El original y la copia
El teatro musical es tan antiguo como el teatro. Muchos de los grandes teatros nacionales, desde la ¨®pera china al kabuki, pasando por la tragedia griega y el Siglo de Oro espa?ol son, en buena medida, teatro musical, del que nos ha llegado la letra y se han perdido frecuentemente la coreograf¨ªa y la partitura. Los autores del Siglo de Oro escriben bailes (un g¨¦nero dram¨¢tico) y otras obritas breves de car¨¢cter musical, sus comedias se cierran con mojigangas, que eran como el fin de fiesta por alegr¨ªas del ballet flamenco, y Calder¨®n, Juan Hidalgo y compa?¨ªa componen obras de corte mitol¨®gico en las que la palabra cantada alterna con la hablada. Hay una parte ingente de este patrimonio por recuperar. La historia del teatro musical en Espa?a, desde 1657, cuando Calder¨®n escribe la zarzuela El golfo de las sirenas, hasta hoy, est¨¢ llena de episodios apasionantes, de discusiones sobre el fondo y la forma, de momentos de gloria verdadera y de decadencia cierta. Hace siete temporadas, cuando se estrenaron en Madrid con gran ¨¦xito El hombre de La Mancha y Chicago, el g¨¦nero comenz¨® a atravesar, aparentemente, un ciclo de expansi¨®n. Todo es relativo. El r¨¦cord de permanencia lo tiene La bella y la bestia, que estuvo en cartel cerca de dos temporadas. Cinco minutos nada menos, revista de Jacinto Guerrero, alcanz¨® las 1.890 representaciones consecutivas a finales de los a?os cuarenta. Do?a Francisquita, en el montaje de Tamayo que reinaugur¨® el Teatro de la Zarzuela, en 1956, se repuso durante diez temporadas. En el Madrid min¨²sculo de finales del XIX, La Gran V¨ªa estuvo en cartel ininterrumpidamente durante cuatro a?os. El mismo p¨²blico volv¨ªa y volv¨ªa. En Italia esta revista se represent¨® tanto y se hizo tan popular que las orquestinas napolitanas callejeras incorporaron a su repertorio la jota de los tres Ratas y el vals del Caballero de Gracia. La Grande Voie, versi¨®n en franc¨¦s, arras¨® en el Olympia de Par¨ªs. De all¨ª, salt¨® a toda Europa, a Rusia, a Jap¨®n, a Estados Unidos...
La historia del teatro musical en Espa?a est¨¢ llena de episodios apasionantes
?En Bolivia se represent¨® en quechua!
La diferencia entre el ciclo de expansi¨®n que parece estar atravesando el g¨¦nero musical y ciclos anteriores es que ¨¦ste se sustenta, sobre todo, en la importaci¨®n de t¨ªtulos anglosajones. En la segunda mitad del siglo XIX, cuando la francesa era lengua dominante en Europa, Madrid estren¨® sistem¨¢ticamente las operetas de Offenbach (¨¦l mismo dirigi¨® en la Zarzuela Les brigantes) y las de Lecocq. Francisco Arderius cre¨® Los Bufos Madrile?os, compa?¨ªa a imitaci¨®n de la del Th¨¦?tre des Bouffes Parisiens, y muchos intuyeron en todo esto un peligro cierto para la m¨²sica popular espa?ola. Lo habr¨ªa sido si la opereta hubiera contado con los mecanismos de promoci¨®n actuales. Lo que sucede ahora en el musical no es ajeno a lo que sucede en el cine, en la m¨²sica, en la industria alimentaria, donde las multinacionales y sus redes de comercializaci¨®n han cambiado los gustos para imponer productos de genuino sabor americano.
Se ha escrito que el cine ocu
p¨® la plaza del g¨¦nero chico y que la televisi¨®n dio la puntilla a la zarzuela y a la revista. Es cierto. Amortizar el teatro musical, m¨¢s caro que el de verso (antes se llamaba as¨ª a todo el que no era cantado), requiere plazos mayores y p¨²blicos m¨¢s amplios. En 1951, en Madrid se estrenan, en t¨¦rminos absolutos, m¨¢s de veinte revistas, comedias musicales, zarzuelas y sainetes l¨ªricos de autores nacionales (un par de t¨ªtulos parodian los de pel¨ªculas archiconocidas: El tercer hombro, con m¨²sica de Jacinto Guerrero, y Lo que Alberto se llev¨®, pero tambi¨¦n figuran obras de Soroz¨¢bal y de Moreno Torroba, y La Lola se va a los puertos, con libro de los Machado). Diez a?os despu¨¦s, con la tele en muchos hogares, la SGAE tiene registrados s¨®lo tres estrenos.
Esta ca¨ªda se solapa con la importaci¨®n de comedias musicales. En 1955, Tamayo pone en escena South Pacific, de Rogers y Hammerstein, en versi¨®n de Jos¨¦ L¨®pez Rubio. Tres a?os despu¨¦s, el Teatro de la Comedia ofrece Buenas noches, Bettina, primera de una serie de piezas de Garinei y Giovannini que culminar¨¢ en 1977 con El diluvio que viene, en el Teatro Monumental. El hombre de La Mancha, cuyo estreno en 1997 se vendi¨® como "absoluto", ya se hab¨ªa montado en los sesenta en la Zarzuela, con Nati Mistral, Luis Sagi-Vela y Jos¨¦ Franco. En fin, que la p¨®lvora se descubri¨® hace mucho y la historia del musical de Broadway en Espa?a es larga. Urgando aqu¨ª y all¨¢ aparecen t¨ªtulos como setas. En los sesenta: Kiss me, Kate, de Cole Porter, puesta en escena, entre zarzuela y zarzuela, por Tamayo; Sonrisas y l¨¢grimas, con Alfredo Mayo y Josefina de la Torre; The Boy Friend, de Sandy Wilson, dirigida por Luis Escobar, con Conchita Velasco y Margot Cottens... El propio Escobar le hizo una media ver¨®nica a la censura, que prohibi¨® se repusiese La corte de fara¨®n, subiendo a escena una versi¨®n camuflada: La bella de Texas. En los setenta se estrenaron ?Aplausos!, Jesucristo Superstar, Hair, Godspell, Yo quiero a mi mujer, The Rocky Horror Show... En Barcelona, la historia sigue un desarrollo paralelo (nunca mejor dicho), aunque la resistencia a que penetre la comedia americana es mayor. La efigie de esta resistencia es Dagoll Dagom, que desde Antaviana cultiva una l¨ªnea ecl¨¦ctica cuyos antecedentes son El retaule del flautista (1971), de Berga y Teixidor, y Granja animal (1976), ¨®pera rock de Joan Vives inspirada en Rebeli¨®n en la granja.
La convivencia entre el musical aut¨®ctono y el de importaci¨®n no ha sido f¨¢cil, ni lo ser¨¢ si no se ampl¨ªa su p¨²blico objetivo. Alg¨²n productor ha estimado que en Madrid, en temporada alta, no pueden sobrevivir simult¨¢neamente m¨¢s de cinco o seis producciones en cartel. En la actualidad se representan Cabaret, Cantando bajo la lluvia, Cats, El otro lado de la cama y, hasta ma?ana, La del manojo de rosas, en la Zarzuela (despu¨¦s del Festival de Oto?o entra en cartel El asombro de Damasco). El 11 de noviembre, en el Lope de Vega, se estrena Mamma M¨ªa!, con Nina, Marta Valverde y Paula Sebasti¨¢n encabezando un reparto que interpreta ¨¦xitos del grupo sueco Abba. El montaje original se estren¨® en Londres. Y en primavera est¨¢ previsto que suba a escena Hoy no me puedo levantar, de Nacho Cano.
En Barcelona, se est¨¢n representando Los Tarantos, con m¨²sica de Juan G¨®mez, Chicuelo, y Fama. El Teatre Apolo celebra su temporada l¨ªrica, y el Teatre Nacional de Catalunya estrena el 21 de octubre una puesta en escena nueva de Mar i Cel, gran ¨¦xito de Dagoll Dagom en 1988. La m¨²sica es de Albert Guinovart y el texto, basado en Guimer¨¤, de Xavier Bru de Sala.
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