Reflejos

Al repetir frente al p¨²blico pautas de comportamiento que confirman lo que hemos le¨ªdo en los libros, la actuaci¨®n de algunos pol¨ªticos nos recuerda a la de los animales en cautividad. Ante el est¨ªmulo, por ejemplo, de que Zapatero acudir¨ªa a la Comisi¨®n de Investigaci¨®n del 11-M, Vicente Mart¨ªnez Pujalte, el Detestable, asegur¨® que lo hac¨ªa por miedo, ya que Aznar hab¨ªa amenazado con decir (?por fin!) toda la verdad. No esper¨¢bamos otra r¨¦plica. Sabemos c¨®mo responde el mono frente a la provocaci¨®n del cacahuete, aunque tambi¨¦n es verdad que si rompiera de vez en cuando la rutina se lo agradecer¨ªamos. El problema es que Pujalte habr¨ªa dicho lo mismo si Zapatero hubiera comunicado su intenci¨®n de no comparecer: "No comparece por miedo, ya que Aznar va a decir toda la verdad". Curiosamente, no hay cosa que m¨¢s divierta a los ni?os en el zoo que el comportamiento parad¨®jico de los animales. "Pap¨¢, ?por qu¨¦ hace lo mismo frente a est¨ªmulos opuestos?". "Porque es un animal, hijo m¨ªo".

Pol¨ªticos en cautividad, presos de tics que parecen jaulas. En el congreso del PP daba la impresi¨®n de que actuaban movidos por pautas de conducta m¨¢s que por convicciones. Ni Aznar ni Rajoy ni Acebes liberaron ideas pol¨ªticas, s¨®lo reflejos condicionados. Ruiz-Gallard¨®n, el ¨²nico que sorte¨® lo previsible para alumbrar alguna forma de pensamiento, fue luego desautorizado por la tribu. Los mayores aplausos se los llev¨® Aznar por forzar hasta la caricatura la actuaci¨®n que se esperaba de ¨¦l. Aznar se ha amanerado en el sentido de que ya s¨®lo puede actuar a la manera de Aznar. Ese estadio, en arte, coincide con la muerte del creador que, preso de sus recursos formales, ya s¨®lo es capaz de repetirse hasta la agon¨ªa.

Las pautas est¨¢n re?idas con el pensamiento porque son la repetici¨®n mec¨¢nica de un gesto. El pensamiento aparece cuando uno se pregunta por el sentido de la pauta o la rompe para ver qu¨¦ pasa. Zapatero, al hacer lo contrario de lo que el PP esperaba, y aun sabiendo que Pujalte habr¨ªa dicho lo mismo si hubiera decidido lo contrario, ha roto la pauta. No sabemos c¨®mo manejar¨¢ el d¨¦ficit, pero le agradecemos que deje de actuar como un primate.