Ana Rom¨¢n invita a la reflexi¨®n con sus obras de gomaespuma
La galer¨ªa Altxerri muestra en San Sebasti¨¢n las esculturas de la artista bilba¨ªna
Hay algo que la artista Ana Rom¨¢n (Bilbao, 1962) busca con insistencia: "que la gente no se quede indiferente" ante su obra pl¨¢stica, "que piense, que reflexione". Lo ha tratado de lograr de diferentes maneras. Primero a trav¨¦s de su pintura, de influencia dada¨ªsta, despu¨¦s, cuando tropez¨® con la gomaespuma, con esculturas, como puede verse en la exposici¨®n que presenta en la Galer¨ªa Altxerri de San Sebasti¨¢n.
Rom¨¢n, igual que su marido, el tambi¨¦n artista Edu L¨®pez, estudi¨® en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao de la mano de una nueva hornada de profesores -Moraza, Badiola, Urzay y San Mart¨ªn, recuerda la artista- que insistieron en profundizar en la historia reciente del arte. "Hicieron mucho hincapi¨¦ en autores como Duchamp", explica el galerista Miguel Garc¨ªa-Velilla. "Y en el caso concreto de Ana se ve muy clara su influencia y tambi¨¦n la de Picabia". Ambos artistas que se cuestionaron la figuraci¨®n a principios de siglo, empezaron a pintar m¨¢quinas fant¨¢sticas y rompieron las formas y el concepto de arte. "Me interesan los dos", reconoce Rom¨¢n, "pero tambi¨¦n otra mucha gente. Estoy abierta a todo tipo de opciones".
La artista ha seguido, de momento, esta estela tem¨¢tica, como puede comprobarse en Mec¨¢nica Popular, una exposici¨®n de dibujos, pinturas y esculturas en gomaespuma, recubiertas de tela (52 piezas). "La diferencia es que su acercamiento es mucho m¨¢s amable", contin¨²a Garc¨ªa-Velilla. "Nunca presenta m¨¢quinas amenazadoras, sino dom¨¦sticas. Son casi personajes". De hecho, para la artista, que "busca hacer pensar", son "ayudantes dom¨¦sticos". En unos casos, pueden confundirse con p¨¢jaros posados en la rama de un ¨¢rbol; en otros, podr¨ªan pasar perfectamente por saltamontes, perros o incluso seres humanos. En todos, son figuras absolutamente planas, porque si por algo se ha definido hasta ahora la pintura de Ana Rom¨¢n es por sus colores puros y la falta de volumen. "Juega a pintar lo m¨¢s plano posible", dice Garc¨ªa Velilla. "No hay ninguna sombra, nada que indique volumen". La artista s¨®lo ha llegado a ¨¦l a trav¨¦s de la esculturas que comenz¨® a realizar hace aproximadamente cuatro a?os. "Sent¨ª la necesidad de contar las cosas de otra manera", recuerda.
A la artista no le convenc¨ªan los materiales tradicionales, pero se sinti¨® c¨®moda con la gomaespuma. "Es un material m¨¢s liviano, fresco y vol¨¢til". Decidi¨® entonces sacar sus m¨¢quinas del lienzo, hacerlas tridimensionales y humanizarlas. Lo que en pintura parece una l¨¢mpara, pasa por un personaje saludando, al cobrar vida con la gomaespuma.
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