El F¨®rum, en venta

El F¨®rum de Barcelona est¨¢ en venta. Literalmente. Ayer comenz¨® la subasta de 30.000 art¨ªculos con los que la organizaci¨®n prev¨¦ ingresar por lo menos 12 millones de euros, una inyecci¨®n imprescindible para cuadrar las cuentas. M¨¢s de 10.000 personas se han inscrito para pujar, a mano alzada o por Internet, en las sesiones, que contin¨²an hoy y ma?ana.

Se vende todo: mobiliario urbano y de oficina, material inform¨¢tico y audiovisual -monitores, c¨¢maras de seguridad, cable por metros...-, la flota de veh¨ªculos, los chiringuitos de comida y su contenido hasta la ¨²ltima bandeja, la escenograf¨ªa de los espect¨¢culos, parte de las exposiciones, elementos de se?alizaci¨®n, plantas... Y todo uno a uno: silla a silla, lona a lona, enchufe a enchufe... o en lotes que agrupan mesa, silla y cajonera. As¨ª el comprador es el usuario final y se cierra el paso a intermediarios o subasteros.

La macrosubasta se ha convertido en los ¨²ltimos d¨ªas en la comidilla de la capital catalana

La macrosubasta, la mayor celebrada en Espa?a, se ha convertido en los ¨²ltimos d¨ªas en la comidilla de la capital catalana. Despu¨¦s de casi un mes de inventario, el domingo pasado comenzaron cuatro d¨ªas de exposici¨®n de todos los art¨ªculos en el mismo recinto del F¨®rum. Unos 30.000 barceloneses, interesados o s¨®lo mirones, se acercaron a verlos. Lo m¨¢s buscado, el millar de ordenadores y las decenas de televisores de plasma.

Finalmente, las pujas comenzaron ayer poco antes de las diez de la ma?ana simult¨¢neamente en tres salas: espect¨¢culos y exposiciones, mobiliario de oficina y hosteler¨ªa. El p¨²blico era tan heterog¨¦neo como la oferta, con mayor¨ªa de particulares (50%), peque?os empresarios o propietarios de restaurantes (40%), y ayuntamientos (10%). Son datos de Ferbossa Industriactiva, la compa?¨ªa especializada en liquidaciones que gan¨® el concurso p¨²blico convocado por el F¨®rum para gestionar la superventa.

Pese a los 3.500 participantes presentes ayer y los 3.900 en l¨ªnea, y a la locura que pueda parecer un proceso as¨ª, los incidentes fueron m¨ªnimos. En cada sala, una pantalla mostraba una foto y el n¨²mero del art¨ªculo, el precio de salida y c¨®mo iba subiendo. En algunos momentos fall¨® la imagen, y si se pujaba por Internet, la voz del subastador llegaba con 10 segundos de adelanto, aunque la casilla de las cifras reflejaba la puja en tiempo real: 15, 20, 25, 30. Tambi¨¦n precisaba si las ofertas proven¨ªan de la sala o de Internet.

Pese a la solemnidad del martillazo posterior al "a la una, a las dos, a las tres, ?adjudicado!", tambi¨¦n hubo comentarios ir¨®nicos de los subastadores y guasa entre el p¨²blico. Cuando alguien compr¨® cinco papeleras de pl¨¢stico por 30 euros poco despu¨¦s de que otras iguales se vendieran a s¨®lo tres euros, la sala estall¨® en carcajadas y aplausos. "?Alguien da m¨¢s por este magn¨ªfico letrero luminoso? No hace falta decirles que vale mucho m¨¢s que 10 euros", se?alaba el subastador en la liquidaci¨®n de los espect¨¢culos y las exposiciones.

All¨ª se bati¨® uno de los r¨¦cords. El segundo objeto m¨¢s caro fue la maqueta de la fachada de la casa modernista La Pedrera, de Gaud¨ª. La compr¨® una empresa por 7.000 euros, con intenci¨®n de revenderla, ante el asombro general. Todo el mundo esperaba que se la llevara Caixa de Catalunya, propietaria del inmueble. El primer puesto fue para un chiringuito de alimentaci¨®n, 19.000 euros.

En el polo opuesto, los colchones del Campamento de la Paz salieron a un euro cada uno. Sillas de despacho entre 40 y 90 euros, t¨ªteres gigantes por 550 euros y neveras industriales por 900. A todo hay que sumar el 16% de IVA y la comisi¨®n del 15% para Ferbossa.