Olvidable disfrute
No hay mayor virtud que ser consciente de las limitaciones, tener claro que no se es ning¨²n artista y actuar en consecuencia aprovechando al m¨¢ximo otras aptitudes que otros no conocen ni por el forro, v¨¦ase capacidad para sugerir, mantenimiento del ritmo, buena direcci¨®n de actores y cierto gusto para rodearse de buenos profesionales.
Es lo que se puede decir del siempre intrascendente y casi nunca prescindible para el gran p¨²blico Joseph Ruben, director de pel¨ªculas como Durmiendo con su enemigo (1991) y El buen hijo (1993). Misteriosa obsesi¨®n cuenta con todas sus virtudes y no demasiados defectos, al menos atribuibles a su persona.
Los sacrificados esfuerzos mentales de una madre para no olvidar la muerte de su hijo (de unos nueve a?os) y, por el contrario, el denodado empe?o del padre por pasar p¨¢gina y conseguir dominar la cuesta abajo sentimental convierten el primer tercio de la pel¨ªcula en un interesante drama en el que destacan los buenos di¨¢logos del escritor Gerald di Pego.
MISTERIOSA OBSESI?N
Direcci¨®n: Joseph Ruben. Int¨¦rpretes: Julianne Moore, Dominic West, Gary Sinise, Anthony Edwards. G¨¦nero: intriga. EE UU, 2004. Duraci¨®n: 93 minutos.
Un primer giro de gui¨®n saca a relucir la misteriosa obsesi¨®n del t¨ªtulo para enmarcar a la pel¨ªcula en el terreno de la intriga pol¨ªtica. Y una segunda revuelta en el tercio final introduce el filme en un sorprendente ¨¢mbito al que desistiremos de calificar en modo alguno para no dar m¨¢s pistas de las necesarias acerca de las sorpresas que lleva dentro la historia.
Julianne Moore se saca la espina de su mala actuaci¨®n en la comedia Hasta que la ley nos separe (en cartelera) y Ruben no se complica la existencia en el ¨²ltimo tercio filmando de una forma tan sencilla como eficaz. Al gui¨®n, en cambio, se le podr¨ªan achacar algunas deficiencias, caso de las excesivas explicaciones (es una pel¨ªcula que en todo momento piensa en el gran p¨²blico) y del adelantamiento de detalles que ofrecen demasiadas pistas sobre el intr¨ªngulis de la intriga (como el atropello y las posteriores declaraciones del tipo del aparcamiento). Pero es lo que ocurre con los directores de los que no se espera casi nada. Esta misma pel¨ªcula la fabrica M. Night Shyamalan y ya estar¨ªamos hablando de un paso atr¨¢s, pero como estamos ante una cinta de Ruben, nos apuntamos al entretenimiento y celebramos que no se pase de la hora y media de tiempo, que ya llegar¨¢ otro autor que piense en las pel¨ªculas como obras de arte imperecederas.
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