Triunfo, con o sin tinta

Los afganos han acudido a votar en las presidenciales del pasado s¨¢bado, que hab¨ªan sido aplazadas en junio y sobre las que muchos de los candidatos hab¨ªan pedido un nuevo retraso ante la falta de seguridad. Aparentemente lo ha hecho la gran mayor¨ªa de los m¨¢s de diez millones de inscritos. Y por primera vez las mujeres han tenido ese privilegio en el m¨ªsero pa¨ªs centroasi¨¢tico, desgarrado por m¨¢s de dos d¨¦cadas de violencia y al que la locura fundamentalista lo sumergi¨® en las tinieblas medievales hasta la ca¨ªda del r¨¦gimen talib¨¢n en noviembre de 2001. En s¨ª es ya un triunfo, pese a las irregularidades denunciadas por casi todos los aspirantes anticip¨¢ndose a la victoria del presidente interino, Hamid Karzai, a quien apoya EE UU y el resto de la comunidad internacional. La ONU, organizadora de los comicios, ha concluido que, a pesar de los errores habidos en el uso de tinta indeleble para evitar que la gente votara m¨¢s de una vez, no hay razones para invalidar el sufragio.

Los resultados tardar¨¢n al menos dos semanas, aunque es segura la victoria de Karzai, un pol¨ªtico con fama de honrado. Si es holgada, le facilitar¨¢ la campa?a anticorrupci¨®n dentro de su Gobierno y encarar la batalla contra los se?ores de la guerra, que siguen dominando las regiones y que monopolizan el cultivo y comercio de droga. Afganist¨¢n corre el peligro de convertirse en un verdadero Estado narcotraficante.

El pa¨ªs dista a¨²n mucho de la normalizaci¨®n. Dif¨ªcil pronosticar cu¨¢ndo llegar¨¢. La pasada primavera, en la ¨²ltima conferencia de donantes, donde se apalabraron m¨¢s de 8.000 millones de d¨®lares para su reconstrucci¨®n en los pr¨®ximos tres a?os, Karzai dijo que Afganist¨¢n ser¨¢ autosuficiente en 10 a?os. Pero para ello necesitar¨¢ m¨¢s ayuda exterior. Quiz¨¢s el triple. Y, ?qu¨¦ decir de la propia seguridad interna? Resultan insuficientes el contingente multinacional de la ISAF, que supervisa la OTAN (Espa?a contribuye con un millar de los m¨¢s de 8.000 soldados), desplegado sobre todo en Kabul, la capital, en misi¨®n de asistencia, y la fuerza de EE UU (m¨¢s de 10.000), en el sur, en b¨²squeda de huestes de Bin Laden y talibanes. Buena parte de los efectivos de la ISAF regresar¨¢ a casa tras los comicios, incluida la mitad de los espa?oles. Es una acci¨®n tal vez precipitada porque el pa¨ªs necesitar¨¢ a¨²n por mucho tiempo de la protecci¨®n extranjera. Para empezar, durante la celebraci¨®n de las legislativas el a?o que viene.