El l¨ªder pasa la prueba del 'derby'

El l¨ªder pas¨® la prueba del derby sin mayor apuro, con una sencillez escalofriante, tan limpia y f¨¢cilmente que nadie hubiera dicho que en juego estaba el honor ciudadano. El Espanyol se qued¨® en la cuesta de Montju?c, v¨ªctima de su propia ansiedad, y el Barcelona le despach¨® en silencio, con la suficiencia del que se siente favorito y administra su benevolencia sin herir susceptibilidades. Fue un partido tan f¨¢cil y descarnado que por momentos pareci¨® que las dos hinchadas miraban para otro lado.

Quiz¨¢ de manera premeditada, el Barcelona se dej¨® llevar desde el primer entrenamiento en un derby que el Espanyol manej¨® desde su casa. Lotina llevaba dos semanas con el partido metido en la cabeza, y a cada d¨ªa relataba un nuevo detalle de su plan. El equipo blanquiazul fue un libro abierto desde que salt¨® a la cancha y los azulgrana le aguardaron tan panchos. Apretaba, presionaba y atacaba el Espanyol en campo del Bar?a: juego de anticipaci¨®n frente a Ronaldinho y Eto'o, las tijeras de Ito y Morales ante dos costureras de la categor¨ªa de Xavi y Deco, Tamudo procuraba tirarse a las bandas para sacar a los centrales y Lo Pelat flotaba en la zona de M¨¢rquez, reconvertido en medio centro, desplazado de su zona defensiva. Mucho polvo, un poco de tralla y nada que contar en el bando local. Ni un rasgu?o entre los azulgrana, que por lo dem¨¢s alcanzaron el descanso con un gol de ventaja en una contra de manual. Puyol le quit¨® la pelota a De la Pe?a, que qued¨® da?ado en el suelo, y el equipo sali¨® como un tiro, a lomos del camerun¨¦s Eto'o, hasta alcanzar la red despu¨¦s de un remate de Deco que rebot¨® en Morales. Hasta el gol se lo marc¨® el Espanyol.

Rijkaard recurri¨® a Iniesta, que tiene duende, y a Messi, que juega como un ¨¢ngel

La paciencia redimi¨® al Barcelona frente al punto de locura exhibido por el Espanyol a petici¨®n de su propio entrenador, Miguel ?ngel Lotina. El desgaste local fue tremendo y, sin embargo, el marcador le era contrario. A favor de corriente y reducido inicialmente Lo Pelat, el Bar?a procur¨® no meterse en l¨ªos y dej¨® que la contienda transcurriera lo m¨¢s pl¨¢cidamente posible. Le falt¨® un poco de atrevimiento y tambi¨¦n punter¨ªa, sobre todo en dos golpes francos frente al ¨¢rea, para cerrar el litigio ya en el descanso.

Eto'o tiene el punto de mira desviado, Larsson se desenfoca como extremo y Ronaldinho no desequilibra todav¨ªa como ocurr¨ªa la temporada pasada. La debilidad de la delantera azulgrana oblig¨® a esforzarse a su defensa y alivi¨® las penas del Espanyol, que sigui¨® dale que te pego, con Tamudo braceando y De la Pe?a metido en todos los fregados, especialmente con Puyol. Lotina echaba en falta a Dani, punto de encuentro en su equipo, mientras Maxi y Serrano no acertaban a aventar las bandas y se quedaban como atrapados en el embudo del centro del campo.

No avanzaba el Espanyol por culpa de su f¨²tbol centrifugado y el Barcelona se part¨ªa a cada jugada. Fuertes defensivamente, o muy poco exigidos, los azulgrana pasaron el rato, desconectados a menudo los de abajo con los de arriba, sin poder combinar, como si hubieran perdido el hilo del juego con el par¨®n de las selecciones.

El partido decay¨® malamente, matado a posta por el Barcelona, sin que el Espanyol pudiera levantarlo, presa de su actitud reverencial y de la impotencia ante su rival de toda la vida. No le qued¨® m¨¢s remedio a Lotina que mover al banquillo y poner en escena a Corominas, un futbolista descarado, dispuesto a encarar a la acomodada zaga barcelonista, el ¨²nico que fue capaz de rematar a porter¨ªa.

Ocurri¨®, sin embargo, que el partido se puso tan dulce para los azulgrana que Rijkaard recurri¨® a Iniesta y m¨¢s tarde a Messi, y los focos se posaron de nuevo en el Bar?a. Iniesta tiene duende y Messi juega como un ¨¢ngel. Frente a la delicadeza barcelonista, Ivan de la Pe?a continuaba reclamando sin ¨¦xito un cierto protagonismo. Acelerado, Lo Pelat no tuvo nada que decir en un partido que se tom¨® como una cuesti¨®n personal para desdicha de su equipo, superado de nuevo por los acontecimientos.

Los blanquiazules se fueron desfondando seg¨²n pasaban los minutos de mala manera y al Barcelona le vali¨® un gol y un par de detalles para resolver el derby y, de paso, marcar las diferencias entre el l¨ªder y el quinto clasificado. La autoridad azulgrana fue de principio a fin incontestable. Lleg¨® al partido a la hora en punto, cont¨® un gol y, asegurado el triunfo, se retir¨® a la que el ¨¢rbitro pit¨® el final. Un derby de guante blanco. La ch¨¢chara contin¨²a en boca del Espanyol.