Tiempo de penitencias
Est¨¢ pasando lo que se tem¨ªa. La invasi¨®n de Irak pareci¨® aislar en una burbuja el conflicto israelo-palestino. Era una ilusi¨®n. El terrible atentado en Taba y otros lugares del Sina¨ª es una sacudida no s¨®lo contra los israel¨ªes, sino contra Egipto, y toda la regi¨®n. Llega cuando Egipto se est¨¢ preparando para la sucesi¨®n por su hijo del presidente Mubarak, cuyo fin se acerca. Es tambi¨¦n un golpe al turismo, esencial para la econom¨ªa egipcia. Adem¨¢s, Egipto estaba implic¨¢ndose en el proceso de retirada israel¨ª de Gaza. Obra, seg¨²n reconoce Israel, de un grupo de la galaxia de Al Qaeda, el atentado intenta vincular este terrorismo global islamista al conflicto entre Israel y Palestina, conexi¨®n que Arafat siempre ha intentado evitar.
La radicalizaci¨®n de ambos campos, israel¨ª y palestino, es patente. Los palestinos "no est¨¢n motivados porque no ven un horizonte ni pol¨ªtico ni econ¨®mico", seg¨²n consider¨® en el VI Foro Formentor organizado por la Fundaci¨®n Repsol-YPF Mohamed Rachid, consejero de Arafat, que pidi¨® una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU que defina las fronteras futuras de los dos Estados y otros principios. Pero la desesperaci¨®n de las dos partes hace que, al menos los palestinos, se nieguen a gestionar el conflicto si no se puede resolver.
En una larga sesi¨®n del Foro, israel¨ªes y palestinos se enzarzaron en un debate sobre su problema, como si estuviera al margen lo que pasa a su alrededor, en Irak o en Egipto. En cinco horas ni una sola vez se mencion¨® a Irak -s¨ª a Ir¨¢n- y s¨®lo al final, lo ocurrido en Taba. Hay algo de enfermizo en esta burbuja. Claro que hay otras burbujas, como la electoral de los debates entre Bush y Kerry. En el primero de ellos, no hubo menci¨®n alguna al conflicto israelo-plaestino. En el segundo, s¨®lo por parte de Bush, para descalificar a Arafat.
Los palestinos piden a gritos una intervenci¨®n extranjera para volver a poner en marcha una negociaci¨®n. Pero hasta el 2 de noviembre, como poco, nadie se mover¨¢. Blair se ha comprometido a intentarlo despu¨¦s. Sharon aprovecha este vac¨ªo aprovecha para limpiar Gaza a su estilo en una operaci¨®n fat¨ªdicamente bautizada D¨ªas de Penitencia.
Sharon parece estar por el Gaza s¨®lo (retirada) y no por Gaza primero (preludio a otras retiradas). Sea como sea, la UE lo apoya como ¨²nico clavo al que agarrarse, y ¨²nica partida que se juega. Pero tan importante para el futuro es la retirada en s¨ª, como la manera como se lleva a cabo. A favor de Sharon juega el hecho de que la represi¨®n y la construcci¨®n del muro de seguridad ha reducido el n¨²mero de atentados. Pero esto puede ser pan para hoy y hambre para ma?ana, pues alimenta el odio. Lo que est¨¢ haciendo Sharon en Gaza es humanamente deplorable, y pol¨ªticamente impracticable: va arrojar a los palestinos en manos de las versiones m¨¢s violentas de Ham¨¢s y otros movimientos y obligar¨¢ a Israel a montar guardia ante un Bantust¨¢n (Gaza s¨®lo), con una poblaci¨®n infantil y juvenil explosiva.
El conflicto entre israel¨ªes y palestinos envenena muchas cosas, incluidas las relaciones transatl¨¢nticas. Muchos israel¨ªes miran ahora a Europa (no a todos los pa¨ªses europeos) no ya s¨®lo como "muy ocupada por su propia debilidad" como lo puso alg¨²n israel¨ª, sino, patol¨®gicamente, como algo nocivo. Y Bush utiliza Europa como concepto arrojadizo contra Kerry.
Bush plante¨® una pol¨ªtica de primero Irak, luego el conjunto de la regi¨®n, y, s¨®lo despu¨¦s una soluci¨®n a este conflicto. Es un error porque la guerra de Irak lo es en s¨ª, y porque la cuesti¨®n palestina sirve de excusa y de bandera en un mundo musulm¨¢n tambi¨¦n globalizado para Al Qaeda y sus semejantes.
En todo caso, el deterioro se est¨¢ transmitiendo al conjunto de la regi¨®n. Los terroristas han dado en Taba -antes s¨ªmbolo del mayor intento de una paz entre israel¨ªes y palestinos- un golpe a la regi¨®n. Tiempos de penitencia, s¨ª. Pero es toda la regi¨®n la que puede ir hacia un infierno, o, si acaso, quedarse en un purgatorio permanente.
aortega@elpais.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.