Penas con grandeza en N¨¢poles
En Tur¨ªn nadie sab¨ªa gran cosa de aquel tipo renegrido y cabez¨®n que hab¨ªan fichado los Agnelli. El Juventus de 1957 acababa de cerrar una temporada muy mediocre, con un noveno puesto, y el p¨²blico exig¨ªa a la Fiat que reforzara el equipo. La sociedad automovil¨ªstica de los Agnelli trajo a una estrella, John Charles, el gigantesco ariete gal¨¦s llegado desde el Leeds United. Y a ese otro, argentino, a cuya presentaci¨®n acudieron unos pocos. Esos pocos hicieron bien. El Cabez¨®n sali¨® al c¨¦sped arrastrando los pies y con las medias ca¨ªdas, vio las gradas semivac¨ªas, escuch¨® cuatro aplausos mal contados y decidi¨® presentarse: se coloc¨® el bal¨®n sobre el pie izquierdo y dio tres vueltas enteras al campo, corriendo y saludando, sin que el cuero tocara el suelo. Los diarios de N¨¢poles relataron la haza?a al d¨ªa siguiente. Y desde ese d¨ªa los napolitanos so?aron con tener para s¨ª a ese genio irreverente y burl¨®n que, como Garrincha, se paraba a esperar al contrario para hacerle otro t¨²nel o para re¨ªrsele en la cara.
Omar Enrique Sivori, El Cabez¨®n, era un tipo dif¨ªcil de soportar. Pero el N¨¢poles le esper¨® hasta 1965, cuando, ya con un Bal¨®n de Oro bajo el brazo y en declive, lleg¨® por fin al sur. Hac¨ªa falta. Como hac¨ªa falta, 18 a?os despu¨¦s, Diego Armando Maradona, otro cabez¨®n genial y teatrero, hecho a medida para la ciudad m¨¢s histri¨®nica de Italia, que es como decir del mundo. N¨¢poles ama el espect¨¢culo, los gestos solemnes, la risa, la burla. Por eso amaba al grandilocuente naviero Acquille Lauro, alcalde de la ciudad y propietario del club en los 50, que pag¨® al Atalanta 105 millones de liras, una barbaridad, por el sueco Hasse Jeppson, quiz¨¢ s¨®lo para permitirse una broma y presentarle a los suyos como "O Banco e Napule", "el Banco de N¨¢poles".
El N¨¢poles, quebrado y adquirido en liquidaci¨®n judicial por el magnate cinematogr¨¢fico Aurelio de Laurentiis ("vamos a demostrar que el Norte no es mejor que el Sur", dijo), malvive hoy en la mitad de la tabla del grupo B de la Tercera Divisi¨®n, con la amargura a?adida de asistir a un renacimiento del f¨²tbol sure?o: Lecce, Palermo, Messina, Cagliari y Reggina, cinco clubes terroni en Primera, lo nunca visto en el calcio.
Los gestos, sin embargo, siguen siendo grandiosos. Al partido de presentaci¨®n en el estadio San Paolo, 50.000 personas acudieron para decir que estaban ah¨ª pese a todo. De Laurentiis les correspondi¨® a la napolitana. ?Que ninguna televisi¨®n quer¨ªa emitir en directo los encuentros de un club de Tercera? Vale. El productor de cine compr¨® de una tacada los derechos de todos los clubes de Segunda, que s¨ª se emiten, y con el paquete en la mano se fue a negociar con Sky, la televisi¨®n del magnate de los medios Rupert Murdoch. Desde el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, el N¨¢poles volver¨¢ a las pantallas.
M¨¢s all¨¢ del gesto, la realidad es cruda. El N¨¢poles venci¨® ayer, por fin, su primer encuentro de la temporada, un 1-2 ag¨®nico en el campo del Lanciano, abarrotado: m¨¢s de 6.000 espectadores, un m¨¢ximo hist¨®rico.
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