Casillas salva a la caballer¨ªa
El Madrid, con toda su n¨®mina de delanteros, sale ileso frente al Dinamo gracias a su portero
A toque de corneta y desafiando toda doctrina futbol¨ªstica vigente, el Madrid sali¨® airoso de un choque ag¨®nico que entroniz¨® un poco m¨¢s a Casillas, h¨¦roe del ¨®rdago ofensivo lanzado por Garc¨ªa Rem¨®n. Harto de remiendos in¨²tiles en el eje del equipo, el t¨¦cnico dio rienda suelta a toda la caballer¨ªa. Aline¨® uno a uno a todos los gal¨¢cticos sanos, con Guti de ancla por delante de la defensa. Un 4-1-5, un dibujo que remontaba a los majestuosos tiempos de Bernab¨¦u. Un gui?o para el actual presidente, que, de alguna forma, vio fotocopiado el sue?o infantil que prevalece en su atalaya: el ¨¢lbum de Kopa, Rial, Di St¨¦fano, Puskas y Gento. Anoche fueron sus pretorianos -Figo, Zidane, Ronaldo y Owen- los que en compa?¨ªa de Ra¨²l tomaron al asalto el encuentro. Una alineaci¨®n contraria a toda la f¨ªsica del f¨²tbol, pero acorde con el gui¨®n impuesto por el mando. Con un equipo partido por la mitad, el Madrid arranc¨® de forma desbocada. Propuso al Dinamo de Kiev un intercambio de golpes, un pulso en las dos ¨¢reas. Y el equipo ucranio acept¨®, sin que le importase demasiado la n¨®mina de pegadores de su rival. No contaba con Casillas, el aguador de todos sus compa?eros en los muchos momentos que el Madrid estuvo contra las cuerdas.
REAL MADRID 1 - DINAMO KIEV 0
Real Madrid: Casillas; Salgado, Helguera, Pav¨®n, Roberto Carlos; Guti; Figo (Solari, m. 29), Zidane, Ra¨²l; Owen (Celades, m. 65); y Ronaldo (Morientes, m. 80).
Dinamo de Kiev: Shovkovsky; Sablic, Gavrancic, Rodolfo; Ghioane (Peev, m. 87), Gussev (Cernat, m. 64), Yussuf, El Kaddouri, Diogo Rinc¨®n (Belkevich, m. 74); y Kleber.
Goles: M. 33. Ronaldo centra desde el pico derecha del ¨¢rea, Shovskovskyi en su salida no acierta a atrapar la pelota, y el ingl¨¦s Michael Owen remata con el pie desde el suelo para anotar su primer tanto como jugador del Real Madrid.
?rbitro: Gilles Veissiere (Francia).
Unos 75.000 espectadores en el estadio Santiago Bernab¨¦u. Tercera jornada de la liguilla de la Liga de Campeones en el grupo B.
Sin m¨¢s freno que la inteligencia de Guti -de largo, el mejor medio centro de la plantilla-, el Madrid castig¨® con sa?a al Dinamo durante los primeros veinte minutos. Un periodo en el que remat¨® m¨¢s veces que en muchos partidos completos de este curso. Por la derecha, por la izquierda y por el centro, el Madrid acribill¨® a Shovkovsky, que tuvo tajo de lo lindo. S¨®lo Guti, expuesto a uno de los ex¨¢menes m¨¢s exigentes de su carrera, pon¨ªa algo de cordura. Los dem¨¢s se lanzaron a un ataque fren¨¦tico, sin ch¨¢chara alguna, y Zidane -medio centro postizo-, Figo, Ronaldo y Ra¨²l estuvieron a punto de golear. Toda la tropa salvo Owen, perdido en medio del combate, sin encontrar su hueco entre semejante pelot¨®n ofensivo.
La lesi¨®n de Figo a la media hora fren¨® al Madrid, que rebaj¨® el ¨ªmpetu inicial. En parte, tambi¨¦n exprimido por el desgaste f¨ªsico al que se vieron obligados jugadores poco habituados a remangarse. Sin el portugu¨¦s, Garc¨ªa Rem¨®n opt¨® por situar a Solari a la izquierda y dar vuelo a Ra¨²l por la derecha. Una decisi¨®n extra?a, cuando Owen, m¨¢s veloz que el capit¨¢n, parec¨ªa el m¨¢s adecuado para irse al costado. Sin embargo, apareci¨® Ronaldo para barrer a los defensas del Dinamo y despejar el ¨¢rea. El brasile?o enfil¨® por la izquierda, sent¨® a un contrario, levant¨® la cabeza y adivin¨® el desmarque de Owen, que caz¨® el gol al estilo Owen. Es decir, por anticipaci¨®n y piller¨ªa. No hubo m¨¢s noticias del ingl¨¦s, que ni siquiera con su acierto cogi¨® el hilo del partido y termin¨® en la ducha antes de tiempo. El chico destila un aire lac¨®nico que le delata ante sus compa?eros, que a¨²n no le ven como una opci¨®n prioritaria en el ataque. Los focos est¨¢n frente a Ronaldo, o Ra¨²l como segunda alternativa.
El gol del ex jugador del Liverpool lleg¨® justo cuando el Dinamo hab¨ªa comenzado a estirarse. Aseado en el manejo de la pelota, el equipo ucranio se mostr¨® tierno, demasiado tierno. Primero para atajar la ofensiva rival y luego para herir a un oponente desnudado en la defensa. Un rival sostenido por Casillas, que frustr¨® al Dinamo en media docena de clar¨ªsimas ocasiones. En el primer tiempo y en el segundo, cuando el Madrid se vio m¨¢s zurrado y estuvo al borde del empate en m¨¢s de una ocasi¨®n. Obligado a apretar los dientes y ponerse el mono, el equipo sufri¨® hasta el final. Hasta Ronaldo tuvo que tirar de pico y pala. Como muestra, los dos balonazos testiculares que recibi¨® por echar un cable a Casillas.
Con el partido descuartizado, sin un equipo capaz de domar el juego, el grupo de Garc¨ªa Rem¨®n no pudo cerrar el marcador pese a tener despejado el paisaje frente al meta ucranio. Ronaldo y Solari pudieron bajar la persiana en dos contras. No lo hicieron y el Madrid termin¨® colgado del larguero de Casillas, panza arriba y con un nudo en la garganta. Al fin y al cabo, un riesgo que entraba dentro del dictado de Garc¨ªa Rem¨®n, que jug¨® a la ruleta con una alineaci¨®n tejida contra natura. Pero la plantilla es asim¨¦trica, se mire por donde se mire, y no hay muchas otras variantes. En duelos como el de ayer le sali¨® cara. En otros qui¨¦n sabe de qu¨¦ lado caer¨¢ el bingo. De acuerdo a la l¨®gica del f¨²tbol, cuesta creer que en los tiempos que corren se pueda clonar el modelo de los gloriosos a?os 60. ?sa es la apuesta del rector actual, enfrentado a un desaf¨ªo may¨²sculo. Anoche sali¨® ileso gracias a un portero, un cromo sin gancho en el viejo Madrid que desvela a Florentino P¨¦rez desde hace 40 a?os.
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