La continuaci¨®n de la noticia por otros medios
El peri¨®dico digital se elabora contra el tiempo, aunque guardando la veracidad de la informaci¨®n, para lectores que nos leen en distintos lugares y a distintas horas del d¨ªa, y que pueden aprovechar la interactividad del medio para opinar, votar y comunicarse con nosotros
La principal diferencia en una parte importante de ELPAIS. es con el peri¨®dico de papel radica en el tiempo. Hay muy poco tiempo para elaborar, distinguir y jerarquizar las noticias, como ocurre en la radio, la informaci¨®n de agencias o la televisi¨®n en directo. En el medio on line importa ser el primero, pero sin que la carrera propicie que lo que publiques sea incorrecto o falso. Tambi¨¦n nos distinguimos en el lenguaje. Por poner s¨®lo un ejemplo, en Internet no sabemos a qu¨¦ hora nos est¨¢n leyendo nuestros usuarios, ya que depende del huso horario desde el que se conecten: en Brasil leen por la tarde lo que hace nuestra redacci¨®n de noche. Esto repercute en las referencias horarias que utilizamos al escribir y en el uso de tiempos verbales. Se pueden imaginar ustedes la dificultad.
Las redes multimedia permiten contar una noticia con texto, audio, v¨ªdeo y hoja de c¨¢lculo
Formalmente nos influyen los soportes en los que los lectores ven las noticias: hay pantallas grandes y peque?as, con muchos colores y con pocos, port¨¢tiles y aparatos de sobremesa, agendas personales, CD-ROM, etc¨¦tera. Hay que intentar que desde cualquier dispositivo se pueda leer (o mejor dicho, ver) sin dificultades.
La preparaci¨®n digital de la informaci¨®n y su posterior difusi¨®n por las redes y aparatos separa notablemente la noticia digital de la que se ofrece por los otros medios.
Por un lado, las redes multimedia facilitan que manejemos noticias con formatos diferentes. Ahora, EL PA?S puede contar una noticia a trav¨¦s de un texto, con un gr¨¢fico, con un audio, con un v¨ªdeo, con una hoja de c¨¢lculo, e incluso con una combinaci¨®n de todos o varios de los anteriores. Por tanto, los periodistas apuestan por aquel formato m¨¢s adecuado dentro de los que tienen a su alcance. Sigue predominando el texto porque es el m¨¢s f¨¢cil de producir y transmitir, pero cada vez crecen m¨¢s los otros elementos.
Por otra parte, necesitamos que las m¨¢quinas y las redes entiendan lo que estamos enviando, y aunque seguimos so?ando todos con la inteligencia artificial, los ordenadores son r¨¢pidos, pero bastante torpes para comprender. A cada noticia (un v¨ªdeo, un texto, o lo que sea) le ponemos unas etiquetas que permiten que los sistemas interpreten qu¨¦ hacer con ella. As¨ª, una noticia sobre el hurac¨¢n Jeanne tendr¨¢ una etiqueta para que el ordenador sepa que pertenece a la categor¨ªa de "Cat¨¢strofes e Inundaciones", dentro de la secci¨®n de Sociedad y de la de Internacional (Internet permite que no nos veamos obligados a elegir una ¨²nica secci¨®n), y que adem¨¢s habla sobre "Hait¨ª". Otra serie de etiquetas aclaran a los ordenadores que es una noticia muy importante, por ejemplo, porque los periodistas la han situado en la primera p¨¢gina del web. Una vez marcada la noticia, los ordenadores, ayudados en algunos procesos por los periodistas, empiezan a realizar miles de tareas.
En el ejemplo anterior, los sistemas de ELPAIS.es indexan inmediatamente la noticia para que se encuentre a trav¨¦s del buscador, a la vez se la llevan para el dossier de "Hait¨ª", as¨ª como a la p¨¢gina de "Cat¨¢strofes e Inundaciones" (EL PA?S tiene en su archivo m¨¢s de 9.000 informes, denominados "A Fondo", con todo lo que publica sobre personas, pa¨ªses, organismos, empresas y temas).
Las m¨¢quinas procesan ese material para que se vea en agendas personales y en tel¨¦fonos m¨®viles. Preparan asimismo una versi¨®n en texto especial para personas con discapacidad visual, que tambi¨¦n es ¨²til para aquellos que quieren ahorrarse las im¨¢genes para navegar m¨¢s r¨¢pido en Internet. Si, por el contrario, lo que desea es fidelidad m¨¢xima al original, en el caso de que la noticia provenga de la edici¨®n de papel, puede usted imprimir una versi¨®n id¨¦ntica a la impresa con todos sus contenidos. Si lo hace desde Nueva York, la tendr¨¢ antes que los espa?oles que la compramos en los quioscos. Si la noticia es muy importante y usted est¨¢ suscrito al sistema de alertas de ELPAIS.es para Amena, Vodafone o Telef¨®nica, habr¨¢ recibido, pr¨¢cticamente en el mismo instante en que la redacci¨®n ha tenido conocimiento de la misma, un mensaje de texto en su tel¨¦fono m¨®vil. Si ¨¦ste tiene capacidad multimedia, el mensaje se enriquecer¨¢ con fotos o v¨ªdeo (si los hubiera). Esa misma alerta tambi¨¦n le puede llegar por correo electr¨®nico a su ordenador.
Pero la difusi¨®n de la noticia no termina aqu¨ª. Google, Yahoo! y otros buscadores incorporan continuamente a sus enormes bases de datos el material que producimos. Son nuevos y gigantescos quioscos digitales. Tambi¨¦n hay muchos medios en los que encontrar¨¢ noticias de otros (por ejemplo, en el propio ELPAIS.es puede consultar noticias de The New York Times).
Las redacciones digitales trabajan 24 horas y 365 d¨ªas. En una edici¨®n web como la de ELPAIS.es se actualizan continuamente cientos de miles de datos (piensen solamente en el chorro de cotizaciones burs¨¢tiles), y los archivos digitales del diario contienen millones de noticias, decenas de miles de fotos, millares de audios, v¨ªdeos y gr¨¢ficos. Pero adem¨¢s, cuando usted la consulta, lo quiere ?ya!
Para que todo el proceso todav¨ªa sea m¨¢s dif¨ªcil de manejar, los medios digitales poseen una caracter¨ªstica que es la que m¨¢s los diferencia de los dem¨¢s: la interactividad.
Los lectores deciden en muchas ocasiones c¨®mo ver las noticias, desde algo tan simple como pulsar los botones que aumentan o disminuyen la letra de los textos hasta la ordenaci¨®n de datos de la manera que ellos prefieren. Opinan, votan y se comunican con nosotros de una forma desconocida hasta ahora. En ELPAIS.es existe incluso una portada de los lectores que se ha convertido en una de las p¨¢ginas m¨¢s relevantes y que se genera cada 15 minutos con las noticias m¨¢s le¨ªdas.
Sorprende ver lo distintos que somos lectores y periodistas unas veces y lo iguales que resultamos otras. Les animo a que comparen de cuando en cuando la portada de ELPAIS.es con la portada de los lectores.
En la actualidad, quienes consultan nuestros medios pueden escribir su opini¨®n sobre cualquier tema, votar aquellas noticias que m¨¢s les interesen, enviarlas por correo electr¨®nico o guardarlas elaborando una carpeta a medida de recortes de prensa. Las noticias son un material muy d¨²ctil que puede moverse, combinarse o guardarse con una facilidad pasmosa. Los medios, en suma, est¨¢n ahora mucho m¨¢s intervenidos por quienes los leen, habi¨¦ndose hecho completamente realidad aquel dicho de que un peri¨®dico es de sus lectores.
Es muy dif¨ªcil hacer predicciones sobre el futuro, pero seguramente si sabemos seguir con los niveles de calidad y trabajo que ha mantenido este diario en sus 10.000 n¨²meros, y ustedes nos contin¨²an leyendo a trav¨¦s del papel, o de cualquier dispositivo, aun aquellos todav¨ªa no inventados, esperamos seguir siendo su diario de referencia. Lo que no est¨¢ tan claro es si llegaremos al n¨²mero 100.000, porque ?tiene sentido numerar peri¨®dicos digitales?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.