La fiscal pide tres a?os de libertad vigilada por un atropello mortal

I. F. G., de 20 a?os, declar¨® ayer a puerta cerrada en el Juzgado de Menores n¨²mero 1 de Valencia. Est¨¢ acusado de la muerte de un ni?o de cuatro a?os al que supuestamente atropell¨® cuando conduc¨ªa el coche del padre de un amigo la ma?ana del 27 de octubre de 2001. La fiscal solicita tres a?os de libertad vigilada con formaci¨®n espec¨ªfica en educaci¨®n vial y trabajos en beneficio de la comunidad.

La condici¨®n de menor que ten¨ªa cuando ocurrieron los hechos el acusado, I. F., hizo que la sesi¨®n de ayer, primera de tres, se celebrara a puerta cerrada. I. F. contest¨® a las preguntas de todas las partes y mantuvo en su declaraci¨®n que ¨¦l no conduc¨ªa sino que al volante iba su amigo Jorge Juan Magraner, entonces de 18 a?os (ahora con 21). Tras su testimonio se cumpli¨® con el orden previsto de periciales. La aportada por la Guardia Civil, concretamente por expertos de la Escuela de la Agrupaci¨®n de Tr¨¢fico de Murcia, no ofrece duda alguna: conduc¨ªa el acusado. Es la conclusi¨®n despu¨¦s de reconstruir inform¨¢ticamente los hechos atendiendo a la disposici¨®n de las heridas que sufrieron los dos ocupantes del veh¨ªculo tras el mortal atropello. Y fue mientras los agentes expon¨ªan las conclusiones cuando I. F. interrumpi¨® durante m¨¢s de una decena de veces. La juez le pidi¨® primero silencio, le advirti¨® despu¨¦s de que no estaba en su turno y pod¨ªa ser amonestado y finalmente lo expuls¨® de la sala, a la que no pudo volver a entrar a pesar de solicitarlo una hora despu¨¦s de haber sido obligado a abandonarla.

Tambi¨¦n declar¨® ayer Jorge Juan Magraner. Y repiti¨® lo que ha sido una constante desde que se iniciara la investigaci¨®n. No recuerda nada y su amnesia postraum¨¢tica est¨¢ acreditada por forenses. Su padre, due?o del turismo, explic¨® que su hijo hab¨ªa cogido las llaves del lugar donde habitualmente las dejaba y que no se dio cuenta de que aquella ma?ana no estaban en su sitio. Una decena de testigos prestar¨¢n declaraci¨®n entre hoy y el pr¨®ximo jueves, ma?ana mi¨¦rcoles no habr¨¢ vista.

Arrollado en un sem¨¢foro

Enrique Cogollos estaba en uno de los cruces de la calle de Archiduque Carlos esperando a que el sem¨¢foro le diera paso. Con ¨¦l estaban sus dos hijos, volv¨ªa a casa para comer. De pronto un coche a gran velocidad embisti¨® la acera y en su trayectoria se llev¨® a Pablo, entonces de cuatro a?os. Enrique y su mujer, Ana Novella, estaban ayer en el juzgado. Su abogado a¨²n no ha precisado cu¨¢l ser¨¢ la petici¨®n final de medidas sobre el acusado, al que se aplica la Ley del Menor porque ¨¦sa era su condici¨®n cuando ocurrieron los hechos. Pero no tiene dudas de que es el conductor del veh¨ªculo y espera una sentencia condenatoria. Ser¨¢ a partir de ah¨ª cuando se retome el proceso de petici¨®n de responsabilidad civil a la familia del acusado que est¨¢ en suspenso.

Ana Novella y Enrique Cogollos, padres del ni?o que falleci¨®, insistieron ayer en la lentitud de la justicia con este caso. Tres a?os se ha tardado en instruir un caso, explicaron, en el que no se tard¨® 15 d¨ªas en tomar declaraci¨®n al mayor de edad, entonces supuesto conductor del veh¨ªculo, y otros 15 d¨ªas en que la polic¨ªa explorara al ahora imputado. En esa cr¨ªtica coincide su letrado, Rafael Iniesta, quien advierte de la necesidad de encontrar un punto medio entre "la velocidad a veces arriesgada de los juicios r¨¢pidos y la dilaci¨®n con justificaci¨®n dif¨ªcil de sostener, como ha sido ¨¦sta".