Brasil autoriza el cultivo de soja transg¨¦nica pese a la promesa de Lula de prohibirlo
La decisi¨®n del primer exportador del mundo de soja natural irrita a ecologistas y consumidores
Brasil, el primer exportador del mundo de soja natural, sembrar¨¢ y comercializar¨¢ por tercer a?o consecutivo soja transg¨¦nica. El presidente, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, autoriz¨® el viernes pasado dicho cultivo con car¨¢cter transitorio, lo que aviva la pol¨¦mica sobre los cultivos manipulados gen¨¦ticamente (transg¨¦nicos). La decisi¨®n satisface a productores y laboratorios, irrita a ecologistas y consumidores, y coloca en una posici¨®n inc¨®moda al propio presidente, atrapado en la contradicci¨®n de lo prometido en campa?a electoral y lo incumplido una vez en el poder.
Hace pocos d¨ªas, Lula da Silva hab¨ªa advertido de que no firmar¨ªa una nueva medida provisional autorizando el cultivo de soja transg¨¦nica. Pero Brasil est¨¢ en ¨¦poca de siembra, los productores presionan con fuerza -algunos de ellos ya han empezado a plantar sin autorizaci¨®n semillas transg¨¦nicas- y la ley definitiva sobre los Organismos Gen¨¦ticamente Modificados (OGM) est¨¢ empantanada en el Congreso. Con este panorama, el presidente dict¨® por tercera vez desde que lleg¨® al poder la medida que da luz verde a la soja transg¨¦nica. Esta vez la autorizaci¨®n es hasta el 31 de enero de 2006, periodo que incluye las cosechas de este a?o y del pr¨®ximo.
"Lo provisional est¨¢ haci¨¦ndose definitivo", ha declarado Gabriel Fern¨¢ndez, portavoz de una red de movimientos medioambientalistas. La organizaci¨®n Greenpeace tambi¨¦n critic¨® la medida de Lula da Silva y record¨® que el Partido de los Trabajadores (PT) siempre se ha opuesto a la liberaci¨®n de los OGM. Durante la campa?a electoral de 2002, el PT elabor¨® un documento sobre pol¨ªtica agraria, Vida digna en el campo, en el que condicionaba la luz verde a la comercializaci¨®n de los transg¨¦nicos a una investigaci¨®n que demostrase que no eran perjudiciales para el medio ambiente, la salud de los consumidores y los agricultores. Aquel documento estaba firmado por el coordinador del programa de gobierno, Antonio Palocci. Hoy es el ministro de Hacienda uno de los puntales del Gobierno de Lula.
Como su nombre indica, una medida provisional no puede eternizarse. Por ello, la Casa Civil o Jefatura de Gabinete que preside el ministro Jos¨¦ Dirceu elabor¨® a fines del a?o pasado un proyecto de ley de Bioseguridad que fue debatido con organizaciones mediambientalistas y movimientos sociales agrarios. Contaba con el aval de la ministra Marina Silva. La C¨¢mara de Diputados aprob¨® el texto en febrero con algunas modificaciones, aunque vetaba las investigaciones con c¨¦lulas madre e impon¨ªa obst¨¢culos a los cultivos transg¨¦nicos.
El proyecto de ley sufri¨® una alteraci¨®n de mayor calado cuando lleg¨® al Senado, que el 7 de octubre aprob¨® un nuevo texto que autoriza para este a?o el cultivo y comercializaci¨®n de soja gen¨¦ticamente modificada, y la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre de embriones humanos congelados desde hace m¨¢s de tres a?os. Un proyecto de ley claramente devaluado, en comparaci¨®n con el original, ha vuelto a la C¨¢mara de Diputados, que ahora tendr¨¢ que aprobarlo integralmente o rechazarlo en bloque.
La controversia sobre los OGM se remonta a la anterior Administraci¨®n del presidente Fernando Henrique Cardoso, que en 1995 sancion¨® la Ley de Bioseguridad. Cuatro a?os m¨¢s tarde, Monsanto pidi¨® el registro de cinco variedades de soja. El Instituto de Defensa al Consumidor y Greenpeace se opusieron a ello, y la Justicia dej¨® en suspensi¨®n la plantaci¨®n de soja transg¨¦nica, a la espera de un estudio de impacto. En febrero de 2003, el Gobierno de Lula da Silva dict¨® una medida provisional que permit¨ªa su venta hasta el 31 de enero de 2004, con una pr¨®rroga posterior de 60 d¨ªas. La pol¨¦mica subi¨® de tono en octubre del a?o pasado cuando el gobernador del Estado de Paran¨¢ prohibi¨® el transporte de soja gen¨¦ticamente modificada e impidi¨® su embarque en el puerto de Paranagua.
Los defensores de la soja modificada dicen que aumenta la productividad y disminuye el costo de producci¨®n al usar menos herbicidas. Los cr¨ªticos advierten de que las investigaciones son todav¨ªa incapaces de demostrar si los productos gen¨¦ticamente alterados afectan a la salud y al medio ambiente, niegan que haya pruebas de aumento de productividad, y advierten del riesgo de que con los granos transg¨¦nicos no haya m¨¢s una especie pura. Una de las preocupaciones de los cr¨ªticos a la autorizaci¨®n indiscriminada es el riesgo de contaminaci¨®n. Cient¨ªficos de la agencia estadounidense de protecci¨®n del medio ambiente han comprobado que un tipo de hierba transg¨¦nica puede polinizar con hierbas no transg¨¦nicas hasta una distancia de 21 kil¨®metros.
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