El esp¨ªritu de equipo
Paco Antequera lleva seis medallas, cuatro de oro, en seis a?os como seleccionador
A Paco Antequera (Valencia, 1964) se le vino el mundo abajo en 1989, cuando disput¨® como corredor el Mundial de Chambery (Francia). Ingenuo y voluntarioso, el seleccionador nacional de ciclismo desde 1998 descubri¨® que no todo era generosidad y compa?erismo: "Muchos iban a lo suyo y ten¨ªan la desfachatez de acabar a un cuarto de hora". Aquella desilusi¨®n marc¨® a un gregario importante de los conjuntos de Javier M¨ªnguez, el BH y el Amaya, de tal manera que, m¨¢s all¨¢ de los triunfos de ?scar Freire, el sello que ha impreso ha sido el del esp¨ªritu de equipo.
Un esp¨ªritu que no le importar¨ªa transplantar al proceloso mundo de los grupos profesionales: "Acabo de renovar por cuatro a?os con la federaci¨®n. Lo he hecho, pese a que es ¨¦poca electoral y no se sabe si seguir¨¢ como presidente Manuel P¨¦rez, porque todos los candidatos est¨¢n en la directiva y lo han aprobado. Pero a lo mejor no sigo. Desde hace meses sopeso una oferta para dirigir el Comunidad Valenciana-Kelme. S¨®lo la aceptar¨¦ si me garantizan que voy como primer director o a igualdad de mando con Vicente Belda". "Cuando corr¨ªa con M¨ªnguez, yo era el capit¨¢n de ruta,una especie de director desde la bicicleta", recuerda; "me respetaba tanto M¨ªnguez que hab¨ªa d¨ªas que echaba broncas a los compa?eros que no me hac¨ªan caso. Les dec¨ªa que, si me hubieran atendido, mejor les habr¨ªa ido".
Con Freire, en quien confi¨® ciegamente desde el principio -pocos ciclistas estaban dispuestos a ir al Mundial y le costaba llenar la selecci¨®n-, Antequera encontr¨® la simbiosis ideal. Uno ha engrandecido al otro: "Me fij¨¦ en ¨¦l en el campeonato amateur de 1997, en San Sebasti¨¢n, en el que termin¨® el segundo. A pesar de que era profesional de primer a?o y apenas hab¨ªa corrido, no dud¨¦ en llevarle a Valkenburgo". En aquel 1998 pocos se fijaron en ello, pero, llegado el momento decisivo, Freire estaba a¨²n en el grupo de los importantes. Un pinchazo, sin embargo, le dej¨® cortado. "No digo que habr¨ªa ganado el Mundial, pero s¨ª que lo habr¨ªa disputado hasta el final", afirma Antequera.
Y en 1999, frente a las cr¨ªticas de quienes no entend¨ªa c¨®mo pod¨ªa confiar en un corredor como Freire, que apenas hab¨ªa competido, que sufr¨ªa lesiones permanentes; en el que ni siquiera su director, M¨ªnguez, confiaba a¨²n, Antequera decidi¨® seleccionar de nuevo al fen¨®meno de Torrelavega, quien, para sorpresa mundial, gan¨®.
"Si no lo hubiera llevado, seguramente ahora Freire no ser¨ªa ciclista", comenta Antequera; "M¨ªnguez no le iba a renovar el contrato. Nadie le quer¨ªa. Pero gan¨® el Mundial de Verona. A m¨ª no me sorprendi¨®. Sab¨ªa que tiene un don especial, un algo intangible".
Freire gan¨® y con aquella victoria cambi¨® su vida, la de Antequera y la cultura del ciclismo espa?ol. De repente, el Mundial era algo apetecible. Antequera se encontr¨® con que todas las figuras quer¨ªan ir a la selecci¨®n, incluso de gregarios. De repente, encontr¨® vuelo propio una generaci¨®n que no pensaba en las carreras por etapas, sino en las cl¨¢sicas de un d¨ªa. Y continu¨® su suerte, tras un bronce de Freire en Plouay 2000 y el nuevo oro en Lisboa 2001, con el doblete de Igor Astarloa y Alejandro Valverde en Hamilton 2003.
La imagen de Antequera enga?a. Parece un hombre bonach¨®n, discreto, sin aparente capacidad de mando; un funcionario apacible. Pero detr¨¢s de esa figura se esconde un seleccionador con varias ideas muy claras. Y la primera es que quien traiciona la paga, que aqu¨¦l que no le obedece un a?o, puede olvidarse de volver al equipo. "A todos les digo claramente lo que quiero de ellos", explica; "y quien no cumple es hombre muerto para m¨ª. Y no me ha importado dejar alg¨²n a?o en casa a alg¨²n ganador de la Vuelta, y no hablo de Roberto Heras, por no obedecerme".
De 12 a 9 corredores
El domingo, en Verona, 200 ciclistas profesionales disputaron el Mundial. Lo hicieron encuadrados en selecciones nacionales y no en equipos comerciales como en las dem¨¢s competiciones del a?o, exceptuando, cada cuatro, los Juegos Ol¨ªmpicos. Pero no lo hicieron en igualdad de condiciones. Mientras los diez pa¨ªses m¨¢s potentes ten¨ªan derecho a presentar 12 -Espa?a, por contar con el campe¨®n saliente, Igor Astarloa, clasificado de oficio, e Italia, porque Paolo Bettini, campe¨®n ol¨ªmpico, tambi¨¦n ten¨ªa ese derecho, salieron con 13- y los 28 restantes, de acuerdo con su clasificaci¨®n en la UCI, se distribuyeron las otras 78 plaza. As¨ª, uno de los favoritos, el kazajo Vinokurov, s¨®lo tuvo tres coequipiers.
Este problema ser¨¢ menor, seg¨²n la UCI, a partir del pr¨®ximo Mundial, en Madrid, el 25 de septiembre de 2005. Desde entonces, las selecciones contar¨¢n con un m¨¢ximo de nueve corredores -Espa?a, por llevar al campe¨®n, ?scar Freire, tendr¨¢ derecho a diez-. De esa manera se pretende que haya m¨¢s pa¨ªses con el m¨¢ximo de participantes y, tambi¨¦n, que puedan participar m¨¢s.
En el ¨²ltimo r¨¢nking, hecho p¨²blico ayer, figuran 68 naciones: desde Italia, inamovible n¨²mero uno desde hace a?os, hasta Trinidad y Tobago.
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