La voz humana

En la m¨²sica popular, la voz humana conduce, expresa, da identidad, se convierte en el ¨²nico elemento irreemplazable y determina el pase a la posteridad de la mayor parte de los grupos de pop, rock, rap, reggae, country y cualquier otro estilo musical que no sea instrumental. Pues bien, el tr¨ªo brit¨¢nico Keane, con una formaci¨®n tremendamente minimalista en la que no hay sitio ni para bajo, ni para -?anatema!- guitarra, consagra su existencia a trabajar para que la expresi¨®n vocal de su solista, el carism¨¢tico Tom Chaplin, alcance la gloria sonora en cada tema.

Cierto es que la sabia labor de acompa?amiento y creaci¨®n de arreglos del pianista Tim Rice-Oxley resulta fundamental, del mismo modo que en cualquier formaci¨®n lo ser¨ªa la del guitarrista-socio del cantante. Pero eso no quita para que, tal y como est¨¢ el sonido est¨¢ndar del pop de ahora mismo de mediatizado por el marketing y los avances tecnol¨®gicos, sea tremendamente encomiable la labor de estos tres m¨²sicos que han dado a Inglaterra otro motivo de orgullo sonoro. Por contra, decir que la m¨²sica de Keane hay que saborearla a tragos cortos y sin abusar, para que no pierda su indiscutible valor y no aburra.

En su concierto de Madrid, el tr¨ªo demostr¨® por qu¨¦ y con qu¨¦ m¨¦ritos ha recogido el testigo de bandas como Travis, Coldplay o Starsailor. Sin m¨¢s ayuda esc¨¦nica que la de su intensidad interpretativa y teniendo a su cantante como ¨²nico foco de atenci¨®n, el grupo se marc¨® un concierto excelente en el que las extraordinarias melod¨ªas de su ¨¢lbum Hopes and fears alzaron el vuelo por encima de las cabezas de los embelesados espectadores. Hubo momentos de aut¨¦ntica magia en la interpretaci¨®n de We might as well be strangers, la aterciopelada This is the last time o Your eyes open, por s¨®lo citar alguno de los temas interpretados, aunque el resto no desmereciera en absoluto.

Keane demostr¨® ser un grupo en plena explosi¨®n en direcci¨®n a audiencias masivas y con uno de esos cantantes que marcan un antes y un despu¨¦s. Es de esperar que los vaivenes de la industria discogr¨¢fica no le condenen a ser flor de un nublado d¨ªa brit¨¢nico.