨ª hay "much¨ªsima" afici¨®n por ese estilo. "Pero por el flamenco entendido desde aqu¨ª, de una forma distinta. Sobre todo rumbas, buler¨ªas, tangos, flamenco festero y fusi¨®n", matiza.

La actual tarjeta de presentaci¨®n de Once Varas es Queda prohibido (Zapateneo), un segundo compacto del que se ha agotado la tira inicial de 1.000 ejemplares en diez semanas, y en cuya contraportada piden que "No pagues + de 6 euros". Es su forma de combatir los elevados precios de los discos, aunque el contenido del disco sea poco combativo. Sus siete canciones lucen pinceladas de flamenco pop, rumba, reminiscencias de Ketama, alguna filtraci¨®n de bossa nova, y lo mismo hablan de peces que cantan por buler¨ªas o de romanticismo, que adaptan poemas de Pablo Neruda.

M¨¢s ecl¨¦ctica a¨²n es la propuesta de Bat Gehio, grupo afincado en Barcelona, aunque comandado por el cantante y compositor Julen Cobos, de Arretxabaleta. Por eso canta en euskera en Diaspor han (Gaztelupeko Hotsak), un primer elep¨¦ grabado en los estudios de Paco Rom¨¢n, colaborador habitual de Ojos de Brujo, que incide en pasajes de tonos jazz¨ªsticos y pop, y en el que guitarras flamencas y caj¨®n contribuyen a enriquecer la instrumentaci¨®n. Pero el regusto flamenco no es un detalle anecd¨®tico. "En el grupo hay m¨²sicos que vienen del flamenco y lo maman, como el bajista y el percusionista, que tocan en otras bandas de flamenco. Entonces, al ponernos a componer y a tocar juntos, esa parte m¨¢s flamenca coge peso y relevancia", revela Cobos. La barrera idiom¨¢tica no ha supuesto un grave problema para el quinteto a la hora de conseguir actuaciones en Catalu?a.