La fuerza de lo real y la tentaci¨®n de la historia
Brett Easton Ellis e Irene Nemirowsky, dos autores para la nueva temporada
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Una vez clausurada la feria y recogidos los enseres, todo el mundo coincide en hablar de un cambio de atm¨®sfera. Menos delirio mercantil (y espectacular) y un margen mayor para trabajar sobre cat¨¢logo, con autores que van creciendo, ganando su p¨²blico fuera de su lugar de origen. Por lo que se refiere a los t¨ªtulos que se editar¨¢n en los pr¨®ximos meses en Espa?a, dos tendencias parecen imponerse. La realidad, que se inmiscuye en la ficci¨®n o reina soberana, y la historia, que sirve a veces como escenario de un thriller o da cuenta de sus viejas lecciones.
Un escritor habla de los libros que ha publicado. Cuenta c¨®mo ha ido poco a poco a peor. Cada vez m¨¢s barroco, menos claro. Luego refiere c¨®mo el ¨¦xito lo empuj¨® al desprop¨®sito: coca¨ªna a raudales, hero¨ªna, juergas interminables, caos. Rompi¨® con su pareja, estrope¨® la relaci¨®n con su hijo. Vivi¨® un infierno. Gritos, peleas y el puro v¨¦rtigo de la velocidad excesiva hacia ninguna parte. La novela se llama Lunar Park, la publicar¨¢ Mondadori y su autor es Brett Easton Ellis. Va contando su historia reciente y, s¨²bitamente, cambia de registro. Permanecen los personajes reales, pero todo avisa (una casa apartada, un ambiente extra?o) de que estamos ya en el mundo de la ficci¨®n...
La realidad se inmiscuye en la ficci¨®n o reina soberana
La ucrania Irene Nemirowsky sab¨ªa que iba a morir, pero prefiri¨® no huir y seguir escribiendo. Su historia como jud¨ªa hab¨ªa sido la de ir dando tumbos de un lado a otro. No estaba dispuesta a seguir haci¨¦ndolo. Y llegaron los soldados franceses que ayudaban a los nazis y la metieron en un tren con destino a Auschwitz (donde muri¨®). La institutriz que salv¨® a sus hijas salv¨® tambi¨¦n sus papeles. Hace poco se han podido publicar: son las dos primeras novelas de una pentalog¨ªa. La cr¨®nica precisa de un mundo que se va abajo, y del que todos salen huyendo, el rico y el pobre, el banquero y el analfabeto. Saldr¨¢ en Salamandra con el t¨ªtulo de Suite francese.
La realidad marca tambi¨¦n la pauta de algunos de los pr¨®ximos t¨ªtulos de Anagrama. La realidad de la vida, en la Autobiograf¨ªa del hambre, de Amelia Nothomb, y en la relaci¨®n de peripecias que hilan la historia personal de Hanif Kureishi. Vikram Seth, en cambio, no se explora a s¨ª mismo. Prefiere perseguir a un t¨ªo, un dentista manco, en sus distintas iniciativas, en su sorprendente aventura. Un poco m¨¢s dura es la realidad que llega desde las Cartas del frente, donde Michael Moore ha reunido los testimonios (duros e inquietantes) que ha recibido de los combatientes en Irak. Sale en Ediciones B, donde aparecer¨¢ tambi¨¦n su Gu¨ªa oficial de 'Farenheit-11', que re¨²ne el gui¨®n de la pel¨ªcula y los documentos y papeles que confirman que Moore no ha mentido. En este mismo sello, la s¨®rdida realidad del boxeo en Rope burns, los cuentos de F. X. Toole. Luego, como siempre, est¨¢ la realidad que tratan los ensayos. Taurus sacar¨¢ La ira, de Andr¨¦ Glucksmann: Pen¨ªnsula (y Ediciones 62 en catal¨¢n), Buenos d¨ªas, pereza, el l¨²cido diagn¨®stico que con buen humor y gran penetraci¨®n ha permitido a Corinne Maier poner al desnudo la realidad de las empresas poscapitalistas.
Junto a Nemirowsky, y su mirada descarnada sobre la II Guerra Mundial, el pasado sirve para ambientar dos de los lanzamientos de Seix Barral. Steve Berry, en La profec¨ªa Romanov, se va a la ¨¦poca del zar Nicol¨¢s II para ambientar un thriller que arranca de una profec¨ªa de Rasput¨ªn. Arthur Phillips, en El egipt¨®logo, se sirve de las pesquisas de un detective australiano para intentar desenmascarar a un personaje ambiguo que todo lo sabe de Egipto y que quiere hallar la tumba de un rey ap¨®crifo, pero que parece estar implicado en una red de asesinatos. La historia arranca en 1922. En The snowflower and the secret fan [La flor de nieve y el abanico secreto] el viaje es m¨¢s lejano. Lisa See reconstruye la China del medievo, donde funcionaba una tradici¨®n: la de juntar a dos chicas j¨®venes de dos familias para que fueran amigas (casi hermanas) hasta que sus respectivos matrimonios las separasen. Aunque poco, pues lo que cuenta la escritora chuma-americana es de la manera que ten¨ªan de ingeni¨¢rselas para mantener su estrecha complicidad.
Historia y realidad, en fin, tambi¨¦n en las letras espa?olas. Antonio Orejudo, en Reconstrucci¨®n, su nueva novela, que aparecer¨¢ en Tusquets, reconstruye la revuelta de los anabaptistas en M¨¹nster (y m¨¢s cosas). Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n, que tambi¨¦n cambia de editor (a Seix Barral), ha optado por la realidad, y cuenta en Enterrad a los muertos la amistad entre John Dos Passos y su traductor al espa?ol. La Guerra Civil como tel¨®n de fondo, la barbarie, el conflicto entre anarquistas y comunistas.
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