Historia de la transici¨®n
La naturaleza es contempor¨¢nea de las cosas, del espacio y del tiempo. Su historia es la historia de todo lo que hemos sido y somos. Por eso tiene algo de historia natural este regreso de la revista Ajoblanco, que ahora se llama elAjo. En Ajoblanco est¨¢ escrita la parte libertaria de la transici¨®n, y ¨¦sa es la que m¨¢s se desde?a en las historias oficiales. Ajoblanco nace en octubre de 1974 con esp¨ªritu de manifiesto, y desde su primer n¨²mero publica manifiestos de todo tipo. En el n¨²mero 2, el de diciembre de 1974, se reprodujo el Manifest groc de Dal¨ª, Gasch y Montany¨¤. Hay en Pepe Ribas, el director de la revista, hay en su retiro en el Empord¨¤, donde lleva a?os escribiendo una historia natural de la transici¨®n, un gesto de anarquismo daliniano. Ajoblanco es una revista que nace con vocaci¨®n contracultural y logotipo de Quim Monz¨®, y que se convierte al anarquismo en unas jornadas libertarias. Entonces Pepe Ribas pasa a ser un empresario con carn¨¦ de la CNT. Pepe Ribas se agarra al anarquismo y acaba cerrando el Ajo en 1980, cuando tambi¨¦n el anarquismo tuvo que cerrar, y estos dos cierres son los que Pepe quiere relatar en su libro. "Es memoria, no es nostalgia", me dice en una cafeter¨ªa de plaza de la Universitat. Y a?ade: "Ahora hay que iniciar la segunda transici¨®n".
Pepe Ribas se inventa por tercera vez la revista 'Ajoblanco', y ya van 30 a?os de camino
Pepe Ribas vuelve a abrir el Ajoblanco en 1987, en pleno triunfo de la Barcelona ol¨ªmpica y del dise?o, y por tanto en esa ocasi¨®n le sale un anarquismo como de comit¨¦ ol¨ªmpico y como de dise?o. La historia del Ajoblanco es la de todo lo que hemos sido, ya se ha dicho. Tambi¨¦n yo fui en aquel momento un poco Ajoblanco. O un mucho. Llegu¨¦ por esos d¨ªas al Ajo, y Pepe Ribas me cogi¨® por el hombro y le dijo a Fernando Mir: "A este chico hay que ayudarle". Y me ayudaron a salir de donde no quer¨ªa estar. A Pepe Ribas no se le entiende, pero se le quiere. Pepe Ribas es un hurac¨¢n que gira ensimismado y su ojo se llama Ajoblanco. Es un hurac¨¢n solitario, que no obedece a nadie ni a nada, ni siquiera a s¨ª mismo. Su Ajoblanco de los a?os ochenta y noventa va a la deriva, como un hurac¨¢n a la deriva, y pasa de formato en formato, de redacci¨®n en redacci¨®n, y al final desaparece, no se sabe si en alg¨²n lugar de Latinoam¨¦rica o disolvi¨¦ndose en la tramontana. Por sus portadas han desfilado Pasqual Maragall, Allen Ginsberg, Tarantino... y en ellas han quedado retratados unos a?os de decepci¨®n. En la cafeter¨ªa Pepe Ribas observa: "El pujolismo aniquil¨® a Catalu?a. Ya no puedes beber el agua del grifo porque tiene nitratos y nitritos...", y a esto me refiero cuando hablo del gesto de anarquismo daliniano de Pepe Ribas, que es tambi¨¦n un anarquismo como de deportista de ¨¦lite.
Pepe Ribas se inventa por tercera vez el Ajoblanco, y ya van 30 a?os de camino, y se encuentra con que ahora sus colaboradores son activistas de la contracultura, algunos formados en las p¨¢ginas de los primeros Ajos. As¨ª me lo confes¨® Galactus, uno de los fundadores del fanzine Mondo Brutto. En este primer n¨²mero de elAjo han escrito Galactus y su socia Grace Morales. La cubierta de la revista la ha realizado el dibujante sevillano Miguel Brieva, que tiene 30 a?os (tantos como la publicaci¨®n) y que desde su fanzine Dinero asalt¨® el cielo del underground. Tambi¨¦n dibujan en elAjo los integrantes de El Cartel (Olaf, Mutis, Eneko, Jacques Le Biscuit), que pegan por las calles de Madrid carteles con sus trabajos, y en ese pegar carteles reproducen uno de los gestos m¨¢s verdaderos de la vieja transici¨®n.
Lo que ha hecho Pepe Ribas con este nuevo Ajo ha sido buscar la contracultura de hoy para seguir siendo ¨¦l contracultural. "Todo lo que sea cultura s¨®lo puede ser underground, porque es lo ¨²nico que escapa a la presi¨®n de las marcas", me dice en la cafeter¨ªa. En Pepe Ribas late un pulso de rebeld¨ªa, y eso le hace libertario a su manera, y rebelde de sala de esgrima. Pepe Ribas es un hurac¨¢n que se arrastra a s¨ª mismo y que s¨®lo ¨¦l sabe ad¨®nde va. A sus 52 a?os, Pepe Ribas quiere barrenar el poder poni¨¦ndole bombas de juventud: "exigimos que la gente de 30 a?os tome el poder porque los que est¨¢n ya llevan demasiado tiempo en ¨¦l", me ha soltado de repente, como habl¨¢ndome en manifiesto. A Pepe Ribas se le entiende a medias, o no se le entiende, y se le sigue un tiempo, pero al final se lo lleva su hurac¨¢n, y uno se queda mirando hacia donde se va.
Este martes 19 se presenta elAjo en la Biblioteca Nacional de Madrid. "Se hace en Madrid porque es la capital y el eco que tiene Madrid no lo tiene Barcelona", explica. En el acto intervienen Rosa Reg¨¤s, Alaska y Marisa Paredes y los otros dos art¨ªfices de la revista: Javier Esteban y Toni Puig. Pepe Ribas se ha ido a Madrid a iniciar la segunda transici¨®n, porque Madrid "es la capital de Espa?a y Barcelona la de Catalu?a". Pepe Ribas es un rebelde que viene de familia franquista, y tambi¨¦n hemos hablado esta tarde de su padre. Hay dulzura cuando se refiere a ¨¦l y con esa dulzura evoca algunos recuerdos de su primera infancia: "Mi padre me ense?¨® a hablar con gente humilde, la prefer¨ªa a gente rica". Pepe Ribas tiene algo de rebelde sin causa. Le pregunto si no ser¨¢ en realidad un rebelde sin causa. "Para nada. Existe una causa. La libertaria".
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